Más o menos eso pasa según el principio de Huygens, dependiendo de la longitud de onda y su relación con el tamaño de la boca del agujero.
Yo desde luego escuchaba peor a los cantantes cuando estaban desde el fondo del cajón, pero al estar en palco de proscenio no podría decir más.
Sobre la pachanga, es un fenómeno que asocio a sonoridad pobre de la cuerda y excesos de metales y platillos. No sé, a mí me pareció que había un equilibrio conseguido. Que se tendiera a toca forte es diferente.
Sobre nuestra discusión sobre "lo obvio", sólo recordar que Robert Merrill lo tenía muy claro: "Ante la duda, forte". Históricamente ha sido así y Merrill es un ejemplo entre cientos de cantantes que tenía resuelta la voz plena, que podía cantar piano y que sin embargo no sabía usar la media voz. Otra cosa es que entre los cantantes actuales haya problemas hasta en eso, pero tampoco es sorprendente, porque vivimos la peor etapa de la historia del canto.