Como nos quejamos de que ahora no hay ni crónicas, aquí va una breve sobre la gala de entrega de los VII Premios Líricos Teatro Campoamor.
En cuanto a la ceremonia, para mí, resultó aburridilla. Bieito, que era el responsable hilvanó de manera poco consistente la sucesión de entrega de estatuillas desaprovechando en gran medida el potencial de los "presentadores" Rossy de Palma y el contratenor Sabata. Poco que ver con sus habituales provocaciones. En cuanto a lo musical descolló Radvanovsky, que recibió una ovación tan generosa como las que recibía no ha tanto en el mismo escenario tras sus "Normas". Brillante Albelo en su "Spirto gentil"; con algún nervio, pero generoso, Ódena y entrañable en lo personal y brillante en lo musical el Maestro Zedda que, al dirigir la "sinfonia" del Barbiere, pareció inculcar su maravillosa vitalidad en una Oviedo Filarmonia que sonó más rutinaria en otros momentos, con su director titular, Conti, reconociendoles el mérito de afrontar estilos diversos del Barroco a Wagner. Decepcionó mucho Ferrero en su intervención wagneriana, "Winterstürme", quizás nervioso. El presentador, Sabata, se lució en dos intervenciones handelianas de alto nivel.
Muchos foreros/as, aunque la mayor parte en excedencia, y todo el mundillo operístico, fundamentalmente español. Generosos aplausos para todos los premiados, con especial cariño hacia Zedda y Radvanovsky.
_________________ ...la scena a' miei tempi era altra cosa.
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