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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 24 Dic 2012 8:35 
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Y por supuesto, si alguien quiere tener la versión de la que dispongo yo, o el libreto en italiano que he entresacado de la partitura (de la que faltan una media docena de páginas), ya sabéis que sólo hay que silbar.


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 24 Dic 2012 8:45 
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IL GRILLO DEL FOCOLARE
de
Riccardo Zandonai (3/4)

ACTO II

Tal día como hoy, víspera de Navidad. En una habitación humildísima, Berta está vistiendo muñecas y cantando melancólicamente a un amor que, por el momento queda desconocido para nosotros pero en este mismo acto sabremos de quién se trata.


BERTA
Lungi! Ah, lungi, sul l’ali del vento
un mio sogno gentil s’involò
nel mio cuore. Ora più non lo sento,
forse a un altro lontan lo portò.
Ma sul’ali del vento, un messaggio
misterioso al mio cuore arrivò,
circonfuso d’un dolce miraggio
che una dolce speranza avvivò...
Ohimè, come turbata mi sento!
Se è il mio sogno che torna non so,
o se è quello che il perfido vento
in un giorno di Maggio portò!

(Con grande sentimento)

Chi sei mai tu, ch’io penso in quest’ora?
Chi sei tu, che mi pensi laggiù?
Oh, mio ignoto,
il mio cor non t’ignora!
Il mio cuore lo sa, che sei Tu!
Che sei Tu!
BERTA
¡Lejos, lejos, en las alas del viento
un gentil sueño se introdujo
en mi corazón. Ahora ya no lo siento,
quizá a otro, lejos, lo llevó.
Pero en las alas del viento, un mensaje
misterioso llegó a mi corazón,
revestido de una dulce ilusión
que una dulce esperanza avivò...
¡Oh, qué turbada me siento!
No sé si es mi sueño que vuelve,
o si es aquello que el pérfido viento
se llevó un día de mayo!

(Con gran sentimiento)

¿Quién eres tú, que pienso en ti ahora?
¿Quién eres, que me acuerdo de ti?
¡Oh, mi desconocido,
mi corazón no te ignora!
¡Mi corazón sabe quién eres!
¡Sabe quién eres!


La habitación está junto al almacén de Tackleton, que se vislumbra a través de una puerta vidriada. A ruegos de su hija ciega, Caleb le vuelve a describir la casa como si fuera amplia y acogedora. La joven se imagina las cosas que no puede ver, y es hasta feliz: “e benedico il ciel che ha fatto tante cose belle, e voi, si buono, che obliar mi fate di non poter vederle!”

Empiezan a llegar los comensales, y todo lo que sucede a partir de ahora hasta el final del Acto es tan realista, que podría suceder esta noche en cualquiera de nuestras casas:

Los saludos:
DOT
Buona sera, Caleb!
Mia cara Berta!
(La bacia e si mette a discorrere con lei, mentre si toglie cappello e mantello)


Los invitados trayendo comida y bebida:
JOHN
(Con un panière di provvigioni sotto il braccio)
Dove metto il paniere?


El anfitrión protestando cortésmente:
CALEB
Eh! Ma che avete portato?
Da sfamare un reggimento!


Y, sobre todo, que, como vamos a comprobar, la comida termina como el rosario de la aurora. :alicia: ¿Puede haber algo más verista?

Con la llegada de Tackleton y May ya están todos. El único personaje ausente es Edward, que se debe de estar pelando de frío con la rasca que hace afuera. Tackleton comenta su boda con May, lo que pilla desprevenida a Berta, que no sabía nada. La chica sufre por su hermano, viendo que, con la defección de la novia, ya sólo quedan ella y su padre para mantener viva la memoria de Edward. Todos se sientan a comer. Y con las viandas y los brindis empieza a enrarecerse el ambiente. Dot lanza una pulla a May. Tackleton se la devuelve brindando por los ausentes y, en concreto, por el viejo vagabundo, mientras ríe torvamente. Dot detiene la estocada y reacciona diciendo que bebe por los que se fueron a buscar fortuna, pero no por los demás. Y ya cuesta abajo y sin frenos, ante la estupefacción de los demás, lanza a May una serie de indirectas que la novia no puede ignorar. Oigamos esa escena:


JOHN
Ed ora, ai vostri posti!

(Tutti prendono posto attorno alla tavola)

Prima il pudding!

(Egli da fuoco al pudding)

Questa fiamma gioconda
È un presagio ridente!
Ogni cor lo asseconda col suo voto
più ardente!

