Llegado de la gala inaugural del Xacobeo 2004 me dispongo a hacer la crítica:
I
TOSTI
La Serenata (P)
Non t' amo piu (P)
Malía (P)
Il pescatore canta (R)
BELLINI
Vaga luna che inargenti (R)
Dolente imagine di fille mia (P)
Malincolia (P)
MASCAGNI
Intermezzo de "Cavalleria Rusticana"
PUCCINI (seleccion de "La Boheme")
Che gelida manina (P)
Si, mi chiamano Mimí (R)
O soave fanciulla (Dúo)
II
PUCCINI (Selección de Tosca)
Recondita armonía (P)
Vissi d' arte (R)
E lucevan le stelle (P)
MASCAGNI (seleccion de L' amico Fritz)
Intermezzo
Dúo de Suzel y Fritz (Dúo)
LEHAR
Vilja ("La Viuda alegre") (R)
Tu, che m'hai presso il cor (" El país de la sonrisa")
NAPOLITANAS POR PAVAROTTI
Chitarra romana (P)
La mia canzone al vento (P)
Mattinatta (P)
PROPINAS
Granada (P)
O' sole mio (P)
Brindis de "La Traviata" (Dúo)
LUCIANO PAVAROTTI, tenor
CARMELA REMIGIO, soprano
SINFÓNICA DE BILBAO
LEONE MAGIERA, piano y dirección
Llenazo en la Plaza del Obradoiro para asistir a la despedida de Pavarotti de España. Desatrosa la organización que tardó siglos en sentar a todos los asistentes, retrasando mucho el comienzo del concierto.
Comenzó el concierto: El ciclo de Tosti cantado por Pavarotti con Magiera al piano fue para olvidar rápidamente e hizo augurar lo peor con respecto a la forma vocal del tenor. No parecía él. Agudos horrendos y centro no menos malo. Lo dicho, a olvidar.
Carmela Remigio ya se impuso como una gran artista desde esas dos canciones de Bellini (¡qué gusto le implantó a 'Vaga luna...'!) y Tosti que nos regaló. Prometía.
Regresó Pavarotti con dos Bellinis de salón muy superiores a las piezas que había interpretado anteriormente. El registro agudo seguía tirante (muy tirante) pero en el centro ya se empezaba a vislumbrar el 'sello Pavarotti' inconfundible. Las 7 canciones de salón que abrieron concierto fueron acompañadas al piano con bastante acierto por el Maestro Magiera.
La Sinfónica de Bilbao comenzó su trabajo con el Intermezzo de 'Cavalleria Rusticana' de Mascagni, que sonó más mágico que nunca, en el bello enclave con la catedral a un lado.
'Boheme' ha sido y es un título emblemático en la carrera de Pavarotti, y su 'Gelida Manina' fue francamente atendible, con frases que recordaban al Pavarotti de antes. Si el agudo fue tirante o la nota final DIIIIIR le resultó demasiado larga, poco importó. El sello Pavarotti estaba ahí inconfundiblemente. La Mimí de Remigio, muy bien cantada y sensible, provocó los primeros vítores de la noche, y en el dúo que sigue y que cerraba la primera parte, Pavarotti se creció y se puso a la altura de su compañera (afinados los tres AMOR, AMOR, AAAAAAAAAMOR) produciéndose aquí el primer momento mágico conjunto de la noche (si, digo conjunto, porque todas las intervenciones de Remigio ya habían sido mágicas)
La segunda parte comenzó con una selección de "Tosca", la ópera con que Pavarotti se despidió muy recientemente de los escenarios operísiticos (cantó funciones en el Met no hace mucho de este título) y francamente, tanto su Recóndida Armonía como su E lucevan le stelle son de indiscutible calidad para esos 69 años tan bien llevados vocalmente. Entre estas dos arias, salió Remigio, cantó el Vissi d' arte y de nuevo fuertes aplausos para ella. Fantástica.
Tras el intermedio de L' amico Fritz, vino el archifamoso dúo de las cerezas, de esta ópera que precisamente fuera Pavarotti el que la resucitó. De nuevo, como en el anterior dúo, surgió la chispa entre kllos dos intérpretes, y se creó otro momento mágico.
Dos arias de dos operetas de Lehar sirvieron de despedida a una Remigio fuertemente vitoreada. Y no es para menos (y ahora si, me voy a permitir hablar un poco de su voz) porque tiene una voz grande, segura y uniforme en todos los registros, y una capacidad para matizar extraordinaria (menudos pianos dejó!) Además tiene un físico impresionante (morena, alta, delgada...) y un saber estar escénico propio de las más grandes. Brava!
En las tres napolitanas que cerraban el concierto, salió el mejor Pavarotti. Y no es de extrañar, puesto que su registro central aun es prácticamente el de antaño, y estas canciones no exigen excesivas subidas, con lo cual el cantante pudo lucir cómodamente su voz. Fantástico aquí Luciano.
Fuertes aplausos coronaron el concierto y lo llevaron a interpretar tres bises: 'Granada', con un español discreto y una voz pletórica (¿dónde estaría el truco?), y 'O sole mio', con una voz igual de pletórica que en la anterior desataron un delirio que llevó a llamar de nuevo a Remigio a escena, para interpretar un 'Brindis' de 'La Traviata' de Verdi, no sin antes pedir al público que se hiciera cargo de la parte del coro 'pero no aplaudais, cantad' dijo Pavarotti, tras lo cual hubo gran risotada y aplausos.
Éxito pues bastante grande, y muy especialmente para Carmela Remigio, a quien los que no conocían (yo ya elogié en este foro su Armida de 'La Finta Giardinera' en Coruña a comienzos de mes así que ya sabía a lo que iba) deparaban un gran futuro. Y lo va a tener.
En cuanto a Pavarotti, podrá tener la voz algo cascada (69 años son unos cuantos años) pero sigue teniendo un centro agradable, y unos agudos que, aunque no bellos, si son generosos para alguien de su edad (a veces salen mejor y otras peor, pero insisto, 69 años...). Además, en las napolitanas (que siempre han sido lo suyo) se crece aun de una manera increíble. Lástima que faltase Torna a surriento.
Acertado el acompañamiento de la Sinfónica de Bilbao en todo momento.
En resumen, los que allí estabamos, disfrutamos, aplaudimos al mito y vitoreamos a la nueva diva.
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