Hola a tod@s:
Como prometí en su momento, voy a hacer una breve crónica de las decepciones sufridas este verano en mi periplo por el eje Bayreuth-Salzburg-Pesaro.
Como preámbulo he de decir que en ningún caso he salido satisfecho del todo. Algún problema debo tener o los festivales de verano, los de Champions League, ya no son lo que eran.
En Bayreuth, un correcto Tannhäuser, con una dirección musical extraordinaria de Ulrich-Meier y un Roman Trekel sensacional, por encima de los demás, aunque la Elisabeth de la Nemeth y el Tannhäuser de van Aken me convencieron. La producción intrascendente.
Meistersinger ha supuesto un mazazo terrible. Me costará sobreponerme.
Mala dirección musical de Weigle que no pudo o no supo conducir el Ferrari que tenía entre manos. En el Liceu hace cosas positivas e interesantes, pero Bayreuth necesita algo más y el no lo dio. Claro que con la que montó Katharina Wagner, a cualquiera le sale un gatillazo.
Horrible, risible, penosa, confusa, gratuitamente provocativa y deleznable producción, que se inicia con un primer acto discutible pero con ideas interesantes, que si se hubieran desarrollado de manera inteligente, hubieran ofrecido una nueva visión de la obra. El segundo acto se desmadra a niveles caóticos en la pelea callejera. Al finalizar lance mi primer BUUUU, secundado posteriormente por los tímidos que no se atrevían. En el tercero, después de una larga y aburrida primera escena, se carga el famoso quinteto, con una escenificación que pretende hacer gracia y lo único que consiguió fue irritarme. El último cuadro está lleno de despropósitos y provocaciones absurdas. Cabezudos simbolizando los totems de la cultura alemana tocándose unos penes hinchados. Beckmeser que también se saca el suyo, pero muchísimo más largo que el de los demás. Un comparsa que ese si que lo enseña, pero el propio, mientras se pelea con una muñeca hinchable que acaba por explotar y...en fin nada nuevo que ofrecer en un envoltorio provocador. MIS BUUU hacia la biznieta cuando salió a saludar (aunque no era la premier) se recordaran en la verde colina.
Las voces tan lamentables como la puesta en escena.
Hawlata anodino, aburrido y al final absolutamente insuficiente. Vogt, excelente cantante inadecuado para el rol, su voz es para David. Hizo trampa para poder soportar la tesitura del tercer acto. En el quinteto algún falsete y en la canción del premio evitó de modo inteligente los agudos sostenidos.
El Beckmeser de Volle sensacional, lo mejor y de lejos, de toda la pésima compañía. Hubiera sido mucho más adecuado que hubiera cantado Sachs.
Ernst canto un buen David.
Increiblemente mala la prestación de este timo llamada Amanda Mace. Desafinada, calando y gritona. Indigna del historial bayreuthiano. Lo demás anodinamente vulgar.
Con una mala leche y una decepción importante nos dirigimos a Salzburg.
Orquesta de auténtico lujo en ambos espectáculos, la Wiener Phlharmoniker.
Benvenuto Cellini:
Gergiev una dirección deslumbrante, inspirada, apasionada y sensible. La mejor de todo el viaje.
Fritz como Cellini muy por debajo de lo que se espera de un festival de lujo, oropel y ostentación como Salzburg.
Kovalevska, sensacional descubrimiento. Lírica pura, con volumen, sensibilidad musical y poderío vocal. Una auténtica revelación.
La sustitución a última hora de mi adorada Kasarova por la más que correcta Kate Aldrich, no hace que más que incrementar mi decepción por estos festivales que recurren a nombres de segunda, cuando los precios son de primerísima.
Naouri bien en Fieramosca, aunque sin ser nada del otro jueves y el resto mediocre.
La produccción Philipp Stölz, fea, abigarrada, incomprensible, barroca, incoherentemente risible, es decir muy MODERNA. Cosechó para mi estupor un exitazo. Era pour epater y EPATÓ a los acaudaladísimos asistentes que derrochaban glamur y ostentación hasta herir la sensibilidad de los pocos mortales que nos colamos en semejante fiesta elitista.
Eugen Onegin fue otra cosa. Versión hiper pesimista de la historia ya de por sí, depresiva.
Concepción musical de Barenboim sin concesiones al romanticismo de Tchaikovsky. Dura, casi violenta.
La coherente, inteligente, seria y dura concepción teatral de Andrea Breth me gusto mucho a pesar del dúo final. Por fin algo decente en el ámbito teatral.
Los solistas psepse.
Peter Mattei, flojo, aburrido y con un rendimiento escaso en los momentos dramáticos. Una decepción y un barítono decepcionante.
Anna Samuil empezó fría con una escena de las cartas sin emoción. llevada por Baremboin, como ya he dicho sin ninguna concesión al tendido. Posteriormente mejoró y sobretodo en el dúo del tercer acto me gustó mucho. Saco poderío vocal y teatral. Su voz es muy eslava y poco atractiva, pero es una soprano interesante.
