eso también lo dice usted. desde Mozart a Strauss van casi dos siglos de música. pero incluso en ese periodo, hay unos mínimos estándares de calidad, y luego otros criterios de índole personal. en mi caso, todavía no se cuadran los estéticos para ir o no ir a un teatro, así que el chistecito se lo puede ahorrar y reirse de su prima.

a mí me parece estupendo que usté vaya de moderno tragasables frente a los que nos gustan los payasos de la tele en este circo que es la ópera. pero casualmente no son ustedes, esa minoría chupiguay, los que llenan los teatros y hacen viable el negocio.

Si tuviera que viajar, yo tampoco vendría el año que viene a ninguna ópera del Real, excepto a la Grube, por supuesto, y los Pescadores que no los tengo en la lista. Un Macbeth con director musical discutible, barítono de medio pelo, soprano requetevista en el papel y superada por el mismo y produccioncita en que se canta una joya como "pietà, rispetto, amore" en calzoncillos. Pa su padre

Un Don Giovanni con medio cantante femenina y poco más. Un Cosi con casting en lugar de audiciones...

Vendría si acaso al Boris y porque tiene acto polaco.

Exacto y miedo me da pedirle al Sr. Siddharta que se explaye en cuáles son sus "concretos criterios estéticos"...

Ah, ya "la labor global"

Estupenda reflexión Sid.

Sobre eso que afirmas de que "[en los 80/90] el mundo miraba a Mortier para ver las nuevas tendencias de la ópera." me pregunto yo: a quién mira el mundo ahora, quién podría ser un director artístico que innove y marque tendencia a nivel mundial.Y no encuentro respuesta. ¿Vosotros?

Parece que ese público le ha abandonado en AhínadaMar.
Yo me conformo con que no deje las arcas el Real llenas de telarañas. No me importa no jugar la "Champions", ahora lo esencial es no descender.

Yo veo a este hombre en la foto físicamente muy desmejorado y bastante demacrado. No sé si por los disgustos que le hemos dado, porque no le gusta el jamón, porque Espe le ha quitado la extra, por el calor...

En lo del vino..., venga, que monte una temporada en torno al vino español. Si tiene dudas, que consulte el hilo de nibelungo.

esos mismos que censuran los sanedrines de veteranos aficionados recordando funciones de los 70 y los 80 en el Liceu y la Zarzuela, esos mismos que se ríen de los tifosi que siguen a los últimos mitos vivos de este arte que es la lírica, esos mismos que critican la pedagogía de los más viejos del lugar, son los que desde el gafapastismo más prepotente intentan imponer su minoritaria verdad de lo que es la ópera. es la ya sabida desnaturalización de la ópera, dándole la vuelta como un calcetín para que todo sea menos importante que el canto. en fin, es lo que hay y encima toca aguantar estas lecciones de modernidad del personal.

Pues visto el panorama, alguién que reponga el Don Carlo de Visconti o el Rosenkavalier de Schenk con los mejores cantantes posibles, aunque sean feos y gordos.

Alguién que programe Andrea Chénier, Fedora, Iris, Ermione, Beatrice di Tenda y Caterina Cornaro sin complejos.

Alguién a quién le importe el canto y tenga claro que para subirse a un escenario de ópera, hay que tener voz de ópera y unos mínimos de técnica vocal.

Alguién que coloque a la escena en el lugar que le corresponde y no consuma el máximo del dinero presupuestado en el regista.

¿Le parecería poca innovación?

No preguntaba por políticas sino por nombres de gestores concretos. Por lo que usted comenta podría haber respondido que en quien se fija la gente para ver las nuevas tendencias de la ópera es Pereira.

Mas que innovación sería una REVOLUCION, imaginese, ir a la ópera a escuchar ópera. y al final hablar de musica y de voces.

Lo dicho, una revolución.

No se si lo llegaremos a ver, tal parece que, incluso con crisis, los responsables de algun teatro prefieren prescindir de un cantante antes que de prescindir de alguna rueda de molino disfrazada de escenografía de vanguardia.

Pues volvemos al eterno debate de "repertorio tradicional y voces vs. compaginar repertorio y voces con nuevas creaciones y apuestas innovadoras teatrales" que ya aburre bastante por repetido.

Yo solo quería escuchar opiniones acerca de quién esta innovando a día de hoy en el mundo, pero tienen que saltar los defensores de la no-innovación a reponder (que además de no interesarles responden por peteneras).

En fin, desisto, que esto se vuelve muy cansino. Ya preguntaré por privado a los que pueden tener tener algo interesante que aportar al tema que como curiosidad planteo.

Sí, claro. Y entonces la ópera se queda sólo para el que pueda permitírsela o pagar fortunas por ella. Y los que frecuentamos la ópera e iniciamos a otra gente (algo que hago mucho) y vamos en nula para ir con frecuencia y sentir la música nos quedamos en la calle? ¿O no subirían de 7 a 15 las localidades de tribuna extrema en un Teatro privatizado? La carga onerosa del sueldo de Mortier es poco comparado con el beneficio de hacer la ópera accesible a todo el que quiera verla...

Los victimismos, los complejos, las voces vs. todo lo demás... Reconforta saber que algunas cosas no cambian





Me he preguntado justo lo mismo cuando lo escribía... Es difícil. Porque dos de los puntos de referencia mundiales, París y Salzburgo, han optado por un retorno a lo tradicional, con Joël y Pereira (al menos Pereira tiene buenísimas ideas y ha hecho cosas guays, sobre todo en sus primeros años de Zúrich; Joël me parece nulo). En el Met parecido con Gelb. Es un modelo muy parecido al de Moral, cuidar las voces, abrir el repertorio muy poco a poco y buscar producciones interesantes sin polémica. Me parece un buen modelo, ecléctico pero en el fondo conservador.

No sé decir nombres, pero la Monnaie post-Mortier es incluso más interesante que lo que hace el propio Mortier hoy. Con ella, Amsterdam, la ENO, el An der Wien, Frankfurt (y en general los teatros alemanes, Meinz, Hamburgo, Stuttgart), y festivales como Aix o Glyndebourne, son para mí la referencia (como mucho el Real de Mortier puede aspirar a ser uno más en esta lista, que creo que es lo que intenta hacer). Ahora bien, cuando Mortier asumió la dirección de Salzburgo, había un camino novedoso y claro que seguir, que se fue llevando a sus últimas consecuencias. Hoy el modelo parece agotado y no sé por dónde puede venir la alternativa (a lo mejor ni hace falta, pero me lo sigo preguntando).

La programación de esos teatros es interesantísima, espcialmente Ámsterdam. El problema es que pocos grandes de hoy suelen cantar allí. Y ese es un dato en mi opinión irrenunciable.

Es que cuando alguien pregunta corre el riesgo de que la respuesta no sea de su agrado. Es lo que tiene preguntar.

Mire, la ultima vez que se preguntó a los miembros de este foro cual era la mejor ópera del año, contestaron que la Norma del Campoamor, que resultó que era una ópera en versión semiescenificada.

Así que, al menos para una parte de los aficionados la innovación pasa por mas voces y mas música, y aunque resultemos cansinos seguiremos repitiendolo.

Exacto. Para la mayoría de los aficionados de ayer, hoy, mañana y siempre (los que repiten y la ópera es esencial en su vida, no los que van a una "moderna" y no vuelven). Que ninguno se hace preguntas sobre quién es el "innovador" en el panorama de los teatros. Sencillamente, porque nos las pela.

Yo de los que hablo con mis amigos operísticos es sobre si Angela Meade puede ser una esperanza para las voces y el canto o la joderan todos los amigos de SIddharta y Mortier por estar como un tonel. No sobre quién "innova", que primero habría que definir el término porque lo que sería verdaderamente innovador y revolucionario es lo que hemos expuesto.

Los victimiistas son ustedes no te amuela y cada vez más, que con la crisis se les va a acabar el chollo de las moderneces y los pastones para los genios de la escena. Cada vez más repertorio, ópera en concierto y recuperando producciones antiguas. Algo bueno va a traer la dichosa crisis.

Anda que calificar como nulo a Nicolas Joel...