Que hablen los sevillanos.
Comience.

Maricel Chavarría oficia más de periodista de sociedad que de lo meramente musical o de cultura. En las entrevistas que hizo tras el estreno del Trittico su entusiasmo estaba más justificado.

Puesto que me toca una función de esta Tosca en el abono, me espero a verla para juzgar si yo también silbaría al creador de la cosa. Recuerdo haber leído a Katharyna Wagner explicando que ella solo se preocupa si no escucha abucheos tras un estreno. Y creo que a su manera tiene razón, un verdadero autor de lo que sea sabe que su obra no tiene que gustar a todo el mundo.

He visto esa entrevista (por nombrarla de alguna manera) y he sentido vergüenza ajena.
Por ella: especifico.

A mí me causa estupor que una señora que trabaja para un medio importante pueda partirse la caja delante de dos tipos a los que acaban de abuchear. No deja de ser un momento de tensión y llega ella y se ríe en sus caras... Yo soy cualquiera de ellos dos y me meto un corte. Muy, muy poco profesional.

Me parece que al inicio confunde Roma con Nápoles (o con Palermo) cuando habla de que Napoleón iba “a liberarla de los Borbones”. Me temo que el lavado de cerebro, tan largamente incubado en Cataluña, está rozando la paranoia.

Yo creo que la mema no hace mas que reírse para dar más vidilla al reportaje. Ese tipo de comportamientos --las risas perpetuas-- y el mostrarse muy efusivo --cosa que también hace la presentadora de marras-- es algo muy habitual hoy en la televisión para infundir emoción y sorpresa.

Pues después de ver el vídeo y escuchar las explicaciones del director de escena abucheado (con bastante razón, todo sea dicho), sólo puedo decir que me sorprende enormemente que se llame anticuado y "burgués" al público que pide puestas en escenas más tradicionales y acordes con la voluntad original de los creadores de la ópera, cuando los realmente rancios, trillados, monótonos y pesados son quienes insisten en meter sus mensajitos de denuncia en las obras de otros. Sobre todo porque siempre acaban en lo mismo: que si el fascismo, que si la homofobia, que si la guerra, que si el abuso de poder, que si el sexo, etc. En fin... Es todo tan manido, tan previsible y tan poco imaginativo que volver a las puestas en escena de toda la vida acaba siendo, en la actualidad, lo verdaderamente refrescante y digno de verse.

Por cierto: ¿seguro que el director de escena no es Gruberoviano? Es que ambos han esgrimido los mismos tópicos en torno al supuesto papel revolucionario del teatro.

Para terminar, no sabía yo que los Borbón tenían algo que ver con lo ocurrido en Roma en 1800... Lo de Cataluña es la repera: eso sí que necesitaría de un psicoterapeuta (pero, a ser posible, no el mismo al que acude Villalobos).

Ya le digo yo que no. No lo es.

Hoy es la gala Under35. Será interesante ver si hoy hay bronca o no; porque igual el público joven (que, después de todo, es al que hay que atraer para mantener el carro) le da lo mismo que la historia se reinterprete y que abra el segundo acto con una canción (bien bonita, por cierto). Insisto: en este caso concreto, será muy interesante ver si la ópera funciona con los jóvenes o no...

Hasta donde recuerdo, la acción es en Roma, un día después de la batalla de Marengo, si no me equivoco yo ahora.
Edito: es ésa. Fecha: 15 de junio de 1800.
La victoria napoleónica llegó a Roma un día después de la batalla (14 de junio de 1800).

El regista de esta Tosca es un antiguo y conocido forero de esta casa. Ya solo por eso (y por el carrerón que está desarrollando) merecería el apoyo de toda esta casa. Y, sin embargo, hay para quien Puccini está por encima. Puccini, un señor que componía bien; pero al que yo personalmente no conozco. No sé si ustedes sí..

No empleo quija ni similares.
Más que al autor (que me interesa) es la obra.
Hay artistas apreciadísimos, sólo en este aspecto.

No lo dudo; me refería, y Herr Alberich también se ha dado cuenta, a que Roma estaba en los Estados Pontificios; el reino borbónico se situaba en el sur de Italia.

Yo tampoco conozco a Puccini, más allá de que, según se dice, fumaba demasiado y le encantaba correr como un loco al volante. Pero me imagino que, si no era propiamente un narcisista, preferiría los críticos honestos a los aduladores.

Además era bastante mujeriego, al parecer...

No demos ideas, mejor.