Ballet de “Europa riconosciuta”, SalieriCuando el público milanés, tras dos años de destierro al Teatro degli Arcimboldi, volvió a ocupar los asientos de la Scala, el 7 de diciembre de 2004, se encontró con que Riccardo Muti, Diana Damrau, Genia Kühmeier, Désirée Rancatore, Daniela Barcellona y Giuseppe Sabatini les habían preparado la “Europa riconosciuta” de Salieri. Extraño autor y extraña obra, en principio, para una ocasión tan señalada. Pero no tanto (al contrario, una elección muy atinada por motivos sentimentales) si tenemos en cuenta que con esa ópera se había inaugurado, en 1778, el Nuevo Teatro alla Scala, tras el incendio del primero. Y por cierto, no había vuelto a interpretarse desde entonces.
Por su tema, “Europa riconosciuta” se adscribe dentro de los parámetros de la ópera seria, pues cuenta una de esas historias de amores entrecruzados, traiciones, héroes y luchas por el poder en el marco de la Antigüedad clásica, que tanto les gustaba a los cultivadores del género. Sin embargo, hay algunos detalles diferenciadores, como el hecho de que se presencie un asesinato en escena, o que se utilice el llamado “final extendido” en los dos actos, práctica más típica de la opera buffa que de la seria.
Por lo demás, es una delicia escucharla, con unas cuantas arias dificilísimas que requieren una gran habilidad y amplias tesituras, especialmente para Europa y Semele.
Mientras desgranamos el argumento, podemos escuchar el ballet que cierra el Acto I:
Ballet, 1ª parte
http://www.youtube.com/watch?v=ukPVIqas ... AF15B9076DBallet, 2ª parte
http://www.youtube.com/watch?v=yAcFt8Ee ... playnext=2Tras un naufragio, el rey Asterio de Creta arriba a la costa de Tiro junto con su esposa Europa y su hijo. En el diálogo de la primera escena somos informados de hechos que han sucedido antes: Europa de Tiro, hija del rey Agenor, estaba prometida en matrimonio al príncipe Isseo, pero Asterio la secuestró, le obligó a casarse con él y se la llevó a Creta. Perdido el rastro de la hederera, Agenor, al morir, dejó el trono a su sobrina Semele pero con una vengativa condición: que se case con el hombre que mate al primer extranjero que pise Tiro. Enterado de la muerte de Agenor, Asterio acude a Tiro junto con Europa para reclamar el trono, pero la tempestad destroza su flota y sólo llegan a tierra los tres citados.
Ya en el presente, la familia cretense es capturada por el general tirio Egisto, del que sólo por el nombre ya nos figuramos que es el traidor. Mientras tanto, en el palacio real se celebra la última victoria del príncipe Isseo. La reina Semele pretende casarse con él, y ordena convocar al Gran Consejo para anunciarlo. Pero Isseo sigue amando a Europa y rechaza la tentadora oferta de conseguir reina y reino de una tacada. Por si eso no bastase para estropear los planes de Semele, Egisto se presenta en el Consejo y le recuerda que debe casarse con quien mate al primer extranjero. El propio Egisto espera ser ese hombre y el extranjero, obviamente, Asterio, a quien trae encadenado. Pero también trae a Europa, quien deja asombrada a la concurrencia al presentarse como la princesa perdida de Tiro y heredera legítima al trono. Isseo, turbado por la reaparición de su prometida, provoca un estallido de celos en Semele.
El acto II comienza en una prisión, donde Asterio espera la muerte. En un diálogo entre Europa e Isseo, la primera ofrece renunciar al trono a cambio de que Semele salve a su marido y a su hijo. Por otra parte, destroza las ilusiones de Isseo declarándose fiel a su esposo (aunque éste la conquistase a la fuerza) y negándose a fugarse con el príncipe tirio. Este acude ante la reina, le traslada la oferta de abdicación de Europa, y desvela la traición de Egisto, que había intentado apañar la unión y fuga de los antiguos amantes. Semele ordena que se detenga la ejecución y que Egisto sea detenido.
A punto está Asterio de ser ejecutado cuando aparecen las tropas cretenses a las que suponíamos en el fondo del mar, y que ahora llegan como por ensalmo en auxilio de su rey. La lucha con la guardia de Egisto es indecisa, pero mientras tanto llega Isseo con su escuadrón y la balanza se inclina definitivamente. Egisto no se rinde y muere luchando. El pueblo de Tiro proclama reina a Europa, pero ésta, fiel a su promesa, traspasa el trono a Semele, quien acaba casándose con Isseo. Europa se vuelve a Creta con Asterio, que después de tener la vida pendiendo de un hilo para nada, debería irse mascullando “Pues para este viaje...”. Pero no: todos terminan muy contentos diciendo que quien olvida los ultrajes se asemeja en felicidad a los dioses.