Y para terminar con la pobre Fedora (al menos por mi parte), después de un debate ampliado a temas más grandotes y más difusos, resaltar de nuevo ese timbre incisivo, ese acento "fiero" y ese "decir"
cantando que no se abandona ni en las partes más cantabiles de su papel como puntos sobresalientes de la construcción de un personaje que a mi modo de ver encaja perfecto con las indicaciones sobre el "concepto" del mismo que nos han llegado del propio compositor, en una interpretación calibrada, contextualizada y razonable de sus palabras.
Puntos todos ellos que, a pesar de las exageraciones "veristas" y sonidos espurios de la intérprete, en mi balance global compensan con creces los defectos en tal medida que no consiguen desmerecer mi reconocimiento de su CONCEPTO.
Fine.