CALEB
Bravo, John! Viva John!

TACKLETON
Viva John!

DOT
(Fissando May)
Questa fiamma gioconda
altre fiamme ridesta,
se nell’ombra profonda
la scintilla ne resta!

(Passando un platto col pudding fiammante a May,
e con ironia)

Per May Fiedling la fiamma
e quest’altra allo sposo

(passando altro platto a Tackleton)

dell’ardor che li infiamma
sia l’augurio amoroso!

JOHN
(Sottovoce)
Dot, che dici?

MAY
(Turbata)
Che intendo?

TACKLETON
Or sturiam le bottiglie.

(Sturando e versando prima a Dot, poi a May,
indi agli altri)

Prima a voi!
Per voi questa, o mia dolce compagna!

(Rivolgendosi a Dot con finta, maligna bonarietà)

Ed or, Madama, se lo permettete,
un brindisi portar voglio agli assenti.
È un ghiribizzo che mi salta!
Bevo ai vecchi amici, e bevo...
Ai vecchi viaggiatori!

(Sghignazzando)

Ah, ah, ah, ah!

JOHN
Che intendete dir?

TACKLETON
Nulla so io!
Ah, ah, ah, ah!

DOT
Il brindisi mi garba.
E bevo anch’io,
bevo agli assenti,
a color che un dì partirono
lieto di speme il cor,
pieno d’amore, lungi, lungi,
a cercar la lor fortuna!
E bevo ai cor fedeli
che non sanno obliare
e che liattesero fidenti
e saldi al sacro giuramento.

(Deponendo con forza il bicchiere)

Ed agli altri non bevo!

(May, molto commosa, si asciuga
furtivamente le lagrime)

JOHN
Dot, te ne prego!

CALEB
Male scelta è quest’ora...

TACKLETON
(Furioso, fra sè)
Chi per ultimo ride, ride bene.
Attendi un po’ colomba mia!

DOT
(A John e a Caleb)
Oh, lasciate mi dir!
Molti son morti di color che partirono,
ma forse qualcun vive e rammenta.

(Alzandosi e guardando sempre May)

Forse qualcun sospinto
al desiato ostel
dall’amore non vinto
del suo cuore fedel,
forse qualcun sul mare
ora la vela tende
verso le spiaggie care,
verso chi non l’attende!
Oh, ma il vento non freme
come freme il suo ardor!
Su la vela non preme,
come preme al suo cor!
E forse è giunto,
forse in questo stesso istante
alla sua casa accorse
questo fedele amante
e vuota la trovò!

MAY, BERTA, JOHN Y CALEB
Dot! Dot!

DOT
No, Il brindisi è finito
e depongo il bicchier.
Tregua alle vane lusinghe.
JOHN
¡Y ahora, todo el mundo a su sitio!

(Todos se sientan a la mesa)

¡Primero el pudding!

(Pone el pudding al fuego)

¡Esta alegre llama
es un sonriente presagio!
¡Que todos los corazones lo secunden
con su más ardiente deseo!

CALEB
¡Bravo, John! ¡Viva John!

TACKLETON
¡Viva John!

DOT
(Mirando fijamente a May)
¡Esta alegre llama
puede despertar otra antigua llama,
con tal que en la profunda sombra
la chispa permanezca!

(Pasando un plato con el pudding llameante a May,
y con ironia)

Para May Fiedling la llama,
y esta otra para el esposo.

(Pasando otro plato a Tackleton)

¡Que sea augurio amoroso
del ardor que les inflama!

JOHN
(En voz baja)
Dot, ¿qué dices?

MAY
(Turbada)
¿Qué oigo?

TACKLETON
Y ahora, abramos las botellas.

(Abre y sirve primero a Dot, luego a May,
y después a los demás)

¡Primero a usted!
¡Y luego a ti, oh dulce compañía!

(Volviéndose hacia Dot con finginda y maligna bondad)

Y ahora, señora, si lo permitís,
quiero brindar por los ausentes.
¡Es un capricho que se me ha ocurrido!
Bebo por los viejos amigos, y bebo...
¡por los viejos vagabundos!

(Ríe sarcásticamente)

¡Ja, ja, ja, ja!

JOHN
¿Qué queréis decir?

TACKLETON
¡Yo no sé nada!
¡Ja, ja, ja, ja!

DOT
Me gusta el brindis.
Y yo también bebo,
bebo por los ausentes,
¡por aquellos que un día partieron
lleno de esperanza el corazón,
lleno de amor, lejos, lejos,
en busca de fortuna!
Y bebo por los corazones fieles
que no saben olvidar
a quienes prometieron fidelidad
y confían en el sacro juramento.

