Spinoza escribió:
Pero, don Gualtier, que lo cortés no quita lo valiente. Que alguien fuera una estrella y cosechara éxitos por doquier, que alguien se labrara una carrera longeva, etc., todo ello no es argumento para colegir nada acerca de sus virtudes canoras, que es lo que se tercia aquí.
No es un argumento definitivo, pero ante ese tipo de evidencia uno se tiene que empezar a preguntar con cierta humildad si hay algo que uno no está entendiendo de un determinado artista. A mí hay artistas muy respetados que no me llegan y a quienes critico, pero no por eso pienso que no valen nada.
Spinoza escribió:
Huelga decir que conocía los datos que señala en mayúsculas, como si fuesen desconocidos para la mayoría, a tenor de los cuales le diré que sigo pensando que el salto mediático que experimenta Gobbi es notable desde su maridaje escénico y discográfico con Callas y cia. Y no pasa nada, ni es bueno ni es malo, es un hecho. A día de hoy, el aficionado medio no suele reparar en Gobbi si no es a renglón seguido de un registro de Callas, me temo.
Estimado Spinoza, lo invito a un análisis de la cronología de funciones dadas por Gobbi para comprobar que, ya para 1953, cuando se produce el primer registro discográfico de Gobbi en compañía de Callas, Tito Gobbi era un barítono famoso. Es decir, la ecuación funciona al revés: Gobbi grabó porque ya era famoso, no se hizo famoso porque grabó con Callas (aunque por supuesto eso consolida aún más su puesto en la historia).
En cuanto a lo que conoce o no un aficionado medio, creo que no es lo que se discute (pues mi interés en esta discusión se ha centrado en la repercusión y éxito que tuvo Gobbi durante su carrera, que fue enorme). Pero si usted me pregunta, todo aficionado medio que conozco sabe perfectamente quien es Gobbi, y no lo califica precisamente como "ese señor, el que grababa con Callas". Habría que definir, en todo caso, si usted y yo tenemos el mismo concepto de aficionado medio.
Spinoza escribió:
Pero todo ello podría quedar en un segundo plano: ya sabemos que las historias públicas de los cantantes poco tienen que ver, a la postre, con su calidad artística. En el fondo lo de menos, en este caso como en el de Domingo como en mil otros, donde siempre reaparecen estos argumentos, lo de menos, decía, es el número de años que estuvieron en activo, el número de roles que cantaron, el número de discos que grabaron. Lo que nos permite calibrar el buen hacer de un cantante de ópera es su trabajo con una partitura. Ni más ni menos. Luego hay mil añadiduras, pero la ópera es canto y cuando el canto falla, lo demás no puede suplir esas carencias básicas. Y ese es el caso de Gobbi: un actor resultón, capaz de entonar con facilidad, con un acento más o menos genuino, pero ni de lejos un gran cantante de ópera, le pese a quien le pese.
Le insisto en que sí conviene analizar el historial de un cantante. Porque el calibrar el buen hacer de un cantante tiene parámetros objetivos, pero también entran en juego muchos factores subjetivos. Tan es así, que el concepto que usted tiene de Gobbi no es exactamente el mismo que yo tengo (o el que muchos otros tienen). Y viceversa.
Que Gobbi hubiera tenido tanto éxito y repercusión es algo que debería poner a pensar a los que dicen que era una basura (lo mismo vale para los detractores de Domingo, o de cualquier otro cantante).
Spinoza escribió:
Ah, y lo que me parece de juzgado de guardia es hablar de sus Iagos, Rigolettos, Posas y Boccanegras como intersantísimos. Ahí sí que ya no entiendo nada. Pase con Scarpia, pase con Schicchi, pase (aunque no debiera) con Falstaff, pero con los grandes roles de barítono verdiano, ahí sí que no hay por dónde cogerlo, por favor...
Antes de señalar mi opinión como de "juzgado de guardia", le llamo (sin mala uva) a que tenga la humildad de reconocer que mi opinión en torno a este punto no es aislada. Y que aún si lo fuera, merece un poquito de respeto.