Pues mire: entre demostrar ignorancia y que me tachen de homófobo, indudablemente prefiero demostrar ignorancia...

La culpa es de las mezzosopranos y contraltos que a sabiendas que no eran hombres, acabaron masculinizando de más los personajes para ser 'mas creibles' como tales, pero malacostumbraron a la audiencia y crítica, de manera que se extrañan precisamente de timbres finos y agudos hoy en día que para nada son masculinos (salvo por el intérprete). Yo pienso que eso pasó

Fonseca, partiendo de la nada ha alcanzado usted las más altas cotas de miseria.

Ese amigo suyo no será un señor sexagenario que vive en Gijón y al que le gusta mucho "La Sonnambula"...

Yo creo que la culpa de toda esta discusión es, sencillamente, de los que han intentado (y han conseguido) imponer la figura del contratenor no como lo que era en el pasado; sino además como sucedánea y sustituta de la figura de algo que ya no se puede recuperar (los castrati). Los castrati están extinguidos, como los dinosaurios. Y no pasa absolutamente nada: no se puede pretender inventar lo que no hay, o vender gato (o gallina ) por liebre...

El término locaza creo que es desafortunado fuera de los contextos donde haya muuucha confianza, dejémoslo ahí. Pero aparte de eso no leo yo ninguna salvajada, es más, suscribo el resto del mensaje pese a declararme, como bien saben, fan de los contratenores.

Un castrado era un señor haciendo de señor. Yo no soy absolutamente nadie para meterme en quien se mete en la cama con quien (solo faltaba) pero cuando voy a un teatro pido buenos actores. De tal forma que Rock Hudson no soltaba pluma, ni Marlene Dietrich, ni Max Lorenz. Si el personaje es señor se actuará como tal. Y eso no tiene nada que ver con la orientación sexual como demuestra la SOBERBIA caracterización de Julio Cesar por Sarah Connolly digna del más tifoso aplauso y reconocimiento.

Los contratenores son un anacronismo, su técnica permite menos y parten con un handicap. Para algunos no dan el mínimo y para otros sí nos lo da. No entiendo el visceralismo, de verdad.

Es lamentable, segnor Gruberoviano, que con su, no sé si ignorante u homófobo, pero en cualquier caso ridículo comentario, haya usted transformado el tema de la cuerda contratenoril en una cuestión de hombría.
Que le parezca preocupante que el 80% de los contratenores saquen la locaza que llevan dentro cuando están sobre el escenario es igual de... venga, dejémoslo en ignorante... que afirmar que Leontyne Price no puede interpretar a una noble castellana en Forza por ser negra o que una gorda como Caballé tiene que adelgazar 40 kilos antes de cantar Salome.

Por cierto, el 80% de los contratenores son muchos contratenores.
Puede usted darnos nombres?

Hay una diferencia fundamental señor Ulysses. Estas señoras tenían una cosa de la que la mayoría de los contratenores carecen: VOCES DE ÓPERA, VOCES DE VERDAD, naturales, bien timbradas, proyectadas y todo lo demás. Que tengamos que echarle imaginación para asumir que Caballé pueda ser Salomé o que Price pueda ser Leonora, viene compensado, creo yo, por la calidad de las voces...
Los contratenores, aparte de ser malos actores en general, son voces minúsculas, artificiales, prefabricadas, que intentan suplir una cosa que ya no existe... Si "ni A ni B" entonces ¿qué nos queda?

De todas maneras, ante el inesperado (y creo que no del todo justificado) aluvión de términos inapropiados hacia mi persona, he editado algunos términos del mensaje original. Espero que, si alguien se sintió ofendido, sepan que no era mi intención.
Y con esto termina mi participación en este hilo, y en todo aquello que tenga que ver con contratenores o temas semejantes en una buena temporada.

Ah, bueno, una cosa más. He dicho que no iba a votar; he decidido retractarme y votar PAUPÉRRIMO.
Estas polémicas estúpidas CON VERDI NO PASAN

Espérese, que no quedan dos telediarios antes que Oscar de Ballo y el Paje de Rigoletto (o el Cherubino de Bodas, ya puestos) lo canten contratenores. Dicho lo dejo.

No hay ni que esperar... De hecho, en mis primeras Bodas de Fígaro (Ópera de Cámara de Varsovia, 1996) el rol de Cherubino lo interpretaba el señor Jacek Laciowski (o como se escriba).

No, no.

yo tengo la certeza de que mis ojos verán un Rigoletto trash en el que un contratenor cante la Contesa de Ceprano, con todo lo que ello puede tener aparejado. bacanal completa en casa del Duca.

Seguro, aunque bueno, la Condesa de Ceprano es un papel tan corto tan corto que es imposible de destrozar

Y el polígrafo determina....

QUE MIENTO

Verdi es un terreno muy dificil para que lo canten contratenores, porque siendo netamente honestos, los unicos roles con capacidad para ello, considerando que eran roles masculinos para mujeres transvestidas, solo son OSCAR, el Paje de la Duquesa de Rigoletto y Tebaldo, Y SE ACABARON! Todos son roles para sopranos (o mezzos tendientes a soprano en el caso del Paje) de voz ligera y débil (salvo por Oscar), muy dificiles de interpretar adecuadamente por los contratenores, aun en el caso que hubiese los adecuados para esas voces (llamados 'SOPRANISTAS' en realidad, y efectivamente voces muy artificiales comparadas con otros contratenores de voces más graves). Otro punto muy serio de falla para los contratenores (o sopranistas) con los roles de Verdi, es que aquellos donde hay oportunidad de brillo, falla no tanto por la voz, sino por la caracterización, no tanto por si son amanerados o no (punto fallido muy duro por cierto, considerando que al menos 2 de los personajes, Oscar y Tebaldo, aunque ambiguamente sexuales a veces, si tienden a tener un marcado gusto por las féminas al estilo Cherubino, y si el contratenor no tiene naturalidad para pretender eso fracasa la interpretación), sino porque los chicos son eso CHICOS ADOLESCENTES, y hombres adultos bien definidos (independientemente de la orientación sexual que tengan) jamás podran caracterizar bien la frescura neutra de juventud que las buenas sopranos o mezzosopranos consiguen para esos roles (Si la verdad, aunque me gustan los intentos de los contratenores en el repertorio no propio para ellos ubicado entre el final del Barroco y el inicio de la Época Contemporánea del siglo XX en delante, Verdi y Mozart también son puntos débiles para ellos de cubrir por las voces más ligeras que existen ahi; los contratenores, sin embargo, pueden intentarlo con voces de papeles transvestidos mucho más graves, las cuales afortunadamente tambien abundan: Siebel, Nicklausse, Orlofsky, Frederick de Mignon, Stephano de Romeo et Juliette, Urbain [quitandole la seccion aguda], Smeton, Orsini, Viscardo (Bianca e Gernando/Fernando), Tancredi, Malcoml (la Donna del Lago), Dimitri (Fedora) y similares)