Joseph Kaiser fue otra revelación. Auténtico tenor lírico, con una línea exquisita y un sentido dramático en la escena de la fiesta de Tatiana de auténtico impacto. Luego en el Kuda Kuda estuvo simplemente perfecto. Al final de la función (no así en el aria) gran ovación.
La Olga de Ekaterina Gubanova extremadamente correcta sin más.
Ferruccio Furlanetto, un poco gastado se llevó al público de calle con la preciosa aria de Gremin,.
Todos los demás muy bien.
Exitazo final para todos y para Barenboim en particular, que hizo subir a la orquesta, como es costumbre en él, al escenario. A pesar de que su visión musical no coincide con mi gusto, saco un sonido sensacional.
Coro correctillo, nada que ver con la soberbia actuación del día anterior en el Cellini.
Un poco mejor predispuestos, aunque no sin las decepciones apuntadas nos dirigimos a la etapa final, Pesaro.
Sorpresa agradable en La Gazza Ladra. Obra bellísima (haber cuando se repone ya que las funciones liceisticas de 1993 quedan lejísimos).
Mariola Cantarero empezó dubitativa y termino estupendamente. Su voz se está decantando cada vez más hacia una lírica pura, con un centro y una sorprendente zona grave. Se equivoca cuando quiere afrontar algunas partes como la ligera que no es.
Pertusi sensacional como Podestà. Estilo rossiniano a raudales. A veces su voz carece del volumen que me gustaría, pero su prestación es de manual.
Alex Exposito, un joven bajo barítono encarnó a Fernando, de manera magistral. Otra revelación ya anunciada el año pasado en su magnífico Haly de la Italiana.
Korchak, premio Viñas del 2004, empezó un tanto irregular en su cavatina, pero luego lució su preciosa voz de tenor, sus agilidades y su perfecta adecuación a estilo. Carrera prometedora.
Custer, correctísima como Pippo. Su voz no es muy grata, pero su canto si. Canto el precioso duo de la prisión con la Cantarero, de pura maravilla.
El resto correctos.
La orquesta Haydn de Bolzano y Trento no es un gran qué y viniendo de Salzburg, aún menos. Yo creo que el festival de Pesaro necesita otro nivel.
La dirección musical del chino Lü Jia no me pareció ni delicada ni transparente, como se requiere, pero seguramente no tengo ni idea. Cosechó un éxito sonoro.
La producción inteligente y novedosa del joven Damiano Michieletto, aunque en la segunda parte usa y abusa de los juegos y efectos del agua en el escenario, que ponen en peligro la integridad física de los cantantes. Cosas interesantes y otras a modificar o cambiar directamente.
Finalmente el Otello.
Kunde sustituto del imposible (para este rol) Filianotti, no es ni de lejos un baritenor. Carece de los graves para afrontar la tesitura, pero es muy valiente y a pesar del paso de los años mantiene una zona aguda espectacular y potente. Si no tenemos a otro....
Juan Diego Florez estuvo simplemente sensacional y perfecto. Vaya lección y vaya gozada disfrutar con su escena y aria. Solo por eso vale la pena el viaje.
La inadecuada Desdemona de Olga Peretyatko canta bien, pero es una ligera que hace un papel Colbran. UNA HEREJIA!!!.
En el terzetto con Otello y Rodrigo, tuvo que inventarse notas y obviar otras. En el fantástico dúo final, desapareció del mapa en los momentos que Rossini exige un dramatismo vocal que ella no posee.
Y eso que estamos en el reino del señor Zedda, autor de las versiones críticas. Que vergüenza darle un rol como este a una Reina de la Noche.
José Manuel Zapata (Jaho) sustituto, a partir de la segunda, del imposible Merritt, emitió erróneamente su primer agudo, fue el único error, a partir de ahí, exhibió valentía, ganas, voz, poderío y estilo. Con el tiempo llegará a cantar el Otello rossiniano, al menos tiene más graves que Kunde.
Mirco Palazzi canto el Elmiro correctamente, como Gortsevskaya la Emilia.
Enrico Iviglia se lució en la canción del Gondoliere e hizo doblete con Lucio. Aldo Bottion confundió el Doge con el emperador Altoum.
La dirección de Palumbo, como es habitual en sus Rossini, mucho más cercana a Donizetti que al genio pesarés y la prestación de la (esta si excelente) orquesta del Teatro Comunale di Bologna, óptima.
La producción de Giancarlo del Monaco, seria, bastante monocorde, pero con algunas ideas teatrales y visuales atractivas. Todo y así, no fue muy relevante.
Bueno amigos, si queréis más detalles y fotos, podéis visitarme en el blog:
para Bayreuth [/url]http://ximo.wordpress.com/2007/08/18/estiu-2007-i-que-esta-passant-a-bayreuth/[url]
Para Salzburg [/url]http://ximo.wordpress.com/2007/08/19/estiu-2007-ii-salzburg-cal-tan-luxe-per-anar-a-lopera/[url]
Para Pesaro [/url]http://ximo.wordpress.com/2007/08/20/estiu-2007-i-iii-pesaro-o-el-decebedor-final-de-regnat-de-zedda/[url][/url]

