Elvira escribió:
En fin... gracias por el miniciclo
Pues hoy empezamos otro.
Entre 1925 y 1926, Ravel compuso un pequeño ciclo de canciones, al que tituló “Trois chansons madécasses”, sobre poemas de Evariste Désiré Parny. Este autor del siglo XVIII había traducido al francés algunos textos tradicionales de la Isla Borbón. Esta es una pequeña isla en el Océano Indico, a la que la Convención decidió en 1793 cambiarle el nombre a causa, como podéis suponer, de las reminiscencias del Antiguo Régimen que traía lo de “Isla Borbón”, y le pusieron el de “Isla Reunión”, que es como ahora conocemos a ese lugar tan turístico, y que, con su denominación actual, ya somos capaces de ubicar al Este de Madagascar. Pues bien, “madécasses” significa precisamente “malgache”, que es como se denomina a los habitantes de ese país, del que, curiosamente, los pingüinos se han erigido casi en representantes internacionales.
Aunque Ravel las pensó inicialmente con el convencional acompañamiento de piano, acabó dotando a las “Tres canciones madécasses” de una instrumentación peculiar: piano, flauta y violoncello. Y ello debido a que así se lo pidió la dedicataria, una mecenas americana llamada Elizabeth Sprague-Coolidge. No es un acompañamiento que intente remedar sonoridades orquestales, sino, más bien, una especie de música de cámara en la que la voz juega el papel de instrumento principal.
Como curiosidad, señalar el que el día del estreno en Roma (8 de mayo de 1926) quien tocaba el piano era Alfredo Casella, autor que hemos tenido recientemente en este hilo con otro pequeño y surrealista ciclo.
Escuchamos hoy la primera de estas tres canciones, “Nahandove”, interpretada por Raina Kabaivanska en una grabación realizada en 1998, con Gianni Biocotino (flauta), Vincenzo Taroni (cello) y Arnold Bosman (piano)
Ravel. Nahandove (Nº 1 de “Trois chansons madécasses, Op 78).Raina KabaivanskaHabla del encuentro entre el poeta y la bella Nahandove, y es curioso el estilo, porque alterna los pasajes de estilo directo (“Ella viene. Reconozco su respiración precipitada”) con otros en plan comentario. Consta de cuatro partes, referidas cada una a los acontecimientos evocados, con un clima musical diferente, que viene dado por los medios rítmicos y tímbricos de cada parte. Así, en primer lugar tenemos un dúo contrapuntístico entre la voz y el violoncello. En la segunda parte, la llegada de la amada se presenta con los timbres del piano y de la flauta, creando un efecto de precipitación del paso y de la pasión. En la tercera, la atmósfera cambia (tonalidad de fa sostenido mayor, ritmo de 6/8) para acompañar al diálogo amoroso. Y se termina en la mayor, con calma y melancolía, recuperando mediante las alusiones modales el episodio de espera del comienzo.
Texto:
Nahandove, ô belle Nahandove!
L'oiseau nocturne a commencé ses cris,
la pleine lune brille sur ma tête,
et la rosée naissante humecte mes cheveux.
Voici l'heure: qui peut t'arrêter,
Nahahndove, ô belle Nahandove!
Le lit de feuilles est préparé;
je l'ai parsemé de fleurs et d'herbes odoriférantes;
il est digne de tes charmes.
Nahandove, ô belle Nahandove!
Elle vient. J'ai reconnu la respiration
précipitée que donne une marche rapide;
j'entends le froissement de la pagne qui l'enveloppe;
c'est elle, c'est Nahandove, la belle Nahandove!
Reprends haleine, ma jeune amie;
repose-toi sur mes genoux.
Que ton regard est enchanteur!
Que le mouvement de ton sein est vif et délicieux
sous la main qui le presse!
Tu souris, Nahandove, ô belle Nahandove!
Tes baisers pénètrent jusqu'à l'âme;
tes caresses brûlent tous mes sens;
arrête, ou je vais mourir.
Meurt-on de volupté,
Nahandove, ô belle Nahandove?
Le plaisir passe comme un éclair.
Ta douce haleine s'affaiblit,
tes yeux humides se referment,
ta tête se penche mollement,
et tes transports s'éteignent dans la langueur.
Jamais tu ne fus si belle,
Nahandove, ô belle Nahandove! [...]
Tu pars, et je vais languir dans les regrets et les désirs.
Je languirai jusqu'au soir.
Tu reviendras ce soir,
Nahandove, ô belle Nahandove!