Siddharta escribió:
De todos modos, hay muchas formas correctas de emitir una media voz. Encerrarse en un mundo de ceros y unos puede ser muy reconfortante pero lleva a algunas piruetas rocambolescas para mantener una apariencia de coherencia. Como sugerir que es mejor cantar todo en un honrado mezzoforte que intentar meter variedad a traves de dinamicas, aun corriendo riesgos. La pirueta es de circo Stromboli cuando con parecidos criterios se critica a cantantes de perfecta colocacion pero de canto poco variado como Florez. Si categoricamente ponemos la limpieza infalible de la emision (que es menos que un ideal, muchos cantantes la han conseguido) por encima de la variedad en el canto (es una opcion...un poco extrema, pero les respeto), entonces enseguida quedan descalificados cantantes maravillosos como Vickers, Varnay, Fisher-Dieskau o Hotter.
Por otro lado, la media voz en un tenor a veces esta muy cerca de sonidos mixtos o de falsete reforzado. Lo he pensado mucho con respecto a Gedda y Bergonzi. Y no lo tengo tan claro (y muchos criticos y cantantes tampoco) como parece que lo tienen muchos de ustedes.
Esta noche reescucho a Kaufmann.
Bueno, no es ninguna sorpresa leer este tipo de argumentos, y menos que vengan del relativista por excelencia sr. Siddharta.
En los 50 también se justificaba el abandono del legato por necesidades "expresivas" o de "comunicación" del texto. Cuando no hay legato no se canta; se habla o se grita, pero entonces tampoco faltaban relativistas que aducían aquello de que la infalibilidad del canto debe subordinarse a expresión. Así en el caso de Tito Gobbi, por ejemplo, que hacia cualquier cosa menos cantar, pero con el rollo de que "empleaba más clores que nadie", pasaba por maestro. De la misma manera se justificaba y se teorizaba sobre la emisión
aperta.
Cada época tiene sus atrocidades, su público que las tolera porque no las reconoce y sus conspiradores que las justifican. Haciendo,ellos sí, piruetas inverosímiles, como sacar a colación el mixto.
Por supuesto, ayuda a crear confusión meter en el debate el mixto (la semana anterior hubo que aclarar este punto otra vez). Gedda integraba perfectamente en su emisión el paso al mixto, no había ruptura en las cualidades básicas del timbre porque lo preparaba en las notas anteriores. Bergonzi lo aplicó menos, por razones obvias de repertorio,pero siempre siguiendo los ejemplos de Gigli y L-V. No sé qué tienen que ver con el hecho de que un tenor con una voz intensa y de buena calidad, pero oscurísima, de repente emita sonidos totalmente desconectados del resto de su voz, feos de solemnidad, blanquecinos y por añadidura medio tragaditos. Un poco como si de repente Ramón Vinay empezar a emitir sonidos como si se hubiera tragado a Philipppppe Jarousky.
Por desgracia, en ópera no todas las formas de hacer las cosas valen ni son ni mucho menos "riesgos". Igual que ante el piano un glissando no es una escala, hablar no es cantar y un falsete de cantante pop no es media voz. De cantante malo, por cierto, porque puestos a quedarnos con falsetes, los Freddie Mercury y Mika son bastante mejores que los de Kauffman.
En resumen, se puede reconocer que este hombre es un buen cantante pero arrastra una lacra en las dinámicas suaves. Muchos han tenido ese problema y punto.