En otro hilo, a partir de la grabación discográfica de "Artaserse" de Vinci, Siddharta escribió hace unos días, refiriéndose a la(s) cuerda(s) de contratenor/sopranista tal y como se entienden hoy:
Siddharta escribió:
Es posible que esta grabación sea la feliz culminación técnica de 30 años de construcción de una cuerda (dos, en realidad) fascinante. Tres voces tan distintas como las de Cencic, Jaroussky y el fenómeno Fagioli, llevando las posibilidades vocales de una técnica de canto hasta límites insospechados por pioneros como Deller, Kowalski o Scholl.
Quisiera someter a debate, desde esta reflexión, hasta qué punto la aparición (o normalización) de la(s) cuerda(s) de contratenor/sopranista ha(n) modificado
positivamente o no la manera de entender o interpretar ciertas óperas. ¿Es una mejora el uso de contratenores? ¿Estábamos mejor sin ellos? ¿Realmente es un recurso historicista más válido que usar a una señora? ¿Es lógico que sustituyan de alguna manera a los castrati?
Opinemos...