(Bajando con fuerza el vaso)

¡Y por los demás no bebo!

(May, muy emocionada, se enjuga furtivamente
las lágrimas)

JOHN
¡Dot, por favor!

CALEB
Mal momento ha elegido...

TACKLETON
(Furioso, para sí)
Quien ríe el último, ríe mejor.
¡Espera un poco, paloma!

DOT
(A John y a Caleb)
¡Oh, dejad que me explique!
Muchos de los que partieron han muerto,
pero alguno quizá aún vive y recuerda.

(Se levanta y mira a May)

¡Quizá alguno fue empujado
al deseado lugar
del amor nunca vencido
de su corazón fiel,
quizá alguno hincha las velas
sobre el mar
hacia las queridas costas,
hacia quien no le espera!
¡Oh, no se estremece el viento
como se estremece su ardor!
¡La vela no se oprime
como se oprime su corazón!
¡Y quizá esté cerca,
quizá en este mismo instante
este fiel amante
acuda corriendo a su casa
y la encuentre vacía!

MAY, BERTA, JOHN Y CALEB
¡Dot! ¡Dot!

DOT
No, he terminado el brindis
y bajo el vaso.
Basta de fingidos halagos.


Las campanas de Devonshire, sonando a lo lejos, interrumpen la escena y rebajan la tensión. Los hombres se van a fumar al almacén, circunstancia que aprovechan Dot y Berta para sacarle los colores a May por haber olvidado a su novio para casarse con un hombre que le dobla la edad. Berta, además, revela que se ha enamorado de Tackleton y sale de la habitación. En su defensa, May alega ante Dot que la boda se la ha impuesto su madre. Al oírlo, Dot llama a Edward y los amantes, reencontrados, deciden anticiparse a Tackleton: si la boda de éste está prevista para el día siguiente a las once, Edward y May se casarán a las diez.

Tackleton llama a su prometida desde el almacén. May acude, y Dot queda a solas con Edward. Para agradecer lo que ha hecho por él, abraza a Dot... y Tackleton los ve. Inmediatamente avisa a John, quien llega a tiempo de ver escapar al supuesto viejo vagabundo. Corroído por la mala baba de las insinuaciones de Tackleton, que parecen confirmadas por lo que acaba de ver, John acusa de infiel a su mujer y sale, desesperado, sin que valgan de nada las protestas de inocencia de Dot, Berta y May.


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 25 Dic 2012 10:37 
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IL GRILLO DEL FOCOLARE
de
Riccardo Zandonai (4/4)

ACTO III

El día de Navidad, un rato antes de las once. O sea, más o menos, a estas horas. :D

Tras un sombrío preludio vemos la misma sala, en la casa de Dot y John, que sirvió de escenario al primer acto. Zandonai regala al personaje de John la intervención solista más amplia, impresionante y, por qué no decirlo, abyecta de la ópera. En ella, el cochero lamenta la situación a la que ha llegado. En tres partes bien diferenciadas, la música describe los estados de ánimo por los que va pasando: primero, cuando siente el corazón traspasado de dolor por el engaño de su mujer, es lúgubre y apasionada. Después agitada y amenazante, acompañando sus ansias de venganza, que le llevan a descolgar la escopeta de la pared. Está a punto de salir a cometer una locura, cuando el canto del grillo le detiene. Tras un instante de conversación con el animal, la nube que tenía ante los ojos desaparece y deja el arma en el suelo. “Canta y háblame de ella”, le pide. Y ese momento de sosiego trae una melodía lírica y tierna.



JOHN
Una prova! Una prova!
E non l’ho forse, ohimè, la prova?
Non l’ho vista forse?
Lei, la mia Dot,
lei sì soave e pura,
chè tale io la credeva
ella mentiva!
Il suo dolce sorriso,
i suoi leggiadri teneri vezzi
e le carezze e il baci,
tutto menzogna!
L’idolo adorato ch’era il cor del mio cor,
l’anima mia, è infranto,
e infranta è insieme la mia vita!

(Cade singhiozzando sulla sedia.
Rialzandosi, accigliato, cupo)

Ma quell’uom, chi sarà?
Stolido, io giaccio qui, singhiozzando
come un bimbo imbelle,
e forse egli sogghigna al pianto mio!
Oh, tregua al vano delirare.
L’ora d’agire è questa.

