Nuevo Don Giovanni en Les Arts, y como suele ocurrir en este grupo de óperas a las que solemos calificar casi en sentido peyorativo con la etiqueta de sota, caballo y rey, lleno absoluto. Es algo que se repite en cada reposición de cualquiera de ellas, debe ser porque somos tontos y nos dejamos llevar como borreguitos por los nombres más conocidos dentro del género. Y eso que el tema se las trae, me extraña que la nueva Inquisición no haya todavía puesto el grito en el cielo intentando modificar este tipo de obras. Incluso en un famoso cuento se quiere eliminar hasta un beso del principe a la princesa durmiente hecho con el buen fin de despertarla. A partir de ahí cualquier cosa.
Por eso anoche me ocurrió en algunos momentos lo de cuando era joven, y estaba en un cine viendo una película en las que se veía o decía algo que en aquellos tiempos no estaba permitido. Entonces estabas mirando continuamente a la puerta por si entraba la policía (recuerdo el discurso final del Gran Dictador de Chaplin). Ahora es todo más fino (aunque por el camino que vamos todo se andará), y no puedes hablar por ejemplo dudando sobre la teoría del cambio climático, porque si no, te dicen que eres un negacionista, y si eres científico ya te puedes olvidar de fondos y subvenciones para realizar tus trabajos, con lo cual cuanto más a favor estás, más dinero recibes. Y como hay que comer....
Teorías que justifican el que no puedas acceder al centro de una ciudad si no dispones de un coche eléctrico (o similar) que cuesta el doble de los de ahora, y que encima si no dispones de una plaza de aparcamiento es imposible cargarlo, o sea que si no eres millonario o tienes un buen poder adquisitivo estás jodido.
Ni puedas tocar determinados temas que puedan ser calificados como “políticamente no correctos”, a riesgo de que te machaquen por tierra, mar y aire. En fin, que toda la vida luchando para conseguir la libertad de expresión, y ahora te tienes que ceñir a pensar y decir lo que algunos “demócratas” quieren que pienses y digas. Vamos para atrás como los cangrejos. Como diría Marx (Groucho) “partiendo desde la nada estamos llegando a la cima de la miseria”.
Y volviendo a Don Giovanni, ha sido en conjunto una buena noche de ópera con buenas voces y con las buenas prestaciones habituales de la Orquesta y Coro. Vamos al detalle:
Davide Luciano (Don Giovanni), muy buena su actuación tanto actoral como canora. Voz potente y agradable con buena proyección. Sobresaliente.
Gianluca Buratto (Il Commendatore), voz rotunda e impresionante que volaba por la sala. Me encantó. Sobresaliente.
Ruth Iniesta (Donna Anna), estuvo bien aunque para mí ha estado por debajo de sus compañeras femeninas, hubo momentos en los que pareció sufrir en ciertas notas. Bien.
Giovanni Sala (Don Ottavio), aunque tiene una voz agradable le falta volumen, suerte que la Orquesta los mimaba. Bien.
Elsa Dreisig (Donna Elvira), para mí una de las triunfadoras, sin problema en el centro y agudo ha ido sobrada toda la noche. Sobresaliente.
Jacquelyn Stucker (Zerlina), muy buena interpretación actoral, y en el plano canoro con una voz plena de calidad y belleza. Notable.
Riccardo Fassi (Leporello) Ha estado correcto toda la noche aunque comparado con sus compañeros ha estado un pelín por debajo. Bien.
Adolfo Corrado (Masetto), joven bajo de voz suficiente para tener un buen futuro, que ha cumplido perfectamente. Bien.
La Orquesta aunque en la obertura ha sonado rara (he llegado a pensar que tenía mal los oidos por la extraordinaria mascletá que había presenciado por la mañana) ha estado como de costumbre muy bien. Su director Riccardo Minasi ha tenido una labor impecable, manejándola (sin batuta) con firmeza y mimo cuidando perfectamente a los cantantes. Sobresaliente.
La puesta en escena de Michieletto no está mal si se le compara con algunas cosas que se suelen ver, pero es un tiovivo continuo, que al final cansa un poco. Bien.
Todo esto, y la compañía de Amelie y Tip que saben que aquí les apreciamos y queremos mucho, y la de LLevantis y nuestro Gran Tigre Mandryka con su bellísima esposa, han sido la nota de señorío de la noche.
Por cierto, quiero recordarle también al amigo Atticus (que se que nos lee), que estamos esperando que vuelva a escribir en su gran blog operístico. Un blog de esa categoría no puede permanecer más tiempo en barbecho. Ánimo.
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Era tan pobre que solo tenía dinero
La vida está llena de pequeñas cosas que son las que te hacen feliz