Yo asistí a la función del pasado jueves, alentado e ilusionado por lo que había leído en este foro respecto a Oropesa. Me quedé a punto de haberme comprado otra entrada adicional para volver a escuchar a Oropesa otro día. Y menos mal que no lo hice.
Mi sensación global de la función fue algo próximo al aburrimiento, y respecto a Oropesa una gran decepción. He escuchado en vivo las escenas de la locura a Gruberova, Devia, Dessay y Moreno, y a Cantarero la he escuchado la Lucía entera en el Liceu, cuando sustituyó a Gruberova enferma. Todas ellas me han impactado grandemente. Moreno en Santander, a pesar de estar acatarrada, brindó una electrizante escena de la locura, el Mib5 final un pelín rascado, pero qué interpretación y despliegue de virtuosismo, salí emocionado de su concierto. Cantarero, que me gusta menos por su peculiar vibrato, tengo que reconocer que en el Liceu, además de salvar la papeleta de sustiuir a Gruberova, hizo una actuación muy digna. Lo que ofreció la Sra. Oropesa el jueves me pareció, en conjunto, francamente inferior, y desde luego muy muy escaso para lo que se espera de una cantante internacional de alto nivel. Es verdad que regula y trina, canta con gusto y ligado, lo que no es cosa menor, se la oye bien por todo el teatro, pero encontré que el registro agudo es muy débil; hay un cambio en la calidad de la voz de la zona central a la zona aguda; el sonido se adelgaza, no tiene pegada. Sus sobreagudos se los come la orquesta, como pasó al final del Sparmi d’amaro pianto, por no hablar del raquítico al final del Ardon gli incensi. Tuve la sensación de que uno anterior que emitió al finalizar una de las escenas de conjunto fue casi un grito. Tampoco hay un gran despliegue virtuosístico y de coloratura, ni esa emoción que transmite una soprano coloratura cuando hace algo que te deja pegado al asiento. La otra versión de Lucia que a veces se ofrece, sin adornos ni agudos añadidos también me gusta cuando la ofrece una soprano con voz más ancha y un gran dominio de la técnica belcantista, porque en definitiva te ofrece otras bazas, pero si se ofrece la versión de lírico ligera, espero un despliegue generoso de virtuosismo y agudos fáciles y con pegada.
Pero no es solo la actuación de Oropesa lo que no me resultó convincente. Nada más arrancar la función sentía que volvíamos a los peores tiempos de la orquesta del Real; dirección y prestación de brocha gorda, o brocha gordísima. Si a Donizetti se le interpreta así de mal, su música parece de tercera división. Luego es verdad que la cosa mejoró, pero tampoco para tirar cohetes.
La escenografía me pareció plúmbea, pesadísima, aburrida. Y encima con detalles obscenos absolutamente irritantes; está ya muy visto y muy manido que una soprano emita un sobreagudo porque alguien la estimula sexualmente de una manera contundente, como pasó con Lucía cuando atada a los pies de la cama su hermano le mete la mano por debajo de la falda y le hace ya sabemos qué. Y otros detalles más que no voy a relatar. Y que conste que me parece genial que haya desnudos y sexo explícito en un escenario, si ello viene a cuento y tiene un sentido dramático, etc, pero aquí lo encontré como un recurso facilón y vacuo, porque en realidad la escenografía como tal era una castaña.
Quiero acabar con lo que más me gustó, que fue el Sr. Camarena. Aunque echo de menos un poco más de poesía, de variedad, una mejor utilización de la media voz sin afalsetar, este tenor ofrece una voz sanísima, con un agudo de una robustez y una seguridad apabullante, lo que le permitió salir airoso de un papel que como ya se ha dicho pide una voz más robusta. Creo que en el mundo actual de la ópera, es sin duda uno de los mejores tenores lírico ligeros y contar con él en una función es un gran aliciente y un valor seguro.
Última edición por Nacho el 02 Jul 2018 2:03, editado 1 vez en total
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