DrakeVerne escribió:
He leído en un reportaje actual sobre Tosca lo mismo. Lo que pasa es que me cuesta encontrar una ópera romántica (ya no digamos las barrocas con sus dioses y personajes mitológicos) o una obra de teatro de esa misma época que no tenga argumentos absurdos y personajes increíbles. Por ejemplo, La Traviata y Rigoletto son muy consistentes y a mi entender Il Trovatore es un puro disparate.
De acuerdo en que los argumentos de la ópera romántica son un truño sin interés alguno (nunca entendí la visión romántica de Traviata: la historia de una escort que acaba manteniendo a un sugar daddy que no sabemos a qué se dedica más que a ir gastándose el dinero de su padre de timba en timba y que trata a la mujer como a un objeto con el que se obsesiona. Ella, además, se cree que después de un carrerón como mujer de vida alegre, por unos meses de redención, Dios la va a acoger en su seno...
Pues como no sea para poner un burdel allá arriba...).
Rigoletto sin embargo, sí me parece una historia más consistente. El la historia de una pobre adolescente castrada por un padre que no ha superado ni la muerte de su mujer ni el complejo que le produce su minusvalía (debería estar yendo al psicólogo) y a la que cuando por fin un playboy le echa un polvazo descubre todo lo que se había estado perdiendo y se enamora, se enamora de verdad; hasta el punto de no soportar que el otro solo la ha usado para un polvo y acabar suicidándose... Es un viaje hacia la madurez importante.
De acuerdo que el melodrama romántico se basa en historias argumentalmente bastante lamentables; pero al verismo yo ya le pido otra cosa y normalmente me la da. Pero
Tosca es una de las óperas donde más debe uno
suspender su credulidad para comprar lo que ocurre.