Ayer también pude disfrutar del extraordinario concierto de Xabier Anduaga, y así mismo me produjo una gran alegría corroborar, como ya habéis dicho, el crecimiento técnico y artístico del tenor donostiarra.
Hace 2 años en A Coruña, recuerdo lo apabullante que fue su aria de los 9 does de La Fille, con unos does "clavados", "plenos" y de una seguridad pasmosa, pero también, cuando cantó la Furtiva lagrima, se vio que su voz mostraba toda su belleza cuando apianaba, remansaba la voz. Entonces se percibía a un jovencísimo tenor, con una voz extraordinaria, pero que todavía tenía aspectos técnicos que pulir.
En el concierto de ayer escuchamos a un artista, que volvió a confirmar que la naturaleza le ha regalado una voz dotadísima pero que además ha seguido estudiando, perfeccionando su instrumento y evolucionando positivamente como cantante.
Las medias voces me encantaron, así como los múltiples matices que mostró, el buen fraseo y el canto legato de calidad, huyendo de cualquier efectismo, que por su juventud y facultades hubiera sido lo fácil, buscando siempre la pureza del canto y la musicalidad; en definitiva confirmó que el artista sigue creciendo, que el vocalista sigue puliendo su instrumento, y que va a tener una década de los treinta esplendorosa.
Se nota que vive intensamente esto del canto; ya desde sus actuaciones en A Coruña me recordaba un poco al joven Carreras por sensibilidad y pasión, y en este sentido me preocupaba que no cuidara su instrumento cantando cosas que no le convienen, pero ayer salí con la sensación de que va por muy buen camino..... Además, cuando salió a la entrada del teatro, muy amablemente conversó y se hizo fotos con todos los que se lo pedimos.
Me encantó saludar a Raúl y siento no haber sabido que también estaban por allí Rafa y Pastoso. Sí que pude saludar a César Wonenburger, a quien expresé de nuevo mi agradecimiento por las estupendas temporadas de Los Amigos de la Ópera de A Coruña y a María José Moreno, a quien le agradecí, así mismo, la estupenda Condesa de las Bodas de Fígaro, que nos ofreció en el Real.
Y por cierto, en relación a lo que dice LeGou sobre Raúl, quiero expresar mi agradecimiento por la generosidad que siempre tiene Raúl con aquellos que no hemos pasado de la E.G.B. operística
y a los que nos dedica tiempo para aclarar nuestras dudas y hacer pedagogía sobre este mundo apasionante, pero a la vez complejo, de la ópera.