Ayer estreno en Bilbao de este título rosiniano y la verdad puede calificarse de noche de claroscuros, no tanto por el resultado musical que fue brillante sino por el resultado global con lo escénico. El título se programó pensando en Camarena pero de verdad que no me acordé de él durante la función, pero si y mucho de don Emilio Sagi,que hubiera hecho Sagi con estos mimbres, por otro lado muy similares a los que dispuso en Barbero y que fue un auténtico disfrute, donde hubo alegría, humor, colorido, en definitiva todo lo que pide el Rossini bufo. Anoche fue un cuento de hadas ( de hado en este caso) pero sin magia, un escenario minimalista que no te permitía sumergirte en la obra en ningún momento, tampoco quiero centrarme más en lo negativo del montaje porque hubo cosas positivisimas en lo musical y creo que eso es lo que debe primar. La protagonista era Josemaria Lomonaco y muy pocos peros se le pueden sacar, es una voz ( permitanme la comparación) a lo Berganza, que estaba entre el público, probablemente la cantante que mejor ha entendido como debe abordarse el Rossini cómico, y Lomonaco enfoca el rol con unas características semejantes, gracia, inocencia, dominio de la coloratura y variaciones marca de la casa( pero sin caer en el exceso escénico y vocal de otras cantantes que todos tenemos en mente), color un punto sopranil y gratisima presencia, la voz no es grande como tampoco lo era la de la diva madrileña, pero se oía perfectamente en nuestro querido auditorio mata cantantes.. Una gran Angelina. Muy similar es mi apreciación sobre el tenor Edgardo Rocha, otro especialista que domina el papel y que por cierto tiene unos agudos brillantisimos, me parece una buenísima elección para este repertorio. Bordogna asumió el rol de Dandini, un auténtico Mihura y salió victorioso, no es una voz especialmente bella pero tiene agudos, graves, coloratura, desenvoltura escénica y encima de propia un volumen más que considerable. Un lujo de Dandini. Don Magnifico fue Bruno de Simone y no es que lo intérprete bien, es que es Don Magnifico, fue alumno de Sesto Bruscantini, una de mis debilidades, domina el estilo, la escena, se ve que está en su medio y lo trasmite al público. Correcto el bajo Menoulas al que no conocía, en su papel de hado y fue muy aplaudido en su aria. Marta Ubieta y María José Suárez empastadas perfectamente y muy divertidas como las hermanastras de Cenerentola. Allemandi al frente de la Bos estuvo muy pendiente delos cantantes y orquesta, sin ningún exceso que comprometiera a los solistas. El Coro masculino, como siempre sonorisimo y escenicamente muy comprometido.
En resumen una buena Cenerentola emborronada por una escena que mata la magia rosiniana y no permite disfrutar plenamente de un reparto de muy buen nivel.
Un saludo a todos.
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