He aprovechado mis vacaciones italianas para ver esta ópera en la última de las representaciones en el impresionante escenario romano.

Para empezar, la acústica amplificada correctamente. De lo mejor que he escuchado en conciertos u ópera al aire libre (uno no es nada amigo de la amplificación, pero fue bastante decente).

Escenografía, figurines y puesta en escena, a cargo de Renzo Giacchieri, muy tradicional. Se dieron algunos momentos visualmente interesantes.

La dirección musical de Fabrizio Maria Carminati correcta... sin más. La orquesta y coro de la Ópera de Roma, aceptables, sin estridencias: ni desastroso ni sublime.

Los cantantes: Amarilli Nizza (Cio Cio San). No la conocía. Correcta. Ajustada como cantante y discreta como actriz. De lo mejor de la noche.

Renata Lamanda (Suzuki). Aceptable. Buenos dúos con Butterfly.

Paolo Coni (Sharpless). Seguro y sobrado. Quien tuvo retuvo...

Walter Borin (Pinkerton). Flojísimo. El personaje (que por lo visto ha interpretado ya numerosas veces) le viene grande por todos lados. Agudos forzados y gritados, desafinaciones, linea de canto inexistente... No entiendo como ciertos cantantes tan llenos de limitaciones pueden hacer una carrera internacional medianamente estimable.

A pesar de Borin, una noche muy agradable en Roma.

Ya avisó nuestro compañero Hektor_FanCallas.