Inauguración de la temporada. Lleno en Les Arts. "Macbeth", un gran título verdiano. Estrenada en Florencia, el Maestro estaba muy satisfecho con ella, hasta el punto de que, en su dedicatoria a su suegro Barezzi, manifestó que era la mejor ópera de las que había compuesto hasta el momento. Años más tarde, la obra conoció una profunda revisión para su estreno en París. Esta última es la versión que tradicionalmente se ha venido representando. Todo este preámbulo viene a cuento de que hoy hemos asistido a una representación "híbrida". Se ha suprimido el ballet (París) y a cambio se ha interpretado el final de Florencia, con el "Mal per me" y sin el coro "Macbeth ov'é". ¿Hemos salido ganando? Posiblemente, sí. Digamos desde el primer momento que el éxito ha sido considerable.
Muy bien, en general, los cantantes que han interpretado los papeles secundarios (algunos con una sola frase). No los nombro a todos porque son muchos.
Alexander Vinogradov (Banco). Su papel prácticamente se reduce al "Come dal ciel precipita", que ha cantado con voz timbrada y poderosa, y a sus múltiples apariciones "fantasmales", en las que, como es lógico, no ha desentonado.
Giorgio Berrugi (Macduff). La sorpresa de la noche, con una magnífica "Paterna mano". Voz bella y estilo comunicativo. Al igual que Banco, el papel se reduce a un aria ¡pero qué aria! Como siempre se dice en estos casos, me gustaría escucharle en un cometido más extenso.
Ekaterina Semenchuck (Lady Macbeth). Sigue la tradición de las mezzos que han abordado este papel: Verrett, Bumbry, Cossotto, ¿Ludwig? El cometido es agotador, con dos arias, una cabaletta con dos estrofas, un brindis y una "gran escena", además de los dúos e intervenciones sueltas. Quizá se pueda decir que a su timbre de mezzo le falta algo de "punta", pero salvando este pequeñísimo lunar, la Semenchuck ha respondido magníficamente en el doble aspecto vocal y escénico. He consultado Operabase y no he encontrado ninguna otra actuación suya como Lady, por lo que, probablemente, era su debut en el papel. Al final, se la veía claramente contenta. Cabe esperar que vaya a más en las siguientes ocasiones.
Plácido Domingo (Macbeth). Sexto papel de barítono en Les Arts ¿tenemos el record? Una vez más, hay que insistir en lo de siempre: su categoría artística puede con todo. Ha tenido altibajos (sobre todo en el volumen) a lo largo de la obra. Su "Pietá, rispetto, amore" ha sido trabajoso, y ha tenido su mejor momento en "Mal per me", que ha interpretado con patetismo, y sobre todo, con fuerza. Para mí ha sido una sorpresa que abordara este fragmento, pues en sus condiciones actuales, lo cómodo hubiera sido dárselas de rigorista, hacerle caso a Verdi y terminar con el coro. Se le ha aplaudido mucho.
Mención especial para el Coro, que ha cantado un espléndido "Patria opressa" y para la Orquesta, que parece haber recuperado efectivos (hoy se ha abierto el foso grande).
Ha dirigido Henryk Nánási, de quien no tenía noticia, y me ha causado buena impresión, cuidando el sonido orquestal y llevando la obra con nervio verdiano.
La producción, minimalista, oscura y tristona, con algún momento más animado, como el final. Pero sin gabardinas, maletas, coches ni nazis. Fiel al libreto, ambientada en la época de la acción, y sobre todo, con la suprema virtud de no pretender un protagonismo que en modo alguno le corresponde (ni a esta ni a ninguna). Bien, en general.
Calificación: Notable.
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