(Con veemenza, minaccioso)

E tu, straniero infame,
ladro dell’amor mio,
d’ogni mia gioia,
tu, che hai fatto di me
l’uom disperato ch’io sono,
trema! Sí, trema per te!

(Stacca il fucile dalla parete e fa per uscire. Il grillo si mette a cantare, e John, quasi malgrado suo, si ferma)

Che vuole ancor costui?
“Fermati”, sembra ch’ei dica.
E perche far?
Per ascoltar le tue nenie mendaci?
Ah, ti fai beffe dunque di me,
com’ella stessa? Prendi!

(Afferra un oggetto qualunque dal camino
e lo scaglia sul focolare)

Tace! Ch’io l’abbia ucciso?
Oh, che silenzio in questa stanza!
Fredda, fredda mi sembra e vuota
di tutto quanto amai!

(Depone il fucile e si avvicina al camino)

Canta ancor, picciol grillo,
parla ancora di lei, di il suo nome,
sì, dillo se fedel tu le sei!
Fa ch’io senta il tuo canto
di mia angoscia in quest’ora,
in quest’ora di pianto!
Per pietà, canta ancora, canta ancor!

(Il grillo riprende a cantare)

Sì..., sì... T’intendo, oh, canta!
Sì, sì... le vedo passar laggiù lontan,
le Dot dell’altra sera.
Sorridon tutte, e sono tutte belle,
tutte pure e fedeli!
Oh Dot! Oh Dot!
Che mai facesti, oh Dot!
JOHN
¡Una prueba, una prueba!
¿Es que no tengo la prueba?
¿Acaso no la he visto?
¡Ella, mi Dot,
ella, suave y pura,
que así yo la creía,
ella me mentía!
¡Su dulce sonrisa,
sus costumbres graciosas y tiernas,
las caricias y los besos,
todo era mentira!
¡El ídolo adorado de mi corazón,
de mi alma, está roto,
y rota está toda mi vida!

(Cae sollozando sobre la silla.
Luego se levanta, ceñudo y sombrío)

Pero aquel hombre, ¿quién será?
¡Estúpido, yo yazgo aquí, sollozando
como un niño cobarde, cuando ellos
estarán burlándose de mi llanto!
¡Oh, basta de delirar en vano!
Es la hora de actuar.

(Con vehemencia, amenazante)

Y tú, extranjero infame,
ladrón de mi amor,
de toda mi alegría,
tú, que me has convertido
en un hombre desesperado,
¡teme! ¡Sí, teme por ti!

(Descuelga el fusil de la pared y va a salir. El grillo empieza a cantar, y John, de mala gana, se detiene)

¿Y tú qué quieres?
“Detente”, parece decir.
¿Y para qué?
¿Para oir tus cantos mendaces?
¡Ah! ¿Tú también te ríes de mí,
como ella? ¡Pues toma!

(Agarra un objeto de la chimenea
y lo arroja al hogar)

¡Calla! ¿Yo lo hubiera matado?
¡Oh, qué silenciosa está la sala!
¡Fría, fría me parece, y vacía
de todo cuanto amé!

(Baja el fusil y se acerca a la chimenea)

Sigue cantando, pequeño grillo,
háblame de ella, de su nombre...
¡Sí, dímelo, si eres fiel!
¡Haz que sienta tu canto
de mi angustia en esta hora,
en esta hora de llanto!
¡Por piedad, canta, sigue cantando!

(El grillo vuelve a cantar)

Sí..., sí... ¡Te escucho, oh, canta!
¡Sí, veo pasar allí lejos,
las Dots de la otra noche!
Todas sonríen, y todas son bonitas,
todas puras y fieles!
¡Oh, Dot! ¡Oh, Dot!
¡Qué has hecho, Dot!


Entra Tackleton, vestido de novio. Antes de ir a la iglesia, donde ha de casarse dentro de una hora, ha decidido pasar por casa de John para hurgar en la herida. Le dice que, desde hacía tiempo, ya sospechaba de Dot. Pero John reacciona de manera imprevista: “¡Al que hable mal de Dot lo estrangulo con mis propias manos!”. Tackleton no lo entiende. El buen cochero ha reflexionado y ha llegado a una dolorosa conclusión:
JOHN
Erò indegno di lei,
io uomo usato
nei volgari travagli dell’esistenza!
Lei, così bella e fragile,
nella mia rozza man di carrettiere!
Oh, la compiango!
Immagino tutto quanto soffrì,
tutto il suo lungo segreto dolorar!
Io, sì, l’amavo!
Oh, gran merito il mio!
Povera scusa!
Chi non l’avria adorata?
JOHN
¡Era indigno de ella,
yo, un hombre deteriorado
con los vulgares trabajos de la vida!
¡Ella, tan bonita y frágil,
en las rudas manos de un cochero!
¡Oh, la compadezco!
Imagino cuánto ha sufrido,
¡y el dolor de guardar su secreto!
Yo, sí, la amaba.
¡Menudo mérito el mío!
¡Qué pobre argumento!
¿Y quién no la hubiera adorado?


