Un amigo mío iba a asistir a la función de ayer, pero finalmente no pudo hacerlo y me acabó cediendo su entrada. Gracias a esto, pude volver al Teatro Real para ver el segundo reparto, con la esperanza de quitarme la espinita de no haber disfrutado de una gran Norma en la anterior ocasión.
Y vaya que me la quité. Tremenda vocalmente la Meade, que es una Norma “de manual”, y tiene todo el volumen, el rango y los recursos vocales necesarios para el papel. A lo largo de la velada nos regaló graves, agudos y pianissimos para quitarse el sombrero. Su “In mi man” fue tremendo, uno de los momentos más aplaudidos de la noche.
Y no estoy de acuerdo con los que opinan que tiene una voz fea, a mí me sonó clara, agradable y brillante. No es de las más bellas, pero desde luego no estaría tampoco entre las que considero “feas aunque dotadas”, como sería el caso de Radvanovsky, por poner un ejemplo…
A nivel interpretativo, después de todos los comentarios y críticas, iba tan preparado para ver una seta estática e inexpresiva, que me acabó sorprendiendo para bien. Estuve sentado muy cerca del escenario y podía ver perfectamente su cara durante la función, así que puedo asegurar que sí es expresiva e interpreta el papel. El problema es que su cuerpo no le responde igual, dado su volumen, y eso le limita mucho. Si adelgazase lo suficiente para logar una mayor movilidad y expresividad corporal, podría llevar su Norma totalmente a otro nivel.
No digo que sea perfecta, seguramente tenga las mismas carencias técnicas y estilísticas para el belcanto que cualquier otra soprano ahí fuera que no se apellide Devia o Gruberova. Pero creo que merece estar reconocida entre las mejores intérpretes actuales de este papel, y sinceramente, de la misma forma que con Agresta acabé dando la razón a los que criticaban, con Meade las críticas me dejan bastante perplejo, sobre todo a nivel vocal. Pero para gustos los colores…
En cuanto al resto de cantantes, no sé si fue la euforia por la gran Norma de la que estaba disfrutando, pero también me convencieron más que los del primer reparto. Y de nuevo destaco a Oroveso, esta vez interpretado por un magnífico Simón Orfila, que me encantó.
Poco más que decir. Me da pena que el regreso de Norma al Real después de tanto tiempo no haya gustado a la crítica y vaya a ser recordado como una especie de “fracaso artístico”. En mi humilde y cateta opinión, no se lo merece. La producción no es ni mucho menos de las peores que pueden verse por ahí, y al menos dos de las 3 intérpretes de Norma han sido magníficas. En cuanto a Agresta, si es cierto que ha estado griposa, quizás no hayamos llegado a disfrutar de la verdadera Norma que podría habernos ofrecido…
En cualquier caso, creo que el Real ha estado prácticamente lleno en todas las funciones, y el público en general parecía bastante contento en las dos a las que yo asistí. Yo me voy a quedar con eso, y con lo mucho que disfruté en ambas ocasiones, sobre todo la segunda…