Lo de los bises ha perdido todo su sentido. Un bis en opera no se debe ofrecer por haber cantado bien, ni si quiera muy bien, y ni siquiera extraordinariamente bien. En estos casos proceden ovaciones, bravos, largos aplausos, … de eso lo q se quiera. Pero un bis ha de ser motivado por una intervención q sea un hasta aquí y después de aquí e ni la historia lírica. Algo q sea un punto y aparte. Algo q se queden cortos los calificativos. Algo q sea tan inverosímil q por supuesto ni el propio q lo haya hecho, presumiblemente, lo va a repetir a los dos días. Algo así, como un meteorito, un fenómeno absolutamente extraordinario. Un bis como reclamo del público ante una buena actuación, y ya como reclamo en plan culo veo culo quiero, en la ópera no tiene ni fin sentido. En recitales o conciertos, perfecto, hasta están previstos hacerse. Pero en una ópera ???rompe todo con la idea del género, la atmósfera q crea y el uso o costumbre de la ópera. Y lo dice alguien q es súper partidario de agradecer a los cantantes las cosas con muchas y largas ovaciones, y de ir a la ópera con un espíritu positivo ya q cada vez q voy, aunq sea la vez n, sé que delante mío se va a producir un milagro humano artístico: una compañía, una orquesta, solistas, encargados de escena, coro, técnicos, etc van aunarse durante dos horas y producir esa milagro . Solo eso merece todos los elogios y agradecimientos. Pero el bis? Eso es otra cosa. Queda fuera de lo normal. El normalizarlo , ya digo, lo convierte en un paso o hecho más y q si hoy se da en Madrid mañana se dará en Milán, Tokio, LA o Kuala Lumpur. Una más. Concepto desvirtuado pues e insisto sin dudar q Jonas o Sondra a los q mala a veré con toda la gran ilusión de mi corazón, hayan realizado trabajos fantásticos, q seguro q puede ser el caso. Pero no es suficiente.
_________________ Harmoniously, NICO
|