Pero la Cascada Paraíso sí existe.

Estoy de acuerdo en que la característica fundamental de la época musical que vivimos (por muchas razones, de las que destacaría la escasez de especialistas para óperas que se han tenido entre las más populares y la tremenda facilidad de acceso a la información que ha posibilitado la multiplicidad de caminos melómanos -cuando los discos son carísimos y en la tienda hay 20 Bohèmes, un Peter Grimes y ningún Billy Budd oirás, sin duda, Bohème; cuando todo es accesible con un solo click lo mismo puedes oír Boris que Albert Herring que Zar und Zimmermann que La scala di seta-) es que el concepto de repertorio ha estallado, o como dirían los queers, el repertorio es performativo. Lo cual nos hace, a un tiempo, libérrimos y relativos, y no sé si siempre somos conscientes del precio de esa relatividad (pues, definitivamente, Dios nos envía a los músicos y el diablo nos envía a sus fans).

Lo que no tengo tan claro es que Adriana Lecouvreur haya sido parte del gran repertorio, aunque le resultara más o menos adyacente. Aunque se "ubique" en un segmento del repertorio históricamente muy querido, creo que su popularidad nunca ha sido dispendiosa (superior a Fedora, sin duda, pero muy inferior, por caso, a Madama Butterfly). Yo creo que es uno de esos títulos que aún puede ser, en cualquier momento, un descubrimiento.

Hasta que cambie el paradigma en el que se cubre y se modifique. Y seguramente no desaparecerá de golpe y porrazo, sinó que como dice Delaforce irá mutando en función del interés de los usuarios.
Parece que hay que recordar que la ópera y el repertorio no nació con nosotros, ni morirá con nosotros, ni es algo fijo e inmutable, ni tendremos los mismos gustos dentro de 30 años.
Que el ego lo tenemos que guardar en el bolsillo, hombre.

sólo esta temporada que empieza hay dos producciones en teatros de primera fila como Roma y el ROH. y dado que Angelita la introduce en su repertorio, tardará poco en llegar al Met.

¿Depende "Hamlet" del interés de los usuarios? Por poner un ejemplo literario.
No lo creo.

Ahí lo ha dado D. Gino. O el Quijote o Las Meninas

El día que llegue ese momento, mejor no estar en este mundo

A ver si alguno piensa que va a poder sacar del repertorio a Traviata o Bohéme... Cómo sino fueran obras maestras y están ahí por moda.

Ya podrán hacer campaña, ya.

Que se amplíe el repertorio. Eso sí y encantado.

Gino ha hecho bien en diferenciar. Y no soy tan relativista para discutirle eso




+1
Sin duda tiene un precio (muchos precios, un día podríamos pensar un hilo). Pero yo lo pago gustoso hasta que me llegue la factura de la tarjeta de crédito

¿He dicho que vaya a desaparecer Hamlet?
De momento parece parte del núcleo potente del cánon, y seguramente no desaparezca. Pero otras sí, seguro.
Y es posible (personalmente no creo que sea probable, aunque para eso que juzguen los que nacieron con el mundo) que incluso Hamlet desaparezca.
Del mismo modo que mutan los valores contínuamente también cambiarán las percepciones respecto el arte. Y eso es así aunque uno sea amante del repertorio.

Sí y al final comer caca será bueno y se pondrá de moda

Entonces no estamos hablando del canon.

Que el cánon muta no me lo invento yo, faltaría más. Pero ya me callo, no vaya a ser que terminemos comiendo caca

Muy interesante, porque das en el corazón.
Y desgraciadamente tengo que decir que sí: que Shakespeare depende, literalmente, del interés de los usuarios.
Una historia de la recepción de la obra de Shakespeare puede ser muy ilustrativa al respecto: desde los tijeretazos y el final feliz de King Lear a convertirse en ejemplo de lo que no hay que hacer por bárbaro en la Francia de Corneille...
Shakespeare siempre ha dependido del interés de los usuarios, como todo.

El canon seguirá siempre que haya quien lo defienda y lo abrillante. Y en tanto que se establece con criterios ideales y de calidad, sigue un proceso acumulativo. No hay más que ver cómo se ha desarrollado el canon occidental desde el siglo XVI (pero insisto, occidental y desde el siglo XVI, en un mundo de referencias culturales e intertextualidad dominado por la limitación: ¿en qué queda todo esto en un mundo de conexiones ilimitadas? El conocimiento es olvido, ¿pero qué canon puede haber en un mundo donde cada vez es más difícil saber qué olvidar?).

El repertorio de ópera tiene otras características, y no siempre se rige por criterios ideales (o no exclusivamente). Es más complejo y por ello más cambiante. Las Soledades de Góngora no desaparecerán del Canon, pero no se venden como Dan Brown. Si hiceran falta 2 millones de euros para que 5.000 personas la leyeran, obviamente no tendría nada que hacer con el último de Dan Brown. De todos modos, los cambios en el repertorio son lentos, y Tunner tendrá tiempo (y seguramente ganas) de adaptarse a lo que venga.

Caray, pero estamos confundiendo información con experiencia estética.
De la misma forma que mezclamos la imposibilidad de poner en pie un repertorio de ópera (por inexistencia de los medios adecuados) con su valor artístico.
Cosas de la posmodernidad.

Es un poco difícil pensar en lo que ha sido olvidado, porque simplemente desaparece, pero recordemos que Spontini era un dios en su día y que Meyerbeer era otro.
Ubi sunt?
Monteverdi no existió para nadie durante los siglos XVIII y XIX, y a algunos nos parece uno de los pilares del género.
Efectivamente, el canon lo escribimos cada día en arena.

Brillante.

Entonces ¿el siglo XXI es queer, la Historia se ha vuelto queer, la ópera es queer y el desafío de nuestro tiempo es sobrevivir a la paradoja de poder ser cualquier cosa mientras se combate el riesgo de no terminar siendo nada?

(Y, recuerden, todo esto viene de Adriana Lecouvreur. A ver cuándo Meistersinger acaba generando semejante debate sobre la perdurabilidad de las culturas y las identidades )