Durísimas críticas de Justo Romero, en Scherzo, a cuenta del bodrio escénico que han programado en Bayreuth este año para "celebrar" la vuelta del Anillo al teatro de la colina... Ojalá cundiesen (y abundasen) las reseñas de este tipo, hasta el punto de conseguir acabar con los jetas que, como Schwarz, utilizan la Tetralogía para presentar todo tipo de propuestas personalistas y dramaturgias paralelas que no van a ningún lado.

Das Rheingold.
Die Walküre.
Siegfried.
Götterdämmerung.

¡Madre mía! Otro nuevo escándalo... El final de la carrera de este hombre está siendo un verdadero suplicio (para él mismo y para quienes le admiramos en su momento)...

Ya lleva días de andar circulando por este lado del charco, pero no la había publicado para no echar sal a la herida.

Falso o cierto, nadie mejor qué él lo sabrá.

De ser cierto, pues esa parte privada de su vida, como persona pública no le hace nada de bien y debió pensarlo en su momento, como igual con otros señalamientos previos.

Pero lo hecho hecho estaría y es parte de las cosas del ser humano.

Yo tampoco he querido avivar más el fuego, pero aquí ya es noticia nacional por mucho que determinados medios lo traten de tapar. Y a la vejez, viruelas.

https://www.wradio.com.co/2022/08/20/an ... da-de-ana/
Plácido Domingo no está siendo investigado por secta en Argentina: Policía
Ricardo Juri, jefe del Departamento de Trata de Personas de la Policía Federal Argentina, aclaró en los micrófonos de La W que el cantante no tiene nada que ver con el megaoperativo contra una secta en Villa Crespo.

De igual forma, Juri aclaró que “el señor Plácido Domingo no está siendo investigado en esta causa. Simplemente, en el marco de las escuchas telefónicas, surge un contacto específicamente con dos personas que se hacen llamar Mendy y Mariano, quienes están detenidos. Aparentemente, el trato que tendrían con Plácido Domingo está relacionado con la profesión, porque esta gente está vinculada con la profesión de Domingo”.

Agregando que “lo que se interpreta en la investigación es que querían captarlo por medio de la música, sabían que iba a haber un recital en abril y, a raíz de ello, hacen unas diligencias para contactarlo. Se comunica con Mendy, a quien conoce hace muchos años y se habrán encontrado un par de veces.”

Entonces sólo intentaron captarlo? Los titulares son muy sensacionalistas, y no me apetece leerme todas los artículos. Y después de adentrarme en el caso de Woody Allen ya no me creo a la prensa nada.

Aunque algunos/as se rasguen las vestiduras y golpeen el pecho acusando a Domingo de haber violado a medio Buenos Aires y parte del interior; la cosa como mínimo no está clara y como más posible parece que le querían hacer un afeitado cienciólogo estilo porteño.

https://youtu.be/61VTywp5owY

Asi es.
Y como es un tema privado de su comportamiento, que sean en todo caso sus familiares quienes se lo censuren de un modo u otro.
¿ Pagar por " ir de prostitutas"? cuantos lo han hecho y lo hacen ?

La noticia inicial, que los medios han ido suavizando paulatina y significativamente, no era por el simple hecho de "ir de putas", sino por el mucho más grave y delictivo de ser socio y partícipe en un negocio de trata de blancas (aunque sean negras). Como es natural, esto se irá difuminando poco a poco y caerá por su propio peso como lo que es: un infundio malintencionado y perverso, otro intento de poner un clavo más en el ataúd del que fuera ilustre tenor.

A mí no me deja de sorprender -quizás es que soy un ingenuo- que se banalice tanto el ir de putas.

Y a mí que lo de la "presunción de inocencia" brille claramente por su ausencia (me ha salido un pareado), sobre todo cuando se trata de determinadas personas. Y eso que estamos en una sociedad ultrachachiguay, hipergarantista y supermolamazotodoslosderechosquetenemos (pero sólo para algunos, claro)...

Me parece un artículo interesante. Extraído de: https://www.beckmesser.com/placido-bare ... UFqe0ZnJWA

Plácido, Barenboim, Pollini. Momias vivientes

Plácido, Barenboim, Pollini. Bastan estas tres palabras concisas para saber con certeza que se refieren a tres colosos de la música. De su tiempo y de todos los tiempos. Y ahora, los tres ya octogenarios, los tres seria y razonablemente mermados en sus talentos y capacidades, andan estúpidamente empeñados en destrozar sus indestrozables carreras. Más allá de cuestiones de faldas, negocietes o ambiciones, los tres colosos, el cantante, el pianista y el pianista-director, están dando, con su empeño patético de seguir siendo lo que ya no son, la nota que nunca dieron. Es como el que se tiñe el pelo, se pone faja, peluquín y bótox, para tratar de fingir el secreto de la juventud y vivir el espejismo de seguir siendo lo que quizá fueron. ¡Don Hilarión!

No es dinero, protagonismo ni ambición lo que hace que estos recientes octogenarios insulten tan grotescamente sus carreras y el respeto a un público que ya no les aplaude por lo que hacen, sino por lo que fueron. ¿Qué necesidad tenía Pollini de programar en Salzburgo una obra tan imposible para sus actuales circunstancias como la monumental Sonata Hammerklavier? ¿Qué necesidad tiene Plácido de ir arrastrándose por los escenarios y ensombreciendo su propia realidad del ser el tenor más completo de la historia? ¿Qué necesidad tiene Barenboim de andar humillándose ante unos músicos -Filarmónica de Viena, DIVAN- que hasta hace meses le adoraban y ahora sobre todo sienten lástima? Ni es dinero -ya lo han ganado todo y más-, ni menos un reconocimiento del que andan sobrados…

Lo que buscan es lo mismo que el del tinte y los lifting: ¡seguir siendo! No les importa tanto que dentro de 200 años todos les recuerden y estudien en las universidades, sino el empecinamiento en seguir siendo lo que ya no son. La lección de Alfred Brendel, Fischer-Dieskau, Birgit Nilsson, Pilar Lorengar o Yuri Temirkánov -que acaba de colgar los bártulos-, no parece servirles. En lugar de dejar los escenarios con dignidad, cuando su arte y genio aún brillan, con la grandeza de haber sido y seguir eternamente como números unos, precisan la borrachera del aplauso, no ya como reconocimiento a lo que son, sino como si siguieran cantando, tocando o dirigiendo como antaño, como cuando “los años mozos de la juventud”. Optan por ser aplaudidas momias vivientes antes que figuras empeñadas en mantener el nivel de exigencia y excelencia que tanto definió y marcó sus triunfales carreras.

Quien firma estas palabras ha adorado sin reservas a estos tres colosos. Basta la Tosca de Sevilla de 1992, el Tristan de Bayreuth de 1993 o los Estudios de Chopin de los años setenta para justificar está adoración, que resistirá incluso este triste y decepcionante declive, en el que Barenboim hace el ridículo en Salzburgo intentando dirigir casi sin darse cuenta Mi Patria de Smetana o los segundos actos de Sansón y Dalila y Parsifal; Plácido anda mareado con sus asuntos mujeriegos; y Pollini, al borde del ataque cancelando sobre la marcha un recital para el que desde hace años no está en condiciones de afrontar…

La paciencia y generosidad del público y de la crítica tienen un límite. Los tres grandes -Maurizio, Domingo y Daniel- se han pasado siete telediarios al vulnerar el respeto al púbico y a la propia música. Pero, sobre todo, a sus propias grandiosas carreras y talentos. Por fortuna, y pese a estos rossinianos “pecados de la vejez”, dentro de no tantos años esta triste opereta final habrá desaparecido, y en la memoria colectiva solo quedara la ingente labor efectuada por estos tres ancianos colosos, pero que hoy, mu cho mejor harían si se quedaran en sus confortables y espaciosas casas, tocando el piano, canturreando, escuchando una partitura; dando clases magistrales, cursos y conferencias; recibiendo reconocimientos y homenajes entrañables… También disfrutando de una buena siesta, leyendo plácidamente la Prensa y alguna que otra novela…

Pero, como al rey de Torrente Ballester, nadie se atreve a decirles a estos tres poderosos egos la realidad que no pueden seguir en los escenarios. Y no es mal plan la retirada de estos casi eméritos. Y, desde luego, mucho mejor que seguir estrujando sin escrúpulos la maldita gallina de los ¡huevos de oro”. Han transcurrido ya cuatro años de la muerte de Montserrat Caballé y… ¡hoy ya solo se recuerdan sus Adrianas, sus Normas, sus Elisabettas…! Cuando haya terminado el doméstico y humano -demasiado humano- sainete final, las tres momias dejarán de serlo y se convertirán en lo que son: puntales de lo mejor de la gran historia de la música.

Justo Romero

Creo que últimamente se ha publicado un informe que demuestra cómo el Me too fue desde el principio un proyecto de acoso y derribo y no un movimiento de autodefensa.

A mí el artículo del Sr. Romero me parece lleno de mala baba y falta de respeto.
Espero que él, ya cerca de la setentena, se aplique el romance, como le dice Cardona a Don Matías en Doña Francisquita, a la hora de alargar su carrera como juntaletras, bastante lejana por cierto en cuanto a gloria de los tres artistas víctimas de su bilis.
No vaya a convertirse en una momia...

Y hablando de otra cosa. Si aplicáramos en general los mismos estrictos baremos sobre comportamiento con las mujeres y conducta social y personal, habría tantos artistas, incluidos compositores venerados, alguno con colina sagrada, que habría que enterrar...

Espero que no hayan pasado en balde ciento cincuenta años.