Maravillosa obra del genial Barbieri, uno de los más grandes músicos españoles. Supone una vergüenza nacional que tenga tantas obras enterradas, que no se representan nunca y ni siquiera se han grabado. El teatro que él fundó tiene una responsabilidad particular a este respecto.
Buena prestación de la orquesta y el coro bajo la dirección de Rodilla con un cuarteto solista de poco brillo, pero digno. Una Sánchez muy "tocada" con centro sordo, agrio y desgastado, agudo áspero y con el esmalte arañado; una Auyanet de material demasiado liviano para la parte que le iba grave (ambas cantan con indudable gusto y compostura) y un tenorino insulso con la voz atrás.
En cuanto a la poca asistencia de público dice mucho de las inquietudes musicales de la supuesta afíción a la lírica, así como del poco entusiasmo e interés por parte del teatro y autoridades musicales de este país, en promocionar bien estos eventos. El año pasado se llenó el teatro en más de 40 funciones de Luisa Fernanda. Hay obras, que además de ser maestras, gozan de gran popularidad y siempre agotarán papel, pero otras necesitan un poquito más de apoyo y de convicción.
Que vaya más gente al Real a ver una perfomance no quiere decir nada. Acudir al Real en Madrid hace mucho que se ha convertido en un acto social y si un día programan un espectáculo de variedades que incluya un debate entre Belén Esteban y Karmele Marchante, un striptease de Pilar Rubio y actuaciones cómico-musicales a cargo de "Il divo" (para que luego no digan que no se programa ópera
), Esteso cantando jotas y duetos entre Justin Bieber y Falete, seguro que va más gente que a la Abramovic.