Ya que estamos en un foro que respeta tan diversos puntos de vista, y en una nación de avanzada social, propongo una mirada a aquellos personajes gay que aparecen en no pocas de las óperas.

Los podemos abordar desde lo dramático, musical o desde la psicologia del personaje.

Inicio con Don Juan. Como psicóloga lo coloco en esta lista pues el "don juanismo" no es más que homosexualismo represado. En efecto, esa insistente morbosidad y eroticidad del personaje citado refleja su cúmulo de inseguridades sexuales, su desintegración emocional y la confusión en la identidad sexual. No distingue entre querer, desear y amar. Usa y usa sin reparo alguno a las mujeres por el mismo desprecio que siente hacia ellas y si bien las corteja con galantería, ello es prueba de que solo busca afirmar la heterosexualidad de la cual carece.

Su relación con Leporello es sospechosa y este mismo le lanza una ironía al respecto.

Musicalmente el personaje no pudo ser mejor trazado por ese genio sin par de la ópera llamado Mozart: Sensualidad andrógina, genitalidad inmadura y plena de oculta ansiedad, galanteos que oscilan entre lo sublime y ridículo, sibaritismo compensatorio de sus vacíos psicoafectivos, morbo incontrolado y rasgos femeninos en sus modos y maneras sociales.

Discutible? Si, pero desde la psicología profunda muy creíble y aceptable como real certeza.

¿Se ha cambiado usted de sexo...? Ahora descubro que es mujer, aunque yo siempre la he tratado como hombre... El nick me despistó...

¡¡Bufff!! Muy complicado todo... ¿Y no cree que es más fácil explicar el problema pensando que es un pichabrava y un salidorro (de los que yo he conocido a alguno...?).

Si es usted psicóloga - a pesar de que su nick sea el de Heliogábalo, un emperador romano conocido por sus excesos y crueldad- la supongo conocedora del libro del doctor Gregorio Marañón sobre la figura de Don Juan, en el que, efectivamente, apunta que a podría perder aceite el Burlador de Sevilla. Así que no está usted descubriendo el Mediterráneo. Se han escrito ríos de tinta sobre el asunto, pero todos muy posteriores a la ópera de Mozart, en la que Don Giovanni, en mi humilde parecer, no da síntomas de homosexualidad.

Y en que momento dice que está descubriendo el mediterraneo? Además Gregorio Marañón era médico, no psicólogo.

Pues ya que estamos de elucubraciones, aventuro una que puede escandalizar a algun@s (si es que escandalizar se puede todavía en estos tiempos): Scarpia. En fecto, el malvado, cruel y taimado barón, jefe de la policía romana, se siente atraído por Cavaradossi y tiene celos irreprimibles hacia Tosca; tantos, que no duda en fusilar al pintor para que no escape con ella. Su obsesión por Tosca no es más que un deseo de que esta traicione, voluntariamente o por la fuerza, a su "amado".

Me gustaría opinar sobre el asunto pero como ustedes tienden a profesionalizar las opiniones y no me apetece comparar mis estudios en literatura española, psicología y sobre todo en psiquiatría, que es mi campo, me limito a comentar que esa asociación entre homosexualidad y desprecio por la mujer, modos femeninos y "morbo incontrolado" que usted pone como ejemplos sugestivos de homosexualidad en el personaje responden a un estereotipo despreciable. Y no es válido decir que el estereotipo no corre a cuenta suya sino de quien creó el personaje, porque para ello tenemos que aceptar que se creó el personaje respondiendo a tal estereotipo, cuando no hay ningún indicio que nos incline a ello más allá de sus estereotipados juicios 'a posteriori'.

Hay personajes obviamente homosexuales en óperas de los siglo XX y XXI (algunas de Britten, por ejemplo, claro está). Como la historia de la ópera hasta el siglo XX se ha desarrollado en épocas en las que la homosexualidad estaba castigada moral, social y legalmente, en óperas anteriores la cuestión es pasto de interpretaciones personales y conviene tomársela con cierto humor. A ver si se me ocurre algún candidato posible. Sospecho un poco del Don Alfonso de Cosi.

Por otra parte, si la historia de la ópera se remontara a la Roma clásica, la homosexualidad tendría una presencia clara en obras de esa época, como lo tiene en la literatura latina clásica (o en la japonesa casi de cualquier época, por dar otro ejemplo).

¿Y esa pareja tan formada por el Doctor Cajus y Bardolfo?

Nerone, bitches

No, si yo las interpretaciones me las tomo con humor (lo de Scarpia del sr. Abdallo incluso con interés), pero las razones que llevan a esas interpretaciones a lo mejor no. O a lo mejor sí

No me preocupa especialmente la idea que tengan de Don Giovanni (es que me cae mal ese tío), pero sinceramente, ¿qué idea tienen de la homosexualidad?

Bastante de acuerdo con lo interesante que resulta la idea (diría que no del todo nueva en el foro, pero siempre interesante) de entender la relación Scarpia-Cavaradossi como un antecedente de Claggart y Billy Budd. El terrible instrumento de poder esconde un secreto que lo hace vulnerable (y que sobrecompensa con ejercicio despiadado del poder), y desea y odia a un tiempo al artista que simboliza todo lo que él no tiene: ansia de libertad, juventud, lozanía, ideales, alegría de vivir, sexo con la moza.

Me da mucha pena Bardolfo. Él se merecía algo mejor.

Siempre he tenido un poco la sensación de que Psicología es a Psiquiatría como Astrología es a Astronomía, o Alquimia a Química. Pareciera, a juzgar por algunos comentarios, que se vuelve a materializar aquí dicha sensación. ¿O es, quizá, algo que piensa uno desde su manifiesta ignorancia?

(lo siento, pero es que soy de letras purísimas...).

Más o menos.

Para mí no, desde luego; la psiquiatría es el abordaje científico de la patología de los procesos psicológicos en el individuo, por lo que la psicología es uno de sus pilares fundamentales. Por eso precisamente entiendo que cualquier psiquiatra que se precie debe ser tan buen psicólogo como sea posible, pero el psicólogo no necesita echarse a las espaldas seis años de medicina para ser bueno en lo suyo. Si es clínico, acaso un poco.