CUATRO POEMAS HINDÚES DE M. DELAGE
Bueno, pues después de la excelente presentación de Elvira, y con una obra mucho menos impactante que la suya, me toca el turno a mi y como mañana tengo un día peliagudo la cuelgo ya
Este año me vuelvo a decantar por presentaros una canción, más bien, en este caso, un conjunto de cuatro canciones que forman un todo, un pequeño ciclo. Las he elegido porque son parte de ese legado que nos han dejado aquellos compositores que sin ser muy conocidos han cultivado este género vocal con una delicadeza y una belleza que merece ser recordada.
Es sabido la atracción que a principios del s. XX sintió el mundo occidental, sobre todo un grupo de intelectuales europeos, hacia la cultura oriental. En todas las artes se notó esta influencia en menor mayor grado. La música tampoco fue ajena a esta tendencia. Ahí tenemos el mismo Puccini con sus óperas Madama Butterfly o Turandot. También los compositores franceses se sintieron atraídos por esas melodías que tanto tenían que ver con la naturaleza y el impresionismo cromático de las pinturas. Entre ellos había un compositor no muy conocido, Maurice Delage (1879-1961). En siguientes post conoceremos un poco más de la biografía y obra de este autor. Quedémosnos ahora sólo con que fue alumno de Ravel pero se considera que el compositor que más le influyó fue Debussy. A raíz de un viaje con sus padres a India a Japón quedó impresión con la música de estas culturas, especialmente la hindú. De ahí surgieron estos "Quatre poèmes hindoes" (cuatro poemas hindúes) que vamos a disfrutar esta semana.
Comenzaremos con la audición del poema-chanson más largo, el segundo del grupo. Es el dedicado a Lahore. El bello, aunque convencional, poema se ve musicado con una exquisita composición donde
"la scordatura del cello, los adornos y los glissandi provocan un timbre, un continuum de alturas y un color microtonal como los de una grabación de 1905 de Imdad Khan de la que Delage transcribió algunos pasajes". Destacaría también las coloraturas que a modo de filigranas bellas y exuberantes completan el texto".
Lahore: Une sapin isolé
Un sapin isolé se dresse sur une montagne
Aride du Nord. Il sommeille.
La glace et la neige l'environne
D'un manteau blanc.
Il rêve d'un palmier qui là-bas
Dans l'Orient lointain se désole,
Solitaire et taciturne,
Sur la pente de son rocher brûlant.
Lahore: Un abeto solitario
Un abeto solitario se yergue sobre una
árida montaña del Norte. Duerme.
La nieve y el hielo lo envuelven
con su blanco manto
Sueña con una palmera
que en el Oriente lejano pena,
sola y callada,
en una pared ardiente y rocosa.
Este texto es de Heinrich Heine traducido al francés por Nerval Gérard (1808-1855) seudónimo de Gérard Labrunie.
La primera interpretación que vamos a escuchar está a cargo de Felicitty Lott. Está extraordinaria cantante, especialista en la chanson francesa nos despliega toda una gama de tonalidades que resaltan la belleza del texto y se adecuan perfectamente a la melodía. Impecables las coloraturas que, como ya dijimos, adornan la composición. Le acompañan Armin Jordan con la Kammerensemble de Paris.
Lahore Lott
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