El wagneriano escribió:
En cuanto a la producción, adecuada. Me la esperaba peor. Resultona pese a los tonos grises. Lo más efectivo el tercer acto. Tiene su gracia hacer ver que estamos en un cine viendo un romance clásico en la gran pantalla.
El problema es que, finalemnte, no es eso lo que se ve. El primer diálogo de Luisa con Mariana, Luisa está en la pantalla, como personaje de cine. Ese recurso ya no se emplea más en toda la representación. Por un momento pensé que Livermore se atrevería a basar su trama en una FILMACIÓN en la que los personajes principales estuviesen dentro de la pantalla y los secundarios (Mariana, Rosita, Aníbal, Nogales...) fuesen meros espectadores. Eso hubiera sido interesante. Pero ya en la romanza de Javier, Livermore empieza a perder el control de los metaplanos.