Hoy es el día. En su edición de hoy "LNE" publica esta entrevista:
El teatro Campoamor acoge hoy, a partir de las ocho de la tarde, el debut en Asturias de uno de los mejores tenores del mundo, el peruano Juan Diego Flórez, acompañado al piano por Vincenzo Scalera. El recital, que forma parte de la 57.ª temporada de ópera que organiza la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera (AO) y que cuenta, entre otras instituciones, con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA, reunirá en el Campoamor a aficionados de todo el Principado conocedores del prestigio y de la calidad de una de las voces que está deslumbrando en los circuitos internacionales. Flórez lleva ocho años en lo más alto. Desde su debut en el Festival de Pesaro, su presencia es constante en los mejores teatros del mundo. Tiene su agenda bloqueada hasta el año 2009.
-¿Cuál será el programa de su presentación en Oviedo?
-Comprende algunas piezas que normalmente hago en concierto: Schubert, Beethoven, Gluck, además de obras peruanas, y arias de ópera que son habituales en mi repertorio.
-Usted se ha asentado como uno de los grandes nombres de la interpretación rossiniana, ¿cuál ha sido el camino para llegar hasta aquí?
-La buena suerte ha influido mucho y el estar preparado para esas circunstancias también. De mi parte pongo mucha autocrítica, creo que es lo mejor y lo más honesto para mejorar.
-Alberto Zedda explica siempre la complejidad específica de un autor como Rossini, ¿dónde reside esa dificultad?, ¿en la expresión?
-Rossini es un autor único, lleno de acrobacias y espectacularidades. Es un compositor que al intérprete le deja una gran parte de trabajo pues no se trata de hacer sólo las notas, hay que darle vida con el ligado, el estilo apropiado, la expresividad más aérea y ligera posible.
-Mantener una carrera en la élite, con un mercado lírico competitivo y lleno de presiones mediáticas, teatrales, imagino que ha de ser complicado, ¿cómo se planifica una carrera a largo plazo?
-He tenido poco tiempo para planificar. Las cosas aparecieron y no pararon. Los primeros años fueron muy vertiginosos, ahora puedo escoger y puedo permitirme no aceptar compromisos por tratar de descansar algo más, aunque esto en realidad sucede poco.
-El avance en el repertorio, la progresiva incorporación de nuevos títulos, ¿qué pautas sigue en su caso para llevarlo a cabo? ¿Se debe frenar ante las peticiones constantes de los teatros de ir más allá? ¿Cómo se llega a un equilibrio?
-Encuentro equivocado cuando se dice que a un cantante lo arruinaron haciéndole cantar cosas que no debía. Yo siempre he dicho que no a todo aquello que no me parecía que fuese conveniente para mi voz.
-El elogio rodea al cantante, ¿hay que blindarse para escapar del halago fácil?
-Los halagos son cosa bonita, lo importante es no creer en ellos y más bien juzgarse a uno mismo o a través de personas de gran confianza.
-Acaban de salir en España nuevas grabaciones discográficas suyas, ¿resulta complicado que las discográficas acepten proyectos de entidad, interesantes?
-Desgraciadamente, hoy la industria discográfica pasa por un mal momento, al final se da más importancia a los recitales que a las óperas completas. Mi casa discográfica, Decca, me escucha mucho en cuanto a mis proyectos de recitales. Acabo de grabar un disco dedicado a la música latinoamericana. Lógicamente, yo tengo que entender las dificultades que una discográfica puede encontrar para grabar otro «Barbero de Sevilla», por ejemplo, pero espero que también cosas de este tipo se puedan hacer.
-Su generación está apostando por un concepto de la lírica muy completo, con gran importancia de los aspectos escénicos junto a los vocales, ¿qué importancia, qué balance, opina que han de tener las puestas en escena?
-Amo las puestas en escena que sean inteligentes y musicales, no me gustan las cosas forzadas o que tienen como único interés llamar la atención del público y escandalizar. Creo que el mejor trabajo con el director de escena es el de unir las ideas de ellos con las del intérprete, con sus posibilidades; que al final haya un producto creíble, que funcione.
_________________ ...la scena a' miei tempi era altra cosa.
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