Entiendo que no debe haber maldad; pero el comentario jocoso del señor tucker sobre los homosexuales, la verdad es que creo que es completamente innecesario...
Al menos bajo mi punto de vista.

Por otro lado, no sé qué pensar, en frío de todo este asunto. ¿Hasta qué punto el señor Villalobos se ampara en la homofobia para obtener publicidad? ¿O hasta qué punto, los espectadores "de siempre", "caballeros de siempre", "aficionados de raza" y demás cosas sacan lo que verdaderamente piensan de la homosexualidad cuando la ven representada en escena? A mí no me parece excusa el "si yo tengo amigos gais pero ..." y luego sueltan barbaridades como esta. Es homofobia pura y dura, y es algo que como sociedad nos lo tenemos que hacer mirar.

Y aun así, estoy de acuerdo de que su sexualidad no se debe usar para atacar su trabajo, y en cualquier ataque de homofobia hacia él, estoy de su parte. Pero ya sabemos muy bien de qué pata cojea el tipo de alguna gente que haya tirado estos improperios homófobos en Sevilla... como si no tuvieran a los "maricones" en forma de hijos, de familiares, de peluqueros de sus mujeres o ¡a saber si alguno no de amantes furtivos en una mamada en un parque dentro de un coche! Amos anda...

A mí me habría gustado estar en allí para verlo. Es un montaje, con sus más y sus menos. Aún no entiendo del todo el minimalismo de Villalobos, que a veces es bonito y otras me parece que estanca la acción. Así pasó en el Così y parece pasar ahora. La parte de Pasolini y Pelosi es estéticamente muy bella y ya he dicho que me parece interesante la relación entre el idealismo revolucionario entre Pasolini y Cavaradossi, ambos contestatarios y víctimas del poder establecido.

Ahora bien, todo esto, tiene como resultado lo contrario de lo que se pretende abucheando: es publicidad y éxito para Villalobos. Es un triunfo para él.

Yo pienso más bien que había motivos de sobra para abuchear el entreacto made in Villalobos sin que nadie tenga que sacar a colación la homofobia, da lo mismo que fuesen besos y desnudos homo o heterosexuales; la cuestión es que el tipo descontextualiza tanto la obra con su puesta en escena que pasamos de leer "Don Quijote" a ver "El hombre que mató a Don Quijote II: regreso a 1975". Entonces si me lo vendes como Don Quijote, me estás estafando. Se abuchea eso, lo otro es Villalobos dándose lástima y buscando desesperadamente hacerse un nombre. Si alguien del público soltó alguna machada homófoba merece toda la repulsa, pero no es esa la cuestión que origina los abucheos y con ellos la polémica.

Pero si pasas holgadamente de los 30...

Cinco páginas para repetir lo mismo que las 15 de la Tosca del Liceu. Solo puedo quitarme el sombrero ante mi amigo Rafa. Lástima que no me atraían en absoluto los cantantes (bastante mediocre fue la Tosca del euskalduna esta temporada); si no, habría ido encantado a ver si me escandalizaba tanto como promete, lo cual me encantaría. Las sillas de ikea tiradas en suelo para todos los cuadros del Trovatore en la ABAO sí que eran escandalosas. pero nadie grito "maricones" ni nada así. Y eso que alguien debió cobrar una pasta por esa puesta en escena (aparte del gigante sueco de los tornillos). Tampoco se oyó "questo non é Verdi": será que el drama de García Gutiérrez y la adaptación de Cammarano ya sugieren sillas y mesas tiradas por todo atrrezzo...

Creo que se están mezclando dos temas que deberían ir por separado. Uno es la oportunidad y la adecuación del abucheo en mitad de una función, y otro es la homofobia que se ha expresado con insultos como los recogidos en el diario de Sevilla "Ya tenemos bastantes maricones en la tele". Lo primero es discutible y cada uno tendrá una opinión. Lo segundo no es discutible ni aceptable, solo merece una condena.

Rubrico todas estas palabras. No nos engañemos: bien sabemos que hay cosas que "escandalizan" y otras que se arreglan con un "no molestan", aunque sean un atentado a Verdi. Hipocresía pura y dura.