Muchísimas gracias ximos, por tus extensas críticas.

Muchos quisieramos estar en tu lugar, pero a veces no se puede.

Esperemos tiempos mejores.

Gracias

Excelentes crónicas.
Siento tanta decepción.
Me he sentido identificado contigo cuando has comentado "no hace que más que incrementar mi decepción por estos festivales que recurren a nombres de segunda, cuando los precios son de primerísima".

Gracias ximo por las críticas , aunque lamento que haya habido algo de decepción

Las decepciones por las cancelaciones de última hora de cantantes van implícitas con los billetes de las entradas. Lo que me fastidia es el bajo nivel y los casts erróneos. Las edicines crítricas pasadas por el forro y la estupidez de la pompa y circunstancias de Salzburg. Por lo demás, viajar es un privilegio y una lección para tantísimas cosas.
Yo que intento positivizar siempre, estoy empezando a olvidar lo que no me gusto (Meistersinge aún no, el cabreo persiste), para acordarme de las revelaciones, de la Wiener Philharmoniker, de JD Florez y tantas otras cosas hermosas que hemos visto.
Un petó

Ximos: yo quisiera tu viaje a pesar de las decepciones.
ya sabes los Fstivales, ya no son lo que eran.
los organizadores se aprovechan sobre todo los Austriacos, pero algun dia, se les acabara el CHollo.
mientras tanto aguantar y Pagar

o no volver, amigo jlizarrabengoa, que como Santo Tomás, una vez y na más.
O me garantizan avant match (que remedio, las cancelaciones son imprevisibles) un nivel, o no repito.
A pesar de ello, efectivamente un viaje para el recuerdo, ya que por fortuna no solo de ópera vive el hombre.
Un cordial abrazo.

gracias por la info,y lo siento que fue tan regular todo