Asunto: Re: Ici, avec vous... Le Grand Opéra! IVAN IV (Pág. 27)
Publicado: 10 Sep 2012 10:48
Solista
Registrado: 23 Oct 2011 20:56 Mensajes: 737
Que a quien se parece Ivan? Pues a mi me parece Felipe II, pero igual podrian ser otros déspotas astutos y habiles para controlar su estado. (ahora que si se parece a alguien de la realidad del foro... es dificil saber, pero comparando estilos, sera... ufff muchas personas de aqui que se dignan de saber mucho de ópera y parecen olvidarse de que hay niveles de acercamiento y apreciacion en un foro libre de expresion sobre el tema )
Asunto: Re: Ici, avec vous... Le Grand Opéra! IVAN IV (Pág. 27)
Publicado: 10 Sep 2012 19:49
Primer atril
Registrado: 30 Sep 2009 20:09 Mensajes: 207
No se ha apuntado una cuestión importante: Bizet compuso "el joven búlgaro" para mezzo, como respeta la grabación de Naïve, pero no la de Emi que, siguiendo a Busser, lo transporta para barítono. Teniendo ambas, me quedo con la de Naïve, a pesar del tenor. El aria de la soprano cantada por June Anderson es quizás la mejor grabación, aunque Micheau y Mula están muy bien.
_________________ Des beaux jours de la jeunesse et du temps qui nous presse, dans une douce ivresse hâtons-nous de jouir!
Asunto: Re: Ici, avec vous... Le Grand Opéra! IVAN IV (Pág. 27)
Publicado: 11 Sep 2012 3:10
Solista
Registrado: 23 Oct 2011 20:56 Mensajes: 737
Nevers escribió:
No se ha apuntado una cuestión importante: Bizet compuso "el joven búlgaro" para mezzo, como respeta la grabación de Naïve, pero no la de Emi que, siguiendo a Busser, lo transporta para barítono. Teniendo ambas, me quedo con la de Naïve, a pesar del tenor. El aria de la soprano cantada por June Anderson es quizás la mejor grabación, aunque Micheau y Mula están muy bien.
Si yo note esa curiosidad del 'joven bulgaro' hecho segun el expositor para SOPRANO, pero cantado por MEZZO (seguramente mas tendiente a soprano que al nivel proximo a contralto), y por TENOR (mencione la identificacion de Michel Senechal que si bien tiene una voz algo imprecisa, comúnmente lo catalogan como tenor), lo del 'BARITONO' no lo ubico (habla de Senechal acaso de nuevo? [él hizo el rol del 'Guardabosques' en una legendaria Rusalka con Flemming y Heppner, y como se sabe el rol es de 'baritono'])
Asunto: Re: Ici, avec vous... Le Grand Opéra! IVAN IV (Pág. 27)
Publicado: 11 Sep 2012 7:14
Div@
Registrado: 12 Ene 2010 18:39 Mensajes: 1806 Ubicación: Zaragoza
7.- Argumento (4/4)
ACTO IV En una habitación contigua a la cámara nupcial, María canta su gran aria, que se resume en dos ideas: “Menudo mirlo blanco he pillado” y “A veces aún me acuerdo de mi patria y mis paisanos, pero… ¡que les den!”. Resulta que al verla ingresar en el convento, el Zar se puso a morir. Ella fue a verle y él, por su sola contemplación, sanó milagrosamente. De alguien tan sensible hay que enamorarse por fuerza. Una hasta se olvida de que ha aniquilado pueblos enteros.
MARIE ¡A veces me parece que mi vida es un sueño! Todo este oro, esta púrpura, ¡son una brillante mentira, un cuadro que el cielo ha hecho para engañarme y que muy pronto una tormenta lo disipará! Cuando la santa Olga me libró de su hermano, él quería morir. Mis sentimientos hacia él se volvieron menor severos. Estaba perdido... ¡cruel recuerdo! Pero me acerqué a su triste lecho, y tras dirigirme una lánguida mirada una pálida sonrisa iluminó su boca. Me tomó la mano, ¡estaba salvado! ¡Yo, la hija de Temrouk, príncipe de Circasia, yo, la Zarina de Rusia! Iván, nuestro enemigo, Iván, nuestro opresor, ¡él es el dueño de mi corazón! Yo amaba nuestras queridas montañas, cuando el día despuntaba en el horizonte. Amaba los juegos de mis compañeros y los atardeceres sobre la hierba. Mi alma era libre y serena, un año me parecía un día, e ignoraba el odio, e ignoraba el amor. Amaba nuestras queridas montañas, cuando el día despuntaba en el horizonte. Amaba los juegos de mis compañeros y los atardeceres sobre la hierba. Me parecía, gran quimera, que ésa era la única felicidad, que en aquellas cimas mi corazón no podría ser más feliz. Cuando al abrigo de una sombra huía al manantial de alegre chorro, con mi padre y mi hermano, ¡qué felices transcurrían mis días! ¡Mi alma era libre y serena, un año me parecía un día! Sí, ignoraba el amor y el odio, ¡un año me parecía un día! ¡Oh, cielo! ¡Qué cambio ha experimentado mi vida! No sé que fuego se ha apoderado de mí: ¡Iván, nuestro opresor, es el dueño de mi corazón! ¡Abandono y me olvido de parientes y patria! ¡Iván, nuestro opresor, es el dueño de mi corazón! ¡Oh, mi Iván, te amo, te amo más que a mí misma! ¡Por ti, a todo he dicho adiós, te amo más que a Dios! ¡Iván, el corazón apasionado de María es tuyo! ¡A ti mi libertad! ¡Iván, a ti mi vida, a ti mi libertad, a ti mi apasionado corazón! ¡A ti mi libertad!
CORO (Fuera del escenario) ¡Ven soberano adorado! ¡Ven, ven cuanto antes! ¡Ven, te están esperando!
Por el otro lado llega Igor, recordando también su patria y su hermana. Y de pronto, la ve plantada en mitad de la habitación. Tras unas formales palabras de reencuentro, el joven confiesa que viene a matar al Zar. Para su asombro, ella se niega: “¿Matar al Zar? No tan deprisa, amigo. ¿Qué pretendes, dejarme viuda? ¡Y sin consumar!”
IGOR Sígueme, no nos demoremos. Un terrible deber me ha traído hasta aquí.
MARÍA ¿Un terrible deber?
IGOR Allá, en el Cáucaso, siguiendo el rito sagrado, lleno de santo éxtasis prometí y juré, en nombre de nuestros antepasados y de nuestro país; en nombre de nuestros santos sacerdotes, juré y prometí... sobre las manos de mi padre, en presencia de Dios, con labios sinceros, juré e hice votos de perseguir sin tregua, de golpear con esta espada, a Iván, nuestro opresor, a Iván, tu secuestrador.
MARÍA ¿A Iván? ¿Atacarlo? ¡Tú! ¡No, no, eso es imposible! ¡No cumplirás ese horrible juramento! ¡Ah! Si todavía mi voz puede conmoverte, Igor, si el nombre de tu hermana está escrito en tu corazón, si deseas mi felicidad como la deseabas ayer, si me amas todavía, ¡ah, respeta su vida! Si el nombre de tu hermana está escrito en tu corazón, ¡ah! si todavía mi voz puede conmoverte, Igor, ¡ah, respeta su vida!
De nuevo, Igor alucina con un miembro de su familia. Increíble: su hermana se ha casado con el tirano. Hay una discusión de las buenas, porque María era modosa en su pueblo, pero hay que ver cómo las gasta desde que es Zarina. Igor se empeña: he jurado matarlo, y te juro que lo mato. Al final, María recurre al recuerdo de la madre, quien, en el lecho de muerte, encomendó a Igor que protegiera y cuidara siempre a su hermana. ¡Toma! Pues ahora que lo dices… Igor cambia de actitud a velocidad de prima de riesgo, baja el puñal y exclama: “¡A mis brazos, María!”
Pero Yorloff, que está al acecho, avisa al Zar y con cinismo supremo le informa de que hay una conjura (la que él mismo dirige) contra su vida. Jugada maestra: Iván no sólo no sospecha del boyardo, sino que cree que le debe la vida. Porque viendo abrazados a los dos hermanos, y sobre todo, viendo el puñal que manejan, no hay quien le convenza de que su esposa no iba a convertirse en una Judith y él en un Holofernes.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
YORLOFF ¡Vedlos!
MARÍA ¡Ah, Iván mío!
IVÁN ¡Atrás!
YORLOFF ¡Su hermano! ¿Quién lo hubiera creído? ¡Si no lo vigilo estrechamente seré yo quien estará perdido!
MARÍA ¡Mi noble esposo!
IVÁN ¡Criminal artificio! Ya mis ojos enamorados estaban medio cerrados... ¡Judith iba a sorprender al adormecido Holofernes! Ya tu cómplice...
MARÍA ¡Es mi hermano!
YORLOFF ¡He aquí el puñal con el que iba a apuñalar al Zar!
IGOR ¡Traición, perfidia!
CORO ¡Traición, perfidia! ¡Detestable atentado!
IGOR ¡Traición! ¡Crimen impío!
MARÍA ¡Toma mi vida por la suya, oh juez temible!
YORLOFF ¡Detestable atentado!
IVÁN (Con voz entrecortada por la emoción) ¡Yo te amaba, oh María! ¡Por ti yo hubiese dado mi corona y mi vida! ¡Yo te amaba y tu lozana belleza desarmaba la furia de mi corazón indómito! Tu dulce mirada disipaba las nubes que, de repente, sobre mi cabeza se extendían; ella calmaba las tormentas que en mi corazón rugían. ¡Oh, servil debilidad, despreciables dolores! Mis ojos vierten lágrimas. ¡Oh, servil debilidad, despreciables dolores! Todos lo veis, me rebajo. ¡Mis ojos vierten lágrimas!
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
MARÍA Mira mi angustia, mira mi dolor, ¡piedad para mi debilidad, no rompas mi corazón! Tú reinas sobre mi alma, dirige hacia mí tus ojos. ¿No soy ya tu mujer? ¿Quién podría amarte más? ¡Iván, contempla mi dolor!
IGOR Un ardor vengativo arde en mi corazón, pero la fuerza me abandona cuando pienso en mi hermana. En vano mi alma evoca a sus antepasados. ¡Oh, fraternal llama que brillas ante mis ojos, sí, tu fulgor debilita mi corazón!
CORO Un ardor vengativo inflama nuestros corazones, pero el Zar ¡oh, debilidad! el Zar vierte lágrimas. Aquél cuya gran alma igualaba a los cielos, tiembla como una mujer y se cubre los ojos. aaaaaaaaa
IVÁN Esta vil debilidad, despreciables dolores. ¡Todos lo veis, me rebajo y mis ojos vierten lágrimas! ¡Despreciable debilidad! ¡Oh, servil dolor! ¡Todos lo veis, me rebajo y mis ojos vierten lágrimas! ¡Yo, cuyo orgullo desafiaba al cielo!
YORLOFF Un ardor vengativo inflama nuestros corazones, pero el Zar ¡oh, debilidad! el Zar vierte lágrimas. Aquél cuya gran alma igualaba a los cielos, ¡gime como una mujer y se cubre los ojos! ¡El Zar gime como un niño!
Por si a Iván le quedaba alguna duda, un oficial informa de que el padre de los jóvenes ha entrado en Moscú con un grupo de circasianos y están sublevando a la población. El Kremlin arde. Iván ordena que los hermanos sean arrestados, pero mientras se los llevan sufre un colapso y parece que se muere. Todos se arrodillan a rezar por el Zar.
ACTO V Junto a los muros de la ciudadela, un oficial conversa con un centinela: Iván ha muerto y Yorloff se ha hecho con el poder. De la rebelión nada se dice, pero es de suponer que ha sido aplastada. Con todo, Temrouk aparece por allí más libre que una paloma y nos informa del resto: María e Igor van a ser ejecutados. El nuevo Zar los condena (hay que ser cínico) por el delito que él mismo ha cometido.
¿Y quién reaparece en escena en ese preciso momento? ¡Iván, que no sólo no ha muerto, sino que ha roto sus grilletes y ha matado a sus guardianes. Los partidarios de Yorloff le persiguen. Suena la campana que anuncia la muerte de Iván. Este sale, acompañado por Temrouk. En la escena final, Yorloff se dispone a presenciar la ejecución de los hermanos chechenos cuando se presenta Iván. El pueblo reconoce a su verdadero rey, quien perdona a los hermanos y envía al boyardo al patíbulo.
MARÍA E IGOR ¡Adiós bella Circasia! ¡Adiós país indómito! ¡Adiós suelo patrio! ¡Adiós techo deshabitado! Partamos, partamos, la muerte nos invita. Partamos, partamos, la muerte es la vida. ¡Es la libertad! ¡Es la libertad!
YORLOFF ¡Arranquémosle antes esa noble insignia, ese círculo imperial cuya frente no es digna de llevar!
IVÁN ¡Sacrílego!
YORLOFF ¡El Zar!
MARÍA ¡Mi esposo!
CORO ¡Cielos! ¡El Zar!
IVÁN ¡Sí! ¡El Zar! ¡Iván el Terrible! ¡Es la ira del cielo que se hace visible para ti! ¡Soy el señor de todos vosotros! ¡Yo te condeno, Yorloff! ¡La sed por la corona te empujó a atacar a tu propio benefactor! ¡Eres el verdadero autor del crimen! ¡Ve a mancillar el cadalso que ellos iban a honrar!
CORO ¡Oh, divina justicia, que el Imperio florezca! ¡Viva la Emperatriz y gloria al Emperador!
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