En el colmo de la desolación, John se culpa a sí mismo de todo lo sucedido. Tackleton, a quien no le gusta el sesgo que ha tomado la conversación, recuerda entonces lo que tiene que hacer esa mañana y se va. John le acompaña.

Entra Dot. E inmediatamente llaman a la puerta Caleb y Berta. Tras un breve intercambio de frases, Dot decide que ya está bien de tener engañada a la joven ciega, y para terror de su padre, le cuenta la verdad sobre su mísero estado. Berta, comprendiendo la buena intención de Caleb, le perdona. Hecha esta buena acción, Dot acomete la siguiente: les anuncia que cuando el reloj dé la hora, llegará un misterioso huésped. Este no es otro que Edward, que viene acompañado de May, ya convertidos en esposos.

Edward se da a conocer a su padre y hermana, y les anuncia que se acabaron las privaciones, pues ha vuelto rico. Cuando John regresa, el propio Edward le cuenta la verdad: no había ningún viejo vagabundo, y todo lo ocurrido se ha debido a la ayuda que le ha prestado Dot. Avergonzado, John pide perdón a su mujer y la reconciliación es inmediata. En esto aparece de nuevo Tackleton, sofocado porque ha venido corriendo. ¡Viene a buscar a May, pues ya son las once y llegan tarde a la iglesia! El tunante se queda pasmado cuando se entera por la propia May de que hace una hora que ya es la esposa de otro. Berta, enamorada aún de Tackleton, acude a consolarle.

Con todo aclarado y los personajes felices (Tackleton no tanto, pero los cariños de Berta permiten entrever que ahí se cuece algo que también va a llegar a buen puerto), suena un himno procedente de la iglesia:

CORO
Nato è Gesù. Gloria al Signor nei Cieli
e pace agli uomini sopra la terra.
Osanna, osanna, osanna, osanna!
È il Natale! Il Natal!
CORO
¡Jesús ha nacido! ¡Gloria al Señor en el cielo
y paz a los hombres en la tierra.
¡Hosanna, hosanna, hosanna, hosanna!
¡Es Navidad! ¡Navidadl!


¡Felices fiestas a todos, y que el espíritu navideño os ayude, al menos durante estos días, a arrinconar los problemas y las preocupaciones!


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 25 Dic 2012 12:45 
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Magnífica exposición, Loge. Eres el Messi del foro, :D.
:aplauso: :aplauso:


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 25 Dic 2012 13:34 
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Gracias, Gerardo. Volveremos en Año Nuevo con una ópera radicalmente distinta. :wink:


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 30 Dic 2012 12:07 
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Mister Foro 2010
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Mientras llega el año nuevo podemos escuchar el programa de Ars canendi del pasado día 9 de los corrientes, Verismo en vena. Declamando con dolore.

Por cierto, mira que habré escuchado veces la versión de Fleta, que como dice Reverter muestra todo el dolor del mundo en el comienzo, pero es que se me siguen poniendo los pelos como escarpias. :aplauso:


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 30 Dic 2012 20:09 
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¡Qué magnífico desfile de monstruos del canto! El título, tomado de la indicación de Leoncavallo, muy acertado: "Declamando con dolore". El presentador parece que también lo hace.

Gracias por el regalo, Gerardo. :nw:


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 30 Dic 2012 20:34 
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¡Qué extraordinario programa el de Reverter...! Lo seguí desde el principio, sin faltar un solo día, hasta el año..., hasta el año... Bueno, no recuerdo ahora hasta cuándo fue exactamente, pero sí al menos cuatro o cinco años. Lo que ocurre es que se terminó convirtiendo casi en una obligación semanal --¡¡como está siendo tan longevo!!--, y claro...

De todas formas, ahora con los podcasts todo es mucho más cómodo. Lástima que en la página web de Radio Clásica no se hayan incluido todos los programas desde el comienzo (al menos eso creo)...

