Función del día 15.
Pues yo voy a dar una crónica no muy acorde con la tónica de euforia del hilo : tomando una primera impresión, no ha sido para tanto. Pero es muy personal, ojo.
Siendo objetivos : tengo que decir que el espectáculo ha sido de primerísima calidad. Empezando por la diva Eva-Maria Westbroek, que hizo una verdadera creación. Es su voz una voz magistral, bonita, muy adecuada para esta mujer rusa. Muy buena dicción, y además es una grandísima actriz. Memorables los momentos dramáticos : muerte de Boris, escena final de la obra,donde realmente hizo vivir momentos de tragedia. No me queda duda de que es una de las grandes de nuestro tiempo. Ojalá la vea de nuevo.
El resto de cantantes muy cumplidor : aceptable, para mi sorpresa, el Sergei de Michael König ; o este tenor está mejorando, o es este tipo de papeles los que mejor se adaptan a su voz. Scott Wilde y Alexander Vassiliev fueron unos policías muy rudos y bien actuados, hasta cómicos de tan duros que eran.
Decepcionante el Boris Timofeyevich de Vladimir Vaneev. En el primer acto tenía problemas para que no le devorara la orquesta, y luego en su monólogo del comienzo del segundo, cantó con una sosería notable: una pena, ya que el personaje es muy interesante. O este señor está en decadencia o francamente no sé qué le vería Gergiev para hacerle cantar el titular del Boris Godunov en su grabación de Philips. Sin embargo, como viejo prisionero estuvo mejor y se hizo oir.
Ludovit Ludha y Lani Poulson cumplieron sobradamente sus partes de Zinovi y Sonietka, respectivamente. Impresionantes los graves de casi contralto de la segunda, espero ver de nuevo a esta genial comprimaria.
El resto de comrpimarios también cumplió su parte sobradamente.
El coro Intermezzo estuvo genial : diría que ha sido una de las grandes estrellas de la noche. Increíble en la escena de la boda y realmente magníficos en la escena final.
Hartmut Haenchen ha realizado en mi opinión, una dirección decentísima venida a más. La orquesta ha sonado muy bien, y sigue teniendo en teoría el nivel que ha mantenido en los últimos meses, pero no me ha sonado con la brillantez que a mi juicio sonó en Elektra bajo la batuta de Bychkov. Quizá a la zaga del Cambreling de Pelléas. Fue de menos a más, sonando de manera espectacular en el interludio entre las dos últimas escenas del acto primero y en el interludio previo a la escena de la boda (que cerró la primera mitad), por no decir en la segunda mitad de la velada. Pero habían momentos en que me parecía que sonaba con el chimpún pueblerino de siempre, especialmente en las primeras escenas. Aun así logró un buen trabajo, poniendo las cosas en su lugar.
La puesta en escena de Martin Kusej es muy buena y adecuada a la obra, pero la veo un poco estática en la primera parte : siempre el mismo decorado, pero aunque eso no es el problema sino el estatismo en muchas escenas. La famosa escena de sexo entre Katerina y Sergei tendrá todo el impacto que quiera en el DVD, pero en vivo apenas se aprecia nada más que unos movimientos cuya visión dificultan las luces de discoteca que lo acompañan. Muy hermosa la escena del coro en la nieve tras la muerte de Boris y la escena final en Siberia, esta vez sí que me produjo un enorme placer visual : todos ellos atrapados en ese entramado de andamios y bajo la atenta mirada de los perversos guardias. Inolvidable esa parte.
Sin embargo, no sé qué me pasa, que esta obra me gusta más por su argumento que por su música, lo que me es preocupante, porque me parece que es de estas obras que salvo unos cuantos fragmentos orquestales, es más para disfrutarla con puesta en escena que con un cd, al menos es lo que en este momento me pasa. Aunque he de decir que esos mencionados interludios y la escena final me han picado el gusanillo y espero conocer la obra en profundidad, pero a día de hoy sólo volvería a verla por su historia.
Por último, decir que he visto a muchos jóvenes. Un chico y su novia se sentaron a mi lado, y al acabar la función perfectamente oí decir al muchacho : "Qué pena que todo se acabe aquí, tengo ganas de más". Hablé con él y me dijo que era su primera vez en la ópera, y le deseé suerte y que volviera. Aunque no haya conectado yo mucho con esta obra, me alegra ENORMEMENTE que haya hecho disfrutar a jovenes como ese chico, quien ojalá se convierta en un gran aficionado : ¡Viva la ópera!