Tercer dia de representación de la ópera (o cantata) de Rossini en Les Arts. Aunque la primera parte se me hizo al principio algo pesada (1,50 minutos), está claro que todos los grandes compositores siempre aportan algo en sus obras, aunque no sean de las más conocidas.
Esta versión tiene además el añadido importante de que cuenta con un montaje de Micheletto, que si en algunas ocasiones ha presentado unas consideradas obras de arte (castañas) de mucho cuidado, en esta ocasión ha realizado uno a mi parecer excelente, que ha mejorado y mucho, la visión de esta buena composición rossiniana, que en cuanto a trama no aporta mucho, pero que musicalmente resulta muy atractiva.
La escena final organizando el cuadro, con los integrantes colocándose en cámara lenta al ritmo de la magnifica interpretación que estaba haciendo Corinna (que gracioso que una Corinna le cante al Rey, que visión tenia Rossini, mejor que el Rappel) acompañada por una arpa majestuosa, fue extraordinaria.
A mí que no me hacen demasiada gracia algunas de las “genialidades” de muchos de estos dictadores que en algunas ocasiones destrozan las óperas, en esta ocasión desde luego tengo que reconocer, que es para haberle dado un Oscar operístico. Cuando las cosas se hacen con calidad, con estilo y sin chabacanería se nota. Muy bien Micheletto.
En cuanto a los intérpretes destacó sobre todos Mariangela Sicilia (Corinna), cantó toda la noche con seguridad, dulzura y clase, sin despeinarse. Muy bien.
Del resto no me atrevo a ir nombrándoles por sus nombres, porque había tantos intérpretes que me hacia un lio. Pero en general el nivel fue correcto.
La Orquesta (o mejor su Director) no me terminó de convencer, tuvo algunos desajustes que se apreciaron en varios momentos, y además le faltó tensión y ritmo en más de una ocasión, aunque tampoco se puede decir que estuviera mal. El problema es que estamos acostumbrados a que se salga, y esta noche no fue así.
El Coro muy bien como siempre, con una interpretación actoral sobresaliente.
Como cosa curiosa, había unos arcos detectores a la entrada del teatro (nunca los había visto), no supe si eran para detectar el Coronavirus, o para controlar a la mitad de La Panderola que estaba allí (Jose Luis, Mandryka, Dufol). Desde luego no se escucharon prácticamente toses durante toda la noche, me imagino que porque todos teníamos miedo de toser y que nos fulminaran con las miradas.
En conjunto una noche agradable de ópera. Calificación: Bien
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Era tan pobre que solo tenia dinero.
La vida está llena de pequeñas cosas que son las que te hacen feliz.