Ensayo General: Palacio Euskalduna, 17 de enero de 2007.
El muy próximo comienzo de la maratón de exámenes me ha jugado una
mala pasada: por primera vez he ido al teatro sin tener ni la más remota
idea acerca de la ópera que iba a ver. Incluso he tenido que leer el
argumento durante el viaje de ida, ahí es ná. En fin, que ha sido una
situación distinta pero creo que afortunadamente no me ha condicionado
en nada.
Para el estreno en Bilbao de la primera ópera de Verdi ha tocado una
nueva producción de ABAO bajo las órdenes de
Ignacio García. Este
ha sido quizás el punto que más me ha decepcionado de la noche, no
porque haya estado mal, sino porque después de ver lo que hizo IG con
"Black el Payaso" en el Teatro Arriaga me esperaba mucho más. Tanto
escenografía como vestuario e iluminación están muy bien, pero la vida de
la escena es casi inexistente. Durante la mayor parte de la obra los
cantantes salen, ocupan el escenario, cantan y se van, sin dar ningún tipo
de juego escénico (lo cual no pienso que esté reñido con el respeto que el
regista ha dicho querer mantener hacia la propuesta de Verdi). Y eso por
no hablar del coro, siempre al fondo y absolutamente estático. Mención
aparte merece la escena de la muerte de Oberto, especialmente lograda
en lo que a iluminación se refiere.
Si ya se me hace difícil habitualmente opinar sobre la labor del director
musical, esta vez lo es un poco más por haber sido mi primera escucha
seria de la ópera. Aun así, creo que no me equivoco si digo que
Yves
Abel ha tenido una gran actuación, siempre atenta y muy apasionada.
En el aspecto vocal, todo un descubrimiento personal el reconocido bajo
Ildar Abdrazakov (Oberto). Gran voz, elegantísima línea de canto y
en conjunto un artistazo que para mí ha sido, con diferencia, lo mejor de
la noche. Triunfadora también para el público
Evelyn Herlitzius
(Leonora), quien personalmente no me ha terminado de convencer. Es
muy buena actriz y en la escena final se hace con el público al entrar en
estado de sock muy al
estilo Natalie Dessay, pero ni su canto ni su timbre
son agradables. Correcto y sin entusiasmar el Riccardo de
Carlo Ventre,
junto a una buena y pienso que reservada
Marianne Cornetti como
Cuniza. Lamento que las aparciones de
Nuria Lorenzo (Imelda)
coincidieran con mi dura lucha contra el sueño, pero uno tiene debilidades,
y como decía, la llegada de los exámenes me está matando. El sábado
prometo no caer...
Notable, como es habitual, la actuación del
Coro de Ópera de Bilbao.
En resumen, pienso que ha sido una correcta representación de una obra
muy floja. Es cierto que, a pesar de ser su primera ópera, en Oberto ya se
escuchan retazos muy propios de Verdi, pero en conjunto la obra sigue
siendo una secuencia casi ininterrumpida de arias y cabaletas poco
originales y muy "tachín tachán". Dios me libre de menospreciar la obra de
este grande, sólo pienso que, para el aficionado, Oberto es un buen medio
pero está muy lejos de las obras maestras que conforman el repertorio
habitual. Creo que en este caso el tiempo tuvo razón dejando a Oberto en
el baúl.