Tunner trajo a Francesca
Después, Delaforce nos presentó a CECILIA
Con Gerardo vino
CONCHITAY hoy, Loge trae a este hilo a…
GLORIAde Francesco Cilea
Con el estreno de “Adriana Lecouvreur” (1902) Cilea llegó a lo más alto de su carrera operística. Ya estaba en la cresta de la ola, y debió de pensar que con su siguiente producción, “Gloria”, esa ola se haría aún mayor. “Más grande será la caída”, dice un proverbio de algún sitio, y así le sucedió a Cilea: estrenada el 15 de abril de 1907 en la Scala, con la dirección musical de Toscanini, resultó un fiasco y tuvo que retirarse al cabo de… ¡dos! representaciones.
No he encontrado qué cantantes la estrenaron, pero no me extraña: ante semejante éxito, hasta Toscanini hubiera hecho borrar su nombre, si hubiera podido. Tampoco he encontrado noticias de otros estrenos o representaciones.
Y en cuanto a grabaciones, éstas son las dos que conozco. Si hay otras, solicito se pronuncien los más abyectos del lugar.
Youtubes, el que pongo del Acto I. Y ni siquiera en Spotify la tenemos completa; tan sólo el “O mia cuna fiorita” de la soprano (Acto II) que, eso sí, está en tres versiones.
Para Cilea, la decepción fue tan grande que se alejó de la ópera; continuó componiendo música instrumental y revisando obras anteriores (de la propia “Gloria” preparó una segunda versión, estrenada en 1932, que no tuvo mejor fortuna que la primera), pero nunca más escribió otra ópera. (Mientras redactaba esto he caído en la cuenta de que tres óperas llevo presentadas, y las tres han sido la última de sus respectivos autores. Juro que no lo hago a propósito, pero podría decir que las obras que aporto, más que finiseculares son finicompositoriales)
Vamos ya con el argumento, sin más dilación que la necesaria para recordar que el libreto es de Arturo Colautti (el mismo que le había escrito el de “Adriana Lecouvreur”, así como “Fedora” para Giordano)
Argumento:
“Gloria” está dividida en tres actos, a pesar de lo cual no es una ópera larga (102 minutos en la versión de que dispongo)
Acto ISiena, siglo XV. El Acto I comienza con la inauguración de una fuente monumental en la plaza principal de la ciudad, que supongo que será ésta, la Fonte Gaia, en la Piazza dei Campi:
En ese momento, Siena está sitiada por un ejército de exiliados, pero la ocasión es tan festiva que las autoridades sienesas han autorizado a entrar en la ciudad a los sitiadores (desarmados, claro; que si no, vaya caballo de Troya. Pero aún así…) para que celebren la inauguración junto con los paisanos, debiendo retirarse al atardecer. De hecho, la obra empieza con el heraldo que lee el bando en el que se concede dicho pase. Acogiéndose al permiso, entran los sitiadores, entre los que se encuentra Lionetto De’ Ricci. En el otro bando, el de los sieneses sitiados, destaca Aquilante De’ Bardi, uno de los notables de la ciudad. Aquilante ha venido al evento acompañado por sus hijos, Bardo y Gloria, y es mirar ésta a Lionetto, y que Lionetto la mire a ella y… ¡patapaf! Flechazo.
Ella le ofrece una bebida (quizá agua de la fuente, que para eso está recién inaugurada), pero Bardo, viendo a su hermana hablar con un extranjero, viene a informarse fehacientemente, y en menos de lo que cuesta decirlo le pregunta quién es, de dónde viene, adónde va, de qué contrada es socio y cuál es su número de DNI. Lionetto le larga una triste historia sobre su familia, que podremos escuchar a Flaviano Labò en una grabación de 1969. “Storia ho di sangue!”:
http://www.youtube.com/watch?v=B4_wtZgYic0Al oirla, Aquilante, que también se ha acercado, reconoce al hijo del cabecilla que hace algún tiempo había entregado Montalcino (un pueblo cercano). Los nobles le insultan, pero Lionetto jura que su padre fue solamente una víctima del odio entre facciones. Después de su alegato, Gloria canta este bello pasaje:
Vergine d'astriAquilante restaura el orden, pero cuando llega el momento en que los exiliados tienen que irse, Lionetto se niega, a menos que el patricio acceda a entregarle a Gloria en matrimonio, como precio por la paz. Aquilante, Bardo, y los demás nobles protestan indignados, mientras que los plebeyos defienden a Lionetto. En el momento de máxima tensión, Lionetto deja caer su capa, revelando que va armado y que lleva la insignia imperial: en realidad, es Fortebrando, el famoso capitán de los Gibelinos. Los anfitriones se disponen a detenerlo, pero en ese momento, todos los compañeros de Lionetto-Fortebrando desenvainan la espada que llevaban oculta (menudo paquete le debió de caer al encargado de registrarles) y se monta una refriega en la que el sitiador consigue secuestrar a Gloria y escapar, mientras que Bardo resulta herido; es de suponer que levemente, porque reaparece en el Acto II más sano que una manzana.
¡Atención! Me dicen por el pinganillo que Carsen acaba de hacer un montaje de “Gloria”, ambientándola en “una época más reciente”, y que disponemos del comienzo y del final del acto:
Comienzo:http://www.youtube.com/watch?v=Va0UXGx4GUAFinal:http://www.youtube.com/watch?v=mrBU65zqGpcActo IIVemos a Gloria en las habitaciones en que Lionetto, que sigue dedicado a sitiar Siena, la ha dejado recluida como rehén. Gloria es despertada por el estruendo de la batalla y teme por su familia y su ciudad. La vigilante que le han asignado le recuerda que está en su mano el acabar con el conflicto aceptando el amor de Lionetto. Gloria se siente atraída por él, pero sus sentimientos están divididos a causa de la lealtad hacia su pueblo. Ocasión estupenda para recordar lo feliz que era de niña en el aria que tal vez sea lo más conocido de la ópera:
O mia cuna fioritaEntra Bardo, el hermano de Gloria, quien disfrazado de mercader ha logrado infiltrarse en los aposentos del enemigo. La acusa de traición y de ser responsable de la muerte de su padre, que ha caído en la batalla. Gloria proclama su inocencia y su intención de sacrificarse para salvar a Siena. Bardo le tiende un puñal, urgiéndole a vengar al padre matando a Fortebrando. Ella, horrorizada con la idea de la sangre, rechaza el puñal pero accede a matar a Lionetto dándole un veneno que verterá en una copa de vino. Escuchemos el dúo y así oímos la voz del tercer papel importante, el del barítono:
Dúo de Gloria y Bardo.mp3(Observad cómo al principio remarca el patetismo con los metales, luego con los golpes de timbal de 2.34, después con la cuerdas, hasta los tutti orquestales a partir de 5.20. Me ha parecido de una abyección graciosa y deliciosa al mismo tiempo)Sale Bardo y entra Lionetto (no se cruzan en la puerta gracias a que Cilea encaja aquí un pequeño intermezzo de minuto y medio entre la marcha de uno y la llegada del otro). Respetuosamente, se arrodilla ante ella y rompe su espada: a causa de su amor, ha ordenado levantar el sitio. Gloria le corresponde, pero recordando la promesa hecha al hermano, amaga con tomar ella misma la copa envenenada. Lionetto se anticipa, tira la copa y la obliga a admitir que le ama.
Acto IIITras un interesante intermezzo, el Acto III empieza con la boda de Gloria y Lionetto en la capilla familiar de los Bardi. Bardo se queda en segundo plano, junto a la tumba de su padre, donde se le van uniendo otros nobles mientras se canta el Magnificat. Tras la ceremonia, Lionetto se aproxima para abrazar a su cuñado. De repente, éste saca una daga de debajo de la capa (qué manía) y apuñala a Lionetto, tras lo cual intenta arrastrar a Gloria con él. Este pasaje es para regodearse con los espeluznantes "Ah, traditori!", "Mooooore!", "La mia vendetta è compiuta!", "All'arme!, all'arme!" y otras exclamaciones varias. Gloria está fuera de sí, desesperada por lo sucedido. Sólo el sonido de la reavivada batalla que llega desde fuera hace salir a Bardo, dejando solos a los recién casados.
Magnificat y puñalada trapera a LionettoLionetto agoniza pero, como es muy educado, no se va de ningún sitio sin despedirse; así que lanza su última aria de adiós al mundo y a su novia, y, ahora ya sí, se muere del todo. Gloria levanta el puñal, se lo clava en el pecho, y cae muerta sobre el cuerpo de su marido. Y aunque el dúo es bastante abyecto, con los suspiros de ambos y los gritos de ella, el último minuto es sorprendentemente antiabyecto: sobre el tema del Magnificat, lenta, dulcemente, la música se extingue poco a poco... ¿Verista?
FinalY el caso es que me ha gustado. ¿Es muy grave lo mío?