Muy lejos de la lectura de Otto Klemperer, mi versión de cabecera pero muy interesante (1975).

Una obra que he ido entendiendo y apreciando con el tiempo. Claro que hay que conocer y disfrutar las versiones de los clásicos, Dietrich Fischer-Dieskau por encima de todos, pero esta es conmovedora.

Un Talvela ya cincuentón cantando, ¡y de qué manera! los Cantos y danzas de la muerte, de Modest Mussorgsky. En este repertorio el bajo finlandés está en su salsa.

Disfrutando de estas amables piezas folclóricas finlandesas en la voz de este grande.

Lo suyo es, dicho con todos lo respetos, una obsesión en toda regla; yo diría que casi digna de hacérsela mirar...

De acuerdo. En cualquier caso, que conste que cada dos años más o menos me dedico durante un mes a escuchar mucho de lo que tengo del bajo y ahora estoy en esa fase, casi terminando. pero sí, no me extraña que le extrañe.

¿Ah, pero no lo tiene TODO?

Aun me falta una versión de Prodana nevesta, de Smetana (DVD), bajo la dirección de James Levine y una grabación de canciones finesas infantiles, además de que estoy seguro que por los mundos oscuros andarán otras grabaciones que desconozco. Espero cerrar el círculo un año de estos.

Y para redondear la curiosidad del señor Abdallo, domina el idioma del señor Talvela?

No todas esas grabaciones son agradecidas con traducciones cuando menos al inglés. O se contenta con su canto?

Todos tenemos nuestras obsesiones.

Recién me llegó una cajita triple con tenores británicos de las primeras décadas del siglo veinte, en la mayoría de casos canciones.

Los de las notas se dejan decir que no adjuntan los textos, pues la mayoría de los mismos se entienden y solo adjuntan unos cuantos que son en dilectos.

Pero a decir verdad, no todo se entiende fácilmente a pesar de que son cantadas en inglés, por lo que hay dejarse llevar nada más por el canto, el timbre y la emoción o falta de ella que se palpen.

Ahora me imagino en finlandés.

Tres obras sinfónicas del prolijo -exageradamente prolijo- Leif Segerstam. La tercera obra, la que motiva su adquisición es el Monumental Thoughts Martti Talvela in Memorian (1989), es decir, una especie de pieza sinfónica de diecinueve minutos de duración en homenaje al entonces recién fallecido bajo. Una obra solo para amantes de las estéticas densamente modernas. La grabación es live y corresponde al estreno de la obra en Copenhage el 7 de mayo del año mencionado.

Continuo con el descubrimiento de la obra operística y la que no de Paul Dessau. Muy interesante el In memoriam Berthold Brecht.