Visto este ángel de fuego, me reafirmo en que Prokofiev fue un excelente músico, pero un mediano operista. No pasa nada. No todo el mundo es Mozart, que lo mismo te componía la sinfonía 40 que Don Giovanni, que el Requiem. Prokofiev compuso música instrumental con una bonita y original línea melódica, compuso estupendas bandas sonoras de películas, entregó la que (a mi juicio) es una obra maestra absoluta del siglo 20 (su ballet Romeo y Julieta) y compuso varias óperas tan solo regulares. Se salva el amor de las tres naranjas porque es casi una opereta alegre y divertida. El Angel de fuego tiene una buena partitura, se nota la mano de un compositor de mucha categoría. Pero vocalmente no está bien resuelta. Se exige a la soprano protagonista un esfuerzo constante que no tiene contrapartida ni contraste con el resto de las voces. En una ópera las voces, las partes, tienen que estar orquestadas para conseguir un efecto armónico. En mi opinión, esta ópera no lo consigue, todo gira alrededor del constante canto de Renata, y el resultado es monótono. El libreto es confuso hasta decir basta, y el montaje aún lo hace más confuso. Sexo, histeria, magia negra, religión, abortos, el diablo, Mefistófeles, la Inquisición, el espiritismo, las monjas del convento, la alquimia, un exorcista, todo junto y revuelto... ¡sale hasta un perro de verdad en el escenario! Lo dicho, una ópera de escaso interés, nunca estrenada en España... por algo será.
Saludos
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