Viaje a mi querida Italia para ver gran repertorio italiano de calidad en tres emblemáticos teatros, tanto como las ciudades en que se encuentran. Insisto, impresiones en vivo, como las que ha expresado Yllanes con el que he coincidido en el San Carlo.
-12-4-24. Milán, Teatro alla Scala. La rondine (Giacomo Puccini). Sólo tres ediciones de esta ópera