Mandryka escribió:
PREÁMBULO. MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA.
Salgo de mi letargo para cronicar sobre el Don Carlo Dominguista, que no dominguero, ya que anteayer era viernes. No es que no me apetezca escribir, ya que de vez en cuando leo cosas interesantes, el gusanillo parece despertar, pero bien por falta de tiempo o por pereza, que aunque parecen asuntos distintos están entrelazados o incluso son sinónimos, no me decido y lo dejo.
Por ello he afilado mi retorcida pluma y a ello me dispongo. Como creo que va a salir un poco largo lo fragmento en cómodos capítulos.
Este Don Carlo valenciano es el rememorar viejos sonidos de una orquesta espléndida que fue creada para goce y disfrute de gente de buen entender y disfrutar, y como todo lo bueno, enemigos los tiene por arrobas.
Entre ellos están políticos demagogos e ineptos, que creyendo que la ópera no es un arte, sino una ostentación elitista de gente que nos les votan (craso error), les importa un pito y se la pueden (quieren) cargar. Y están, también, entre los que retuercen al contemplar el bien ajeno y se esconden en la creencia de que un buen ensemble se hace sólo con dinero, falacia demostrada por hechos históricos (como el Barça de Nuñez o algunos (varios) Madrides de Florentino), cuando en realidad puede que les duela que otras orquestas que oyen más a menudo, con mucho más presupuesto y mucho más tiempo a sus espaldas, suenen a charanga de pueblo sobre todo en lo que al viento-metal se refiere.
No creo que nos dure mucho la belleza orquestal de la ópera de Valencia, ya que tras la huida del vanidoso pero buen profesional Don Davide un par de docenas de músicos podrían abandonar el barco, y una vez desmontada la paraeta a ver quién es el guapo que la vuelve a componer con tino. Dicen que se hizo con dinero, y probablemente sea verdad, pero también con esfuerzo, pasión y sabiduría. La parió Maazel con el soporte de Mehta y le dieron un brillo y una sonoridad contrastados. Luego llegó Biondi y nos la barroquizó, vale. Y llegó Abbado la aligeró e italianizó (según él) llegando casi a perder su personalidad y esplendor, no vale. Pero donde hubo fuego quedan rescoldos y el excelente director que es Ramón Tebar reverdece laureles cada vez que le dejan.
Todo será que en un par de años algunos de los ineptos que nos rigen, que quieren dar más valor a que los músicos hablen y escriban valenciano a que emocionen en un crescendo, nos hayan convertido esta magnífica orquesta en una banda más de estas que pueblan los pueblos de nuestro querida costa mediterránea, o peor aún, nos la hayan convertido en una orquesta mediocre más, como las orquestas de algunas de los teatros de ópera que nos rodean. Pido perdón por haberme batido en duelo con algún capitalino que nos llamó provincianos a los que no tenemos la dicha de residir en la villa y corte. Mis disculpas no vienen porque haya aceptado que tal calificativo, del todo despectivo. Viene porque de vez en cuando ese provincianismo se hace realidad
Braviiisimo, como siempre
Ni sea perezoso y busque tiempo, Sr. Mandryka. Sus comentarios ni pueden ni deben sestear
Y en cuanto a su crónica , me quedo con su capítulo 2. A estas alturas, ¿ Poner trabas a un Domingo que , de antemano, ya se sabe como va a cantar ? A sabiendas pues de lo que te va a rendir, no se paga la entrada ( a pesar de mis ganas, no vine esta vez a Valencia por la dificultad de estas fechas PRE navideñas y porque la única posibilidad que era este pasado viernes, me coincidía con el Tristán liceistico )
Ah y por cierto Sres.de Valencia! Que sus políticos o mandamases , no dejen perder a Tébar, profesional muy riguroso y notable director ( 2 grandes cantantes o ex cantantes de fama diríamos que universal - MC y JA - ), me comentaron en un encuentro con más gente hace varias semanas que Ramón Tébar es un director muy pero que muy competente
( en enero, nos dirigirá en Barcelona belcantismo con la Pratt y su Elisir )