El viernes tuve ocasión de conocer a unos cuantos grandes: Jansons, Concertgebouw, Janine y buena parte de la sección zaragozana del foro.
Sería muy osado hacer una crónica con mis limitados conocimientos, así que solo dejo algunas impresiones:
El programa es un catálogo de casi todo lo que debe hacer bien una orquesta de primera fila: empaste, versatilidad y redondez, armonía, contrapunto, melodía y ritmo, dinámicas extremas. En todos esos apartados, sobresaliente. ¡Qué manera de apianar las trompas y las cuerdas al final del segundo movimiento de Sibelius!
Todas las secciones,
. Mi momento favorito fueron las variaciones centrales del pasacaglia brahmsiano protagonizadas por las maderas. ¡Dios bendito, lo que hace la señorita con la flauta! (aquí se lo pongo a huevo a Gino).
No tuve la suerte de otros
con la Jansen, pero sí puedo hablar del jefe. Lo ví más expresivo, afable y distendido de los que me imaginaba. Su lectura tiene esa virtud de algunos grandes artistas que consiste en ser capaz de conmover sin ser efusivo, de emocionar con la pura belleza estética, no sé si me explico. Creo que el secreto está en sacar el máximo de posibilidades expresivas
a la partitura. Seguro que a alguno le parecerá conservadurismo y exceso de contención; a mí me sugiere la palabra honestidad.
Janine Jansen es una virtuosa, pero una virtuosa
entregada. Admiró y conmovió a partes iguales. Y sí, seguramente también "está buena".
P.S.: ¡Qué rabia perderme a los berlineses! Va a ser un duelo por todo lo alto.
Nota al margen: alguna conocida suele
reprocharme el machismo de mis orquestas favoritas.
Pecadores: las mujeres del Concertgebouw nos redimirán.