Bueno, a mi me puso muy nervioso la televisión de plasma porque tenía la típica opción de las teles medio nuevas de interpolar frames para hacer los movimientos más suaves... pero también más artificiales!

Y hablando de teles estaba yo tan contento porque el Liceu por fin se había internacionalizado con eso de poner sobretítulos en inglés en unas teles en los palcos de proscenio del tercer piso pero me han dicho esta mañana que es una cosa temporal porque los displays personales (esos que a mi nunca me tocan) están de mantenimiento este verano.

Eso leo también, por fuentes diversas.
En mi caso, el miércoles. Y ya diré, igualmente.

Ayer tuve la ocasión de hacer mi primera visita al Liceu y espero que sean muchas en mi vida. En primer lugar mi enhorabuena al público por su comportamiento modélico. Por el Sur de España estamos acostumbrados a escuchar las óperas acompañadas de móviles, toses, cuchicheos, bolsas de plástico, etc. Por lo demás, una noche inolvidable gracias a la excelente interpretación de Marina Rebeka. ¡Qué forma de cantar! ¡Qué técnica! ¡Qué hermosa su voz y potente su interpretación! No sé nada de música ( por desgracia) pero he escuchado muchas grabaciones de Norma y cuando una interpretación me llega al alma lo noto y es increíble. Desde la primera frase de la señora Rebeka estuve con la boca abierta. Posee un legato excepcional y su forma de atacar algunas notas más agudas y de mayor volumen me recuerdan a Callas. En el final del primer acto estuvo pletórica. Muy bien acompañada por la mezzo Varduhi Abrahamyan, con voz oscura y de buena calidad. El tenor cumplió más o menos, aunque estuvo bastante engolado y estruendoso. Al lado de Marina Rebeka parecía un amateur. La orquesta me sonó bien en general, aunque demasiado rápida en la obertura, lenta en otras partes y ruidosa en el final. Con respecto al montaje, les copio y pego lo que le he hecho llegar al señor Alex Ollé vía redes sociales:

'Menuda porquería de montaje tuvimos que soportar ayer en el Liceu. Menos mal que frente a tu egocéntrica, fea e insultante propuesta estaba la inmortal música de Bellini y un reparto bastante bueno encabezado por la magistral Marina Rebeka. ¿Te has leído el libreto? ¿Te perdiste la parte en la que Oroveso siente piedad por su hija y no puede hacer nada para salvarla del fanatismo religioso- bárbaro? Ese es el punto clave de la obra, la redención del fanatismo representado en Oroveso a través del perdón que le concede a su hija. La victoria de la civilización frente a la barbarie, aunque Roma también tenga sus contradicciones representadas en la liberalidad e hipocresía de Pollione. El contenido de la historia no es ni blanco ni negro: es gris. No hay ni buenos del todo ni malos del todo, a pesar de que tu producción pretenda hacernos ver no sé qué crítica al fanatismo religioso del siglo XXI ( para eso mejor haber puesto 1500 medias lunas en el escenario) ¿A qué vino el tirito que Oroveso le pegó en la cabeza a Norma? Gracias por cargarte el dueto de Norma y Adalgisa del segundo acto con las animaciones asquerosas de conejos comiéndose los unos a los otros. No creo que te guste mucho Bellini y el bel canto. Y te dice esto un joven de 22 años, progresista y laico… que te enteres!!’

Por cierto que en mi pueblo hay un señor neurodivergente ( es la palabra políticamente correcta de mi generación para decir loco o chiflado) que tiene toda su casa decorada con cruces. Cientos de cruces colgando del techo en la entrada, en el patio, en las habitaciones. Cruces pegadas a la pared... Popularmente se la conoce como la "casa de las cruces". Me estoy planteando ir mañana a preguntarle si su artística y tétrica casa tiene derechos de autor (quién sabe a lo que puede llegar un neurodivergente). A lo mejor le podemos sacar unos cuantos miles de euros al Ollé, el otro loco de las cruces.