_________________
"Tornate all'antico e sarà un progresso" (Giuseppe Verdi, compositor y genio).

Esto y otras muchas cosas más en Desde el Nibelheim


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 31 Dic 2012 16:35 
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Están disponibles los últimos 174 programas.

Y qué mejor que despedir este abyecto 2012 que escuchando el Addio alla mamma de Cavalleria Rusticana de Repulsivo Mascagni. Cinco tenores, cinco, nos ofrecen su respectiva versión de esta Cumbre Abyecta: Beniamino Gigli, Mario Gilion, Plácido Domingo, Mario del Monaco y Jussi Björling. Bueno, en realidad quien canta la tercera versión no es Plácido Domingo, sino Giuseppe Giacomini. En cualquier caso Reverter le atiza fuerte y flojo, :lol:. Magnífico Gigli, por cierto, :aplauso:.

Ars canendi - Despedidas


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 01 Ene 2013 11:42 
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]¡FELIZ 2013!


Decía en el post anterior que nuestra siguiente obra iba a ser muy distinta, y me refería con ello a que si “Il grillo del focolare” es absolutamente verista, la segunda ópera de nuestro griego abyecto, que veremos hoy, desborda de magia, milagros y fantasía. En lo que se parecen es en que en ambas hay nieve.


FLORA MIRABILIS
de
Spiro Samaras

Se estrenó en Milán a mediados de 1886. Unos dicen que en mayo, otros que en junio. La fecha que me parece más probable, aunque sólo sea porque la he visto repetida más veces, es la del 16 de mayo. En Grecia, se estrenó en Corfú el 2 de mayo de 1889, con éxito atronador. Los aplausos y vítores entusiastas (“¡Hurra Samara! ¡Viva el compositor de las flores!”) obligaron al compositor a salir a saludar después de cada acto. En Atenas se estrenó a finales de ese mismo año de 1889. Después se vio en Colonia y Viena (1893), y se tradujo al francés.
El libreto, de Ferdinando Fontana, se puede leer en italiano aquí: http://www.terzakis.com/data/1979/mirab ... ABILIS.pdf

La historia tiene algunos puntos de contacto con “Turandot”: una princesa frígida, un padre que sufre por el carácter de su hija, un pretendiente anterior muerto (aunque de manera muy distinta a como caen en la obra de Puccini), un tenor que cuando consigue vencer la resistencia de la chica pasa a ser él quien pone los obstáculos, y un coro final cantando al amor de forma parecida (“Día sin sol es la vida sin amor” –Samaras- / “Luz del mundo es el amor” –Puccini-). La diferencia es que aquí, en vez de enigmas hay milagros.

Bueno, y que en vez de en China estamos en Suecia (en el siglo XV), que para los frioleros puede ser una diferencia importante.


Primer acto
En la sala del castillo, el Príncipe de Orebro (bajo) expresa ante su hija Lidia (soprano) la tristeza que siente por ver cómo pasan los años y ella no accede a casarse con nadie. Esa actitud ya le ha valido el odio de su antiguo amigo, el Conde de Adelfiord, al suicidarse su hijo Vilfrido por el rechazo de la joven. Las esperanzas del Príncipe se reducen ahora a que Valdo, un huérfano al que ha criado como a un hijo y que regresa victorioso de la guerra, consiga hacerle cambiar de opinión. Lidia reitera que para ella el amor es un yugo al que no piensa someterse bajo ningún concepto.

Al llegar, Valdo (tenor) se declara, pero Lidia se burla de él con una canción según la cual el Amor es el dios de los locos: promete felicidad, pero sólo trae angustias y amarguras. Ante la insistencia del joven, Lidia le propone un pacto. O más bien un milagro: “¿Ves la llanura nevada que se extiende ante el castillo? Si mañana a estas horas tu dios del amor lo ha convertido en un jardín florido, me caso contigo.” El Duque lamenta la estupidez de su hija, y los demás su intransigencia. Se van todos, excepto Valdo, que se queda cantando amargamente: “O sole della vita”


Aria de Valdo: O sole della vita. Zachos Terzakis (Tenor) y Nikos Kyriosoglou (Piano)


VALDO
O sole della vita, o giovinezza,
or per me più non brilli il tuo sorriso...
Io rassomiglio a un albero reciso
e il verde delle fronde più non vo’
Coll’anima ricolma d’amarezza
e la menzogna in fronte io non vivrò…
La mia suprema illusion si spezza
ed io con lei, senza esitar, morrò.
VALDO
¡Oh sol de la vida, oh juventud!
Para mí ya no brillará más tu sonrisa.
Soy como un árbol cortado,
y el verde de los bosques ya no deseo.
No podré vivir con el alma llena de amargura
y la mentira en la frente…
Mi suprema ilusión salta en pedazos
y yo con ella, sin dudar, moriré.


