Poco que añadir a lo que dice Cyrano. Una gran velada de lied. A mi me pasa con el lied una cosa, y es que me emociona a veces más que la ópera.
Eso me paso el martes noche. Y fueron las piezas de Schubert las que me emocionaron al extremo.
Gretchen am Spinnrade y
Nachstück fueron para mí los hitos de la noche. La Meier sabe ponerle la dosis adecuada de sentimiento sin llegar a ser exagerada.
Pero me reitero en mi desagrado por la segunda parte, los cuatro últimos lieder. No tiene Meier voz para cantarlos por dos razones: por un lado la zona aguda, que no es que le salga especialmente bien. Por otro lado requieren una cierta mayor flexibilidad en la voz. Acusé algún defecto a la hora de plegar la voz y apianarla. Además, en
September, rascó la voz y se quedo un poco paralizada, debiendo continuar a marchas forzadas.
En los bises, Um Ewigen Liebe, de Brahms, y Abschied, de Wolf, fueron espectaculares. El primero de los citados es uno de mis lieder preferidos, y fue especialmente emotivo.
En resumen, una noche con sus luces y sus sombras, pero de la cual la sensación general fue la de haber asistido a una velada de las que hacen época en Sevilla.
PD: Efectivamente, cantó una pieza más de las programadas en la primera parte: Dedicatoria, de Schubert
PD2. Crónica rosa-social: Dejaba mucho que desear su estilismo