"Yo soy así, de otro modo, no sería Di Stefano. La vida es breve, brevísima y quiero disfrutarla. Ni por asomo consumirla entre estudio, casa y teatro para durar cinco años más..."
"Yo canto la palabra, porque de música no entiendo nada"
Genio y figura, Pippo. Además de comulgar con su filosofía de vida, fue un paradigma en su concepto. Como timbre inigualable, como personalidad también, como efusión, hechizo y comunicatividad... insuperable. Algo que resalta mucho más en una actualidad con partichini cantando de protagonistas, con voces anónimas que solfean y afinan, pero aburren al más pintado. Asimismo, sus grabaciones de juventud no las pueden discutir ni sus más acérrimos detractores.
Muy grande Wunderlich. Timbre bello (en alemán, claro), viril y de gran calidad. Musicalidad y canto irreprochables, pero falto de fantasía como fraseador. En ese campo le superaba claramente Peter Anders. Wunderlich nunca defrauda, Di Stefano provoca muchas veces que hasta te duela la garganta de oir cantar tan abierto y ha dejado cosas inaudibles, pero otras muchas en que me hechiza. Wunderlich me provoca grandísima admiración, pero emoción, punción en el estómago, décimas de segundo que evocan el concepto de pura felicidad. Eso nunca.
Mi voto para Pippo, que espero esté disfrutando en el más allá como lo hizó en el más acá.