Curiosa unanimidad la que está generando esta Doña Francisquita, por la obsesión de estos pájaros cucos obsesionados por poner sus huevos en nidos ajenos, y cometer la aberración que supone el mutilar las obras de otros autores. Parafraseando a Fray Luis de León “decíamos ayer….”, efectivamente decíamos hace un mes cuando se representó El Réquiem de Mozart (si no quieres caldo dos tazas), que estos “genios” que tanto abundan hoy en dia están empeñados en modificar las grandes obras de unos autores, que estoy seguro que si levantaran la cabeza los correrian a gorrazos, y algo más. Viene esto a cuento porque esta Doña Francisquita (o una señora que se le parecía), para mí, es un monumento a la estupidez. ¿ Que es lo que pretende Lluis Pascual con los cambios que introduce ?. Si es para las nuevas generaciones no se van a enterar de nada de lo que va la cosa, y si son para los aficionados habituales, tampoco. Por lo menos para que nadie se llamara a engaño, deberían anunciarlo como que es una chorrada (ellos creen que genialidad) de este “espabilao” personaje, basada en la zarzuela Doña Francisquita.
Son “espabilaos” que con la excusa de la innovación, lo que hacen es estropear las obras de otros. Si las mejoraran aún se podría aguantar, pero normalmente no es así. Yo nunca me atrevería, claro, no soy un “genio”. Lo que deberían hacer es dedicarse a producir sus propias obras y demostrar su valía con ellas…
Es una pena, pero así estamos últimamente. Como dice un amigo mío (que soy yo), “ En toda la Historia de la Humanidad no ha habido nunca tanto (iba a poner gilipollas, pero no lo voy a hacer para no ofender) como hay ahora”.
Algunos nos llamarán retrógrados conservadores, y que no admitimos ninguna modificación de todo lo establecido . Creo que a estos “listos” “espabilaos” que quieren hacernos comulgar con ruedas de molino sobre lo que tenemos que pensar y decir, hay que empezar a hacerles saber que ya está bien, que estamos hasta los órganos colgatrices. Yo particularmente estoy un poco más allá todavía.
Y el caso es que en conjunto el espectáculo se puede ver, resulta agradable porque la música y las canciones son muy bonitas (a la próxima se las cargan también), pero es lo de siempre, el arroz estaba bueno, pero a mí me ofrecieron y pagué paella, y esto no lo era. Gran timo.
En cuanto a los protagonistas, que no tienen ninguna culpa del desaguisado estas son mis opiniones:
Ismael Jordi (Fernando), un cantante que a mí me gusta, canta bonito, aunque hay algo que no termina de permitirle arrancar para alcanzar un lugar más alto de su carrera (no se que es), estuvo bien en su “Por el humo…” pero sin llegar a emocionar, aún así para mí fue posiblemente el más destacado.
Ruth Iniesta (Francisquita), estuvo bien, no tiene una voz excesiva, aunque en algunos momentos de subida al agudo sorprendió por su potencia, muy bien en los momentos de coloratura de su “Canción del ruiseñor”.
Ana Ibarra (Aurora), yo tampoco conocía a esta mezzo valenciana que se nota que domina las tablas, estuvo correcta, y sacó su papel sin despeinarse.
Albert Casals (Cardona) cumplió sin mas.
El resto entre que le quitaron parte de sus papeles, y que no aportaron demasiado, pasaron desapercibidos.
La Orquesta y su Director estuvieron bien, no noté que tapara excesivamente a los cantantes, algunos de ellos se tapaban solos.
El Coro como siempre fenomenal, cantan bailan y hacen bolillos si hace falta.
Punto y aparte merece Lucero Tena. Cuando yo era pequeño ya la veía tocar las castañuelas, ahora tiene 83 años y aún es capaz de mantener un ritmo acelerado sin perder el compás y la sonrisa. Uno de los pocos ingredientes añadidos por el director de escena que nadie criticó, al contrario, fue la más aplaudida.
Mención aparte también a la agradable compañía del Gato montés y su maravillosa familia, Manuel y su bella esposa y El Gran Tigre Mandryka.
Para terminar una petición a la SGAE ¿no se podría meter a todos estos “genios” en una botella? Así frotando los sacaríamos de vez en cuando para que dieran una vuelta, y que se fueran a buscar rovellones. Que tranquilidad.
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Era tan pobre que solo tenia dinero
La vida está llena de pequeñas cosas que son las que te hacen feliz