Qué bonito. Emocionante cierre.
La verdad es que el Tutto Verdi, al que he podido asistir en más de un 50% de las ocasiones, ha sido un proyecto de enorme mérito. No obstante, hemos podido comprobar la carencia de voces verdianas que a día de hoy hay, y lo difícil que es en general hacer justicia a este compositor.
Lástima que algunos de los casts no encajaran. Recuerdo la Macbeth con la Urmana insuficientemte y muy disminuida, o un Nabucco muy pobretón (qué pena no haber hecho el esfuerzo o tenido la paciencia de traer a la Gule para este rol). Nombro estas porque quizá sean mis dos obras verdianas favoritas por la complejidad y la representatividad de la tesitura de assoluta que conllevan, y que sin duda no dejaron un buen poso. Hubo más blufs como los Otellos programados, un Don Carlo con un Aronica desgastadísimo, el Radamés con Licitra, Un Ernani fallido...imagino entra dentro de lo esperable
Recuerdo también éxitos, como el Oberto con Abradzakov rozando el sobresaliente, Los Rigolettos de Nucci en 2013 (el mejor Rigoletto de los últimos 40 años, se diga lo que se diga), I masnadieri con una Cedolins desatada (que no pudo repetir el mismo nivel superlativo en los años siguientes que estuvo yendo al mismo teatro), o un Requiem con un reparto (este sí) estelar.
Interesante también ver representados los dos don carlos, las dos vísperas, cosas así...
Una gran lástima fue que Nucci cancelara el Foscari. Me hubiese encantado verle en este rol. En realidad luego hizo el Rigoletto de 2013 para compensar este gatillazo, pero el objetivo era el Foscari.
En retrospectiva, una sensación agridulce. Entendible por la dimensión del reto. Algo que quizá lo haga inabarcable y desaconsejable por tener que, necesariamente, pasar por un buen porcentaje de mediocridad para poder completar un fin que, por sí mismo, dice poco si no tienes muy claro el discurso o hilo artístico, cosa que tampoco creo que haya existido (por ejemplo, no se ha programado siguiendo un orden claro, respetando las épocas artísticas del autor, etc.). Creo que es mejor programar ciclos con una identidad artística concreta (como se suele hacer con el anillo) y afinar y apuntar bien hacia las producciones y los repartos, más que programar toda la obra en 18 años y rellenar como sea. Esa es la sensación con la que me he quedado.
Curiosamente esta temporada, con el Tutto Verdi ya cerrado, hay programado en Bilbao un trovador con un reparto más que interesante (Albelo, Juan Jesús, Pirozzi y Semenchuk), al que considero estar por encima del programado este año en el Liceo. Veremos a ver.
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