Nacho escribió:
Pues yo tengo la sensación de que entre los oyentes tenemos más diferencias de lo que pensamos en el aparato auditivo, y que, aunque es de perogrullo, lo que unos oyen como squillante puede que para otros no sea así. Y por otro lado está el tema de las salas y las acústicas, pues en un mismo recinto la sensación sonora puede ser muy diferente según qué zonas. Po ejemplo,
A Mariella Devia, que es una cantante que siempre la he escuchado de maravilla en recintos grandes, sin embargo, en un recital que dio en unos salones, creo que del Instituto Italiano de Cultura de Madrid, me pareció que el sonido carecía de brillo y squillo, lo cual como sabemos no es así, pues sus sobreagudos en las numerosas ocasiones que la escuché en vivo me parecieron de un impacto extraordinario, al contrario de lo que ocurre, en general, con las jóvenes sopranos lírico ligeras actuales.
etrante en casi todo el registro.
Don Nacho, me alegro de su intervención.
Yo no le reprocho a Anduaga que no sea squillante. Le reprocho que su voz no corra, que parezca emitida con sólo un desarrollo parcial de lo que debe ser una voz de ópera, renunciando a todo su potencial sólo por asegurar la zona alta, que sale fácil y siempre "recogidita", pero no impacta. No sé si es por lo que habla el Doctor o por qué. Pienso que le han enseñado a enmascarar, a proyectar, etc, pero no han formado la base de todo, que es un registro central sólido. Lo difícil, claro, es llevar esa robustez hasta arriba.
Menciona a Mariella Devia. Me viene al pelo. Una voz pequeña, que nunca tuvo squillo, pero corría libre por la sala y proporcionaba dos sensaciones mágicas: la de flotar por encima del cantante y la de estar como junto al oído del oyente. Esa es la magia del belcanto. Luego la voz puede ser más potente.
Hablamos del Colón de Coruña: a menos de 25 m del cantante, nunca tuve esas sensaciones con Anduaga. Pero ya conté en este foro hace muchos años que tampoco las tuve con Flórez en otro teatro pequeño.
Saludos