Cuando va a retirarse sale a su encuentro el Conde de Adelfiord, quien le asegura que tiene el medio para superar la prueba impuesta por Lidia: una rama de palo de rosa con la cual Valdo hará brotar flores allí donde toque. Pero el Conde le advierte que cuando ella se rinda y se le entregue, será el corazón del propio Valdo el que se congelará y dejará de amarla. Valdo no cree posible esto último y acepta la ayuda del Conde.

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Segundo acto
Al día siguiente, Lidia exige ver el jardín prometido. Ante sus ojos y los de sus amigas, Valdo convierte la nieve en flores y plantas. “El poder del amor”, dice él quitándose importancia, como si lo hiciera todos los días. Impresionada, Lidia cumple su parte del acuerdo y se le entrega: “Il mio signor tu sei, seguirti io vo’”. Las flores recién nacidas se animan con una danza, que escuchamos a continuación.

Danza de las flores. Philharmonic society of Corfu

Dúo de amor entre Valdo y Lidia. De pronto, el joven parece despertar de un sueño. “¡Lidia! ¿Qué haces encima de mí? ¿Te has vuelto loca?” La predicción (y la venganza) del Conde se cumple: Valdo rechaza a Lidia, que por mucho que ruega no consigue nada y acaba sacando la conclusión de que todo ha sido una treta para devolverle la humillación. Ahora es ella la que sufre por amor, pero cuando Valdo le saca a colación el affaire Vilfrido, se desespera e invoca la muerte. Para mayor escarnio, Valdo repite la canción de “El Amor es el dios de los locos” y se va con el Conde, que ha presenciado oculto toda la escena frotándose las manos por el placer de la venganza. (O tal vez por el frío)

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Las flores mágicas desaparecen y Lidia se desmaya. Se oyen unas voces a lo lejos. Son las del Duque y sus sirvientes, que han salido a buscar a la joven. Cuando la encuentran, ésta revive, pero ha enloquecido. Confunde a su padre con su hermano y ella misma, creyendo que la nieve de su cabeza son canas, se cree anciana. Todos lloran ante la calamidad que se ha abatido sobre la joven.


Tercer acto
Viéndose próximo a la muerte, el Conde de Adelfior se arrepiente de sus actos. Sus últimos días transcurrirán lamentando el daño que ha causado. El Príncipe le suplica que rompa el hechizo, pero el Conde, muy a su pesar, no puede hacer nada. Entonces cuenta su historia. Cuando su hijo murió lo enterró junto a un rosal, que no floreció al llegar el mes de mayo. Los gnomos le dijeron que el espíritu de Vilfrido se aplacaría, y por tanto el rosal daría flores, sólo cuando Lidia sufriera el dolor de amar sin ser amada. Y hasta que eso sucediera, le concedieron al Conde la rama de rosal para que pudiera realizar portentos.

El Príncipe se desgañita invocando al espíritu de Vilfredo para que perdone la ofensa, pero el rosal sigue sin florecer. Hasta que aparece Valdo cantando “Día sin sol es la vida sin amor. Mejor morir que ser amado y no amar. ¡Lidia! ¡Lidia! ¿Dónde estás?” Lidia lo oye y vuelve en sí. Ahora sí: el rosal florece. El coro final canta “¡Día sin sol es la vida sin amor!”


No hay grabación, que yo sepa. No se debió de aprovechar la ocasión cuando en 1979 la Orquesta y Coros de la Opera Nacional de Grecia representaron la obra con Zachos Terzakis (Valdo), Barbara Gkavakou (Lidia), Andreas Couloumbis (Conde de Adelfior) y Francis Voutsinos (Príncipe Oebro) Lo único que he encontrado de esa ocasión son las fotos que ilustran el argumento.

En 2011 se interpretó en versión con piano, donde Zachos Terzakis repitió como Valdo, Sophia Cianuro cantó el rol de Lidia, Coop Ciro dio vida al atormentado Conde de Adelfior y Dimitris Kasioumis al Príncipe de Orebro. El pianista fue Nick Kyriosoglou. Naturalmente, es de ahí de donde sale el youtube con el aria “O sole della vita”


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 01 Ene 2013 12:07 
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Gerardo Rosvaenge escribió:
Magnífica exposición, Loge. Eres el Messi del foro, :D


Messi es feo y bajito.

Loge es un señor... Como Cristiano!

Hala Loge!!!

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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 01 Ene 2013 13:37 
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Loge escribió:
Se van todos, excepto Valdo, que se queda cantando amargamente: “O sole della vita”

Qué aria tan magnífica. Lástima que Terzakis la destroce de esa manera. Supongo que la grabación le pilla ya muy mayor (he esuchado cantado por él el terrible di rigori y lo destroza también, pero menos, :lol:). Y mira que los griegos han tenido magníficos tenores, como Vasso Argyris, Antonis Delendas, Nicola Filacuridi, el notablemente abyecto Zannis Kambanis, que tenía un squillo portentoso, Georgios Kokolios, Dimitrios Krionas, Ulysses Lappas, Costa Milona -el Caruso de bolsillo-, Nicolas Moraitis, Thanos Petrakis, Kostas Petropoulos, Paulos Raptis, el gran Cristy Solari, Dimitris Stefanou, que tenía un cañón (y cantó de hecho en escena Flora Mirabilis) o el prácticamente desconocido Kostas Trogadis ... ninguno se ha dignado a grabar el fragmento, :cry:.



Y qué bonita, por cierto, la portada del libreto, Loge.
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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 01 Ene 2013 15:24 
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Muy esforzado Loge.

La partes orquestales de esta opera se perdieron con el bombardeo y posterior incendio de la sede de los archivos de la Casa Musicale Sonzogno, (como la mitad de las obras escénicas de Samaras y de tantos otros compositores coetáneos). Solo Medgè, La Martire, La Biondinetta (Storia d´amore), Rhea y Mademosielle de Belle-Isle fueron salvadas de la catástrofe en su entereza. De todas ellas existe una grabación más o menos completa que puedo facilitar a quien me contacte privadamente, (con excepción de Medgè). También dispongo de grabación de los dos primeros actos más o menos completos de esta Flora Mirabilis, (ensayo general de las representaciones de Atenas, 1979), si bien conviene considerar que la obra fue reorquestada ex profeso para la ocasión. Saludos.


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 01 Ene 2013 22:36 
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Div@
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Registrado: 12 Ene 2010 18:39
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Ubicación: Zaragoza
Juanete escribió:
Gerardo Rosvaenge escribió:
Magnífica exposición, Loge. Eres el Messi del foro, :D


Messi es feo y bajito.

Loge es un señor... Como Cristiano!

Hala Loge!!!

Bueno, yo soy merengón, pero conociendo las filias futboleras de Gerardo, comprendo que ha buscado hacerme el mejor elogio posible. Lo mismo por su parte, Juanete. Así que muchas gracias a ambos. :graciasgracias:

La portada es preciosa, Gerardo. Aprovecha la parte "floral" del título para hacer una bonita composición. Hay una página, giannischicchi.com o algo así, que tiene una sección dedicada a libretos históricos (a precio de oro en algunos casos), en la que creo recordar que hay algunas portadas igual de bonitas. Ya buscaré con algo más de tiempo el nombre exacto de esa página.

lordalfred, ¡qué bien que reaparezca por aqui! Gracias por su siempre valiosa información. :nw: Por supuesto, contactaré con usted, ya que me interesan esos dos primeros actos orquestados. En cuanto a las otras obras que ha mencionado de Samaras, tengo grabaciones de Madamigella di Belle Isle (Atenas 94) Biondinetta (Sofia 98), Rhea (Atenas 04) y La Martyre. Si le parece, comentamos por privado si coinciden.

Salvo impedimentos de fuerza mayor, tengo prevista una pequeña presentación de "Biondinetta" hacia finales de marzo.


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 Asunto: Re: Opera Abyecta (y, a veces, hasta finisecular)
NotaPublicado: 01 Ene 2013 22:48 
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Mister Foro 2010
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Registrado: 14 Jul 2007 10:33
Mensajes: 8710
Ubicación: Madrid
lordalfred escribió:
La partes orquestales de esta opera se perdieron con el bombardeo y posterior incendio de la sede de los archivos de la Casa Musicale Sonzogno


¡Lordalfred! ¡Qué alegría volver a verle por aquí! ¿No se anima usted a presentar aquí esa OMA -Obra Maestra Absoluta- que es la Parisina de Mascagni de la que es usted un gran conocedor? Sí, sé que es tarea ardua, y ninguno de nosotros ha tenido coj*nes para hacerlo, pero por pedir que no quede ...


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