Próximamente:


El Papa León Magno detiene a Attila a las puertas de Roma. Rafael. Stanza di Eliodoro (Museos Vaticanos)



"El apogeo del cabalettismo"



"Verdi es un compositor con casco guerrero"



"Los críticos podrán decir lo que quieran, pero yo diré: oh!, ¡qué bellísimo libreto para ponerle música!"



"Avrai tu l'universo, resti l'Italia a me"



ATTILA

es una ópera que lo tiene todo. papelazo para el bajo, una escena para el barítono de esas que puede robar una función (que le pregunten a Cappuccilli), exigencias vocales tremendas para una soprano spinto y escena y dúo para el tenor de enorme belleza.
y qué cabalettas, señores!!

uno de los verdis de galeras más hermosos, sin duda. y que en mayo le escucharemos al maestro Muti!!

por cierto, el título de esta presentación debería ser "La extraña pareja".

Todo se pega... Incluso la presentación.

La extraña pareja se ha dividido la tarea de presentación. En este caso, Tunner desarrollará el comentario de la ópera, sus personajes, etc., y yo me encargaré de un apéndice bibliográfico. Con I Due Foscari haremos al revés.

Contaré mi batallita particular:
A principios de los 70 (sí, ya lo sé, muchos de vosotros no habíais nacido) compré un antológico disco de la Caballé cuyo título era "Arias olvidadas de Verdi", y en el que figuraba "Liberamente or piangi", el aria "sentimental" de Odabella en un momento en que se olvida de los "heroísmos". Al poco tiempo se programó la ópera en el Liceo con Justino Díaz, Ryan Edwards, Ann Edwards (ignoro si era pariente de Ryan) y Francisco Ortiz. Como director, una "joven promesa de la batuta": un tal Plácido Domingo. Mi mujer y yo cogimos el coche y nos plantamos en Barcelona. La función no estuvo mal, aunque no fue precisamente memorable. Pero la obra me entusiamó. Aún hoy, es una de mis preferidas entre las del Verdi "de galeras".

Sr. joseluis, ejem.... a principios de los 70, estaba en 3º de violín, y ya había cantado de corista en zarzuela y en Ópera.Además, ya me había escuchado tropecientas veces el Tristan und Isolde del 66 de Bayreuth con Wind-Nilsson-Böhm, entre otras joyas de la DISCOGRAFÍA.
Total, un dialogo entre " Seniors " no hace daño.
Dicho ésto, adoré a DOÑA Montserrat en su apogeo, además de disfrutarla en vivo varias veces en aquellos años gloriosos.
Saludos

en la década siguiente, en los ochenta, el Liceu acogió a una de las más grandes Odabellas que ha habido, ese terremoto que era Ghena Dimitrova. cuánta gente buena ha cantado siempre en Barcelona, oigan.

Tip

Pues claro que no ¿Y la solera que le damos al Foro los veteranos?
Saludos cordiales.

Attila, después de derrotar a las tropas del emperador Romano Valentiniano, marcha sobre Roma, y encuentra en su camino al Papa León, sobre un baldaquino, y precedido de un cortejo de sacerdotes. Leon Magno le exhorta, en nombre de Diós, a detenerse ahí y no penetrar jamás en la ciudad eterna. Attila sufre de improviso una especie de terror religioso hasta ahora desconocido para él.





Este episodio de la obra teatral "Attila, König der Hunnen" de Zacharias Werner, conocido por Verdi a través del resumen contenido en la obra "D'Allemagna" de Madame Stäel, fué el que atrapó el interés del compositor y lo consideró idóneo para ser transformado en un libreto de ópera, con el que cumplir el contrato que había firmado con el empresario Alessandro Lanari. Este hombre gestionaba habitualmente el Teatro della Pergola de Florencia, pero también le eran confiadas otras temporadas de los teatros italianos como Venecia. Verdi era feliz, tanto si la obra terminaba subiendo al escenario de La Fenice de Venecia, ya que había obtenido allí un éxito clamoroso el 9 de marzo de 1844 con Ernani, como si su destino era Florencia, ya que su afán era conquistar una a una las principales plazas musicales italianas. No olvidemos que ya en esa época, Verdi tenía sus primeros contactos con el extranjero, concretamente Londres (cuyo fruto sería I Masnadieri) y París (donde presenta Nabucco en 1845). Precisamente, en carta al editor de la Opera Parisina Leon Escudier, Verdi exclama "Qué estupendo argumento! Qué maravilloso resultaría el Attila en la Gran Opera de París"!) El modelo de la Grand Opera francesa es, a partir de Nabucco y con la única excepción de "I due Foscari" referente constante en el joven Verdi.



Verdi en 1846


Finalmente, Attila, novena ópera de Giuseppe Verdi, se estrenaría en La Fenice de Venecia el día 17 de marzo de 1846 (la composición comenzó el 11 de septiembre de 1845 conforme a las palabras del propio compositor en carta a Andrea Maffei fechada el día 12 de septiembre de ese año "Ieri ho incominciato a scrivere Attila"), donde Verdi contaría con el mismo tenor y soprano que en Ernani (Carlo Guasco y Sophie Loewe) a quiénes se añadieron el barítono Natale Constantini y el gran bajo Ignazio Marini, destinatario del papel titular, único destinado a un bajo-junto a Oberto- en toda la producción Verdiana. En lugar del habitual Ricordi, (editor de las anteriores 8 obras del genio de La Roncole), la obra se confía a uno de sus rivales, Francesco Lucca y, aunque era Piave el encargado del libreto, fué sustiuido por Temistocle Solera, quien, sin embargo se marchó a Madrid y no pudo realizar las correcciones exigidas por el Maestro (ya en esa época minucioso fiscalizador de sus libretos), que fueron confiadas al propio Piave y a Andrea Maffei.



Fachada del Teatro La Fenice de Venecia



El reparto completo del estreno de Attila en Venecia, el día 17 de marzo de 1846 fué el siguiente:


Attila: Ignacio Marini.
Ezio: Natale Costantini.
Foresto: Carlo Guasco
Odabella: Sophie Loewe.
Uldino: Ettore Profili.
Leone: Giuseppe Romanelli.


En la próxima entrega, además del análisis de los personajes y su vocalidad, hablaré de las reacciones y del gran éxito obtenido por la obra, pero no sin adelantar, que el fervor patriótico se desbordó en el dúo entre Attila y Ezio. Cuando el general Romano entona "Avrai tu l'universo resti l'Italia a me", el público gritaba enfervorizado "A noi, a noi, resti L'Italia a noi", si bien como señala Charles Osborne, es difícil pensar que Verdi buscara esplícitamente ese efecto (aunque le viniera muy bien y lo aprovechara, pues Verdi siempre buscó y fué feliz con el favor del público), ya que en el año 454 "L'universo" significaría la península Itálica e "Italia", significaría Roma. Efectivamente, Ezio quiere decir "Te ayudaré en todo lo demás, pero déjame a mí apoderarme de Roma".

He aquí este vibrante e incandescente dúo, un ejemplo señero de aliento, brío y fuego Verdiano, por el sólido bajo búlgaro Nicola Ghiuselev y el barítono Silvano Carroli, uno de los grandes defensores del papel de Ezio con su voz enorme y cuadrafónica junto a sus modos más bien toscos pero flamígeros y desafiantes, que no le van nada mal al general romano.

Muy buen comienzo, Tunner. Muy buen comienzo.

Hay una cosa que no capto del todo:

¿Quieres decir que fue la única vez que Verdi dedicó expresamente un rol de bajo a algún cantante, o que fue la única vez en toda su producción que el protagonista era un bajo?

Por otro lado, es curioso esto:

No sé qué razones habría para cambiar de editor y de libretista. Pero, desde luego, si a alguien tan importante en su ámbito como debía de ser Piave, le van con ésas después de haberle sustituido, me resulta extraño que no le diera con la puerta en las narices a Verdi. ¿Quizá ya para entonces Verdi eran tan sumamente importante que incluso en esas condiciones tan humillantes Piave se sintió obligado a aceptar?

El dúo, vibrante, excelso, maravilloso. Como la ópera entera. Qué estupendas óperas, ésas de juventud que no se consideran tan logradas como las que vinieron después, pero que son maravillas de canto y melodía: Ernani, Nabucco, Attila...

Amigo Loge, paso a contestar tus inquietudes:

En primer lugar, quería decir que Attila era la única ópera de Verdi en que el llamado rol titular (el papel que da título a la ópera) está confiado a un bajo. Lo cual ha sido una columpiada por mi parte, ya que "Oberto Conte di San Bonifacio" también está en ese caso y además, el protagonista del estreno fué el mismo bajo que en Attila: Ignazio Marini. Gracias por hacerme ver "lo scivolo" y paso a rectificar.

En segundo lugar, resulta muy curioso y sorprendente el hecho de que Verdi decida prescindir de Piave y sustituirlo por Solera. El 12 de Abril de 1845 escribe a Piave "Te mando un esbozo del drama de Werner. Contiene momentos magníficos y plenos de efecto. Lee "L'allemagna" de la Stäel. Mi parecer es realizar un prólogo y tres actos. Es necesario alzar el telón ver Aquilea incendiada y con coro del pueblo y coro de los hunos. El pueblo ruega, los hunos amenazan (...) Tenemos tres personajes estupendos... Se puede hacer un gran trabajo y si estudias seriamente, escribirás tu más bello libreto"

Sin embargo, en Junio de 1845, aparta a Piave del trabajo y Verdi decide encargar el libreto a Temistocle Solera (libretista de Oberto, Nabucco, I Lombardi y Giovanna D'Arco), pero en el momento en que Verdi comienza a escribir la música, Solera se marcha a Madrid y no le envia nunca las modificaciones que exige el Maestro. Este recurre a su amigo Piave, que lejos de mandarle a tomar vientos, considera una oportunidad de revancha ante la "calzada" anterior.

De hecho, fue así y Piave salió triunfador: Solera no volvió nunca a colaborar con Verdi, mientras él aportó numerosos libretos al Maestro, entre ellos, hits Verdianos como Rigoletto y Traviata.

Ópera que me interesa muchísimo y de la que no conozco absolutamente nada.
Hasta he estado tentado de ir a Roma pero las fechas me son esquivas.
Creo que mi debut en ese extraordinario hilo que creó Dengakuman (que quien sea lo tenga en su gloria) fue precisamente con esta ópera.

Curioso que se estrenara en Venecia una ópera cuyo protagonista fue el responsable de la fundación de esta ciudad.

Solera se fue a una COINFO en Madrid, con juerga posterior...

Muchas gracias, Tunner. Eres un libro abierto.

Qué hacéis en este hilo que no estáis en el mío?
Hala venga, ya estáis yendo todos