Bueno, escandalizar es una cosa y molestar es otra.
Parece ser que a ustedes en Bilbao les han dado un Trovatore con tres sillas de Ikea. Pues bien, si sale el tenor y canta "Ah si ben mio" al abrigo de las tres sillas, pues no me molesta nada y podré concentrarme en el canto. Si, por el contrario, canta la misma pieza con tres efebos contoneándose a su alrededor, una MILF en una esquina haciéndoselo con su sobrino y al fondo un obrero masturbándose me molestará. No me escandalizará, porque hoy día...sólo hay q tener móvil o poner la televisión para poder observar algo más fuerte. En ambos casos, las puestas en escena me parecerán fallidas por distintas razones, pero una de ellas me molestará menos.

Y voy a entrar a fondo en el asunto del lobby gay. Los homosexuales, por supuesto y les apoyaré rotundamente, son acreedores de todos sus derechos y a evitar cualquier discriminación. No faltaría más. Pero no tienen derecho a que su potentísimo lobby mande, marque las pautas, y disponga una constante apología en el cotarro operístico actual.

Así es y ese lobby maneja unas cuantas direcciones artísticas de los teatros de ópera, como es ya bastante conocido. Si este manejo es con profesionalidad y objetividad, nada que decir……

Holgadamente por unos meses

Cuánto tiempo.

A mí sinceramente me afecta mucho más el "lobby" de estos directores de escena que se sirven del teatro para epatarnos con sus pajas mentales, al final entrar en el debate sobre la homofobia y el "lobby gay" es hacerle el juego al patán de Villalobos; sobre ese asunto no hay polémica, lobbies hay en todas las esquinas del cuadrilátero, tantos como los respectivos interesados son capaces de poner en pie, y la homofobia es una vergüenza para la sociedad donde cabe el que la practica. A mí me sigue pareciendo que la producción es digna de los abucheos, que además lo que interrumpieron no fue la ópera sino el entreacto que Villalobos se sacó de la manga. Que pida respeto él para su trabajo cuando respete la obra y a su público, y no se escabulla en polémicas colaterales por muy socialmente relevantes que sean. Que sí, claro que yo también censuro los comentarios, pero de esa Tosca borracha que sale morreándose con Scarpia y después vestida de obispo, ¿cuándo hablamos?

Parece que este foro sigue lanzado en su empeño de superar ideológicamente a forocoches.

¡Ánimo shurs, que está en vuestra mano!

Eso dígaselo a la Pirozzi, que se dejó el tobillo en una de esas sillas, accidente propiciado por la nula dirección de actores (los cantantes se movían a la buena de Dios, salvo la Semenchuk, única un poco implicada dramáticamente) por la que alguien debió cobrar. Así que sí, lo cutre también molesta, y no poco.

Señor@s, sigamos el consejo del sabio: Que hablen de Tosca aunque sea mal. De una forma u otra, este tipo de polémicas y escándalos con trascendencia mediática terminan indefectiblemente tratando del tema principal, que no deja de ser otro que la ópera de Puccini, pieza inmortal y ya centenaria a pesar de haber pinchado en hueso inicialmente con la crítica. Al amigo Gruberoviano le recuerdo que la trama es, entre otras muchas cosas, un "thriller", como lo que un "entendido" dijo de ella tras su estreno en Londres: "A shabby little shocker".

Asistí a la función del viernes 16 y debo decir que el segundo reparto estuvo espectacular. Mario Chang va sobrado en las arias destacadas de Cavaradossi, y Vanessa Goicoetxea es una Tosca inmensa, cargada de expresión y emoción vocal. Las partes polémicas de Pasolini es verdad que no pegan mucho, y ensombrecen un poco el global de la obra, pero son mínimas y no entorpecen demasiado. Al menos en mi pase no hubo cavernícolas escandalizados por el beso de dos hombres. La puesta en escena me pareció correcta, a mí y a mi pareja nos gustó. Esos arcos giratorios dan profundidad y variedad al escenario, aunque a veces no deja fluir bien la escena. Lo que no entenderé nunca es ese beso de Tosca a Scarpia.