GRACIAS. Uno se siente casi intruso de este foro cuando lee un hilo tan enjundioso. Entré hace casi en la misma época en que El Idiota empezó a
reubicarse y aprovecho para decir lo mucho que se ha echado de menos su "metafísica". Creo que lo que plantea -prescindiendo de todas las tramas secundarias que han ido apareciendo- es bastante simple: la referencia artística es siempre la obra y, desde el punto de vista del cantante, su personaje. Seguramente por eso los recitales o los discos de hits se me quedan taaan lejos de cualquier ópera.
Coincido totalmente con el primer post de Mister Tunner, pero en el segundo ya vuelve a las andadas con eso de
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Y si uno oye en un teatro un re bemol sobreagudo en filado perfectamente apoyado y proyectado o una serie de roulades o una escala descendente de emicorcheas precisamente ejecutadas, es arte y con mayúsculas.
Por sí solo, ese sobreagudo es tan artístico como un triple mortal con tirabuzón. (Evidentemente, habrá quien considerará arte esto último.)
Y como me ocurre con frecuencia leyendo a Peter Quint, me habría gustado haber parido frases como:
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Sin corrección en la ejecución no hay músico, sino amateurismo. Si es difícil, ensaya más o no lo hagas. Pero sin concepto tampoco hay músico, sino voz. Y la voz por la voz, en sí, a mí me resultaría insuficiente para adorar la ópera como lo hago (el dominio técnico del uso de la voz he de reconocer que puede llegar a embaucarme mucho, pero la exhibición demagógica de la belleza o la potencia, sinceramente, no).
o:
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Pero mentiría si no confesase que tengo una debilidad absoluta por el músico que se lleva la partitura a casa para estudiar y reflexionar sobre qué quiere contar, de qué medios dispone y cómo quiere contarlo. Sin esa reflexión, el discurso deviene fútil. Porque el hedonismo vocal será música, pero no es arte.
¡Cómo me gustaría tener la pluma de este hombre!
Bueno, no exactamente...