¿Cómo se puede afirmar que esto está mal cantado, aunque sea en alemán...? Todo es legato, pura música, ni un solo grito, ni un sollozo, ni una palabra declamada... Por no hablar de la modulación de la intensidad expresiva a medida que va avanzando la pieza...

Estoy de acuerdo con Alberich en que algunos momentos que nos quedan del Otello de Melchior pocos cantantes se han acercado ni a otearlos (el Dio mi potevi, por ejemplo), por lo que no creo que se haya de desdeñar sin más su aportación al canto verdiano, aunque sea obviamente pasajera.

He encontrado unas reseñas curiosas del único Otello que cantó Melchior en el Met (sólo el cuarto acto, en el marco de una gala):

Lawrence Gilman:
After a spirited curtain-raiser extracted from the immortal opus of Donizetti with Mme. Nina Morgana lending her gifts and skill and feeling and intensity as the unhappy heroine, the novelty of the evening was disclosed to us. This was a performance of the last Act of Verdi's "Otello," with Mr. Melchior embodying the Moor of Venice for the first time in New York and Mme. Rethberg playing Desdemona. It is twenty-two years since the music of "Otello" was heard at the Metropolitan. The last performance here of the great work was that given on January 31, 1913, under Mr. Toscanini, with Leo Slezak as the Moor, Alda as Desdemona, and Mr. Scotti (who took the place of Amato at the last moment) singing the first Act dressed as Barnaba in "Gioconda," while his Iago costumes were hastily assembled from out of town.

Mr. Melchior is a magnificent Otello. It is a pity that he has not sung the role before at the Metropolitan, for his performance last night brought down the house by its dignity, its passion, its restraint, its depth of feeling. Mr. Melchior as the tortured and terrible Moor captured the imagination from the moment when he loomed gigantically in Desdemona's doorway to the moment when he was filling his dying utterances with a profundity of pathos that searched the heart and spirit. One will not soon forget his singing of the "E tu…come sei pal! E stanca, e muta, e bella…" As for Mme. Rethberg's Desdemona, it was musically sung, though it is not yet quite completely seen and felt.

B. H. Haggin:
Last night's gala performance at the Metropolitan provided me, completely unexpectedly, with one of the most exciting experiences I have ever had in a theater. The curtain had risen on the last act of Verdi's "Otello," revealing a characteristic Metropolitan set and some properties that had seen better days. There had followed a performance by Elisabeth Rethberg, the Desdemona, and Elda Vettori, the Emilia of the sort one is accustomed to - a performance in which Mme. Rethberg sang the lovely music of Desdemona for the most part with the exquisite quality that her voice still retains in its best moments, but created no dramatic illusion by her presence or her appearance) which included one of the preposterous wigs that she goes in for). I noticed a characteristic bit of bungled stage management; she was drawing the curtain of her bed with the Otello of the evening already entering. But with his appearance all thought of everything else was displaced from my mind. For not only had Lauritz Melchior achieved an amazing transformation of his appearance by his make-up and wig, but he had in some miraculous way changed his personality. The wooden first act Tristan was now a gigantic figure, arresting and dramatically compelling as it moved slowly about the stage; the absurdly gesticulating third act Tristan now exhibited genuine animation, intensity and eloquence of gesture that were breath-taking. Astounding that it should be Lauritz Melchior who should achieve this incandescence, and with it created dazzling illusion in such illusion-destroying surroundings.

Otro ejemplo (éste en italiano). Dejando a un lado la pésima pronunciación (ese "vitorrie"), es a-co-jo-nan-te... ¿Hablan ustedes de squillo? ¿De bravura? ¿De timbre viril? Pues ahí lo tienen... Y lo mejor de todo es que, además --y al contrario de lo que le ocurría a Del Monaco (sobre todo al maduro)--, se trata de puro canto: ni un bufido, ni un sollozo, ni un grito... Todo puritita música...

Y aquí la muerte del Maurische... A mí es que me parece impresionante. De los mejores otellos que he escuchado: todo cantado a flor de labio, con medias voces asombrosas en un vozarrón así y un legato admirable...

Asombroso. Hay que escuchar esto genuflexos y penitentes. No hay otro igual.

Los fragmentos de Otello de Melchior son un prodigio. Por cierto que hace unos meses los usó Revrter para destrozar, creo, la grabación de Domingo con Levine.
Melchior era un maestro de canto y un genio; del Mónaco ni lo uno ni lo otro.

Reverter, por lo que veo, a lo suyo... De todas formas, muy pocos tenores serían capaces de resistir la comparación con Melchior...

(Hace siglos, por cierto, que no escucho Ars canendi. Sigue, por lo que veo).

Quanto fuoco! Par che abbiate paura di tradirvi.
Ahora resulta que Melchior era mejor Otello que Del Monaco. Y luego los exagerados somos los italófilos. Y Lauri Volpi, un malintencionado. ¿Ve? En esto no le quito del todo la razón. Tenía muy mala uva cuando quería.
No, en serio. A nadie en su sano juicio se le ocurrirá decir que el "Dio mi potevi" está mal cantado. Me parece una muy buena versión.
El "Ora e per sempre" ya es otro cantar. De acuerdo que no hay "gritos, bufidos, ni palabras declamadas". ¿Los hay en la versión de Del Monaco? Yo creo que no, y resulta mucho más intensa.
Y en cuanto a la "muerte", lo siento, pero no me gusta. Me suena rarísima (y no porque sea en alemán). Es demasiado "plácida". En especial las palabras "Desdemona, Desdemona, ah, morta, morta" (o como se diga esto en tedesco) carecen de toda la desesperación que debe acompañar a este momento.
En fin, volviendo al origen de la cuestión, yo sigo manteniendo que si Del Monaco hubiera dedicado el tiempo y el esfuerzo suficiente al estudio del estilo, hubiera sobrepasado incluso a los grandes wagnerianos. Y aquí es donde está precisamente el quid de la cuestión: ¿Estaba esa dedicación en el ADN del florentino? Muy probablemente, no. ¿También a Melchior? Dejémoslo en suspenso. Yo sólo puedo decir que me gustan bastante más los fragmentos wagnerianos grabados por Del Monaco que los italianos de Melchior.

Desde luego fue muchísimo mejor cantante, de eso no me cabe duda... Aunque sólo (o preferentemente) se dedicara al repertorio alemán. Lo otro, sin embargo, son ucronías que no podemos dilucidar...

Francamente , a mí los fragmentos de Lohengrin de del Monaco no ayudan a creer lo mismo.

En total desacuerdo.Totalmente de acuerdo.
Saludos.

En todo caso, creo que estamos cayendo en un terreno de comparaciones muy dispares por características y méritos de cada uno.

Por qué mejor, tratándose de Melchior no le buscamos una comparación con el polifacético Leo Slezak que igual hizo sus incursiones más amplias en las ópera italiana, francesa, etc., con participaciones en el Wagner más "ligero," si bien cantó igualmente un par de Sigmundos y no eludió tampoco el Tristán.

Ojo, que yo --que no me considero nada tifoso, porque tales posiciones no suelen llevar a nada (como bien se ve)-- sólo he entrado en el debate cuando se ha dicho que Del Monaco habría superado incluso a Melchior si hubiera decidido prepararse como tenor wagneriano. Y claro, eso resulta imposible, por la sencilla razón de que el danés fue muchísimo mejor cantante --más ortodoxo, más inteligente musicalmente hablando, más purista-- que el florentino. Otra cosa son ya las preferencias de cada uno, pero ahí...

Claro y en mucho debía influir la natura nórdica y su disciplina en las artes, frente a la tradicional indisciplina latina o cuando menos tendencia a salirse de la cuadratura, tan fácil de encontrar en los italianos.

Aunque en la década de los cincuenta y ya retirado, Melchior disfrutó a sus anchas de las mieles de la Gran Manzana, con comedias musicales, radio películas y televisión, cambiando su espectro de acción, digamos que para dar paso a uno menos serio.

Bueno, es conocido que Melchior no era impecable en cuestiones de cuadratura y él mismo bromeaba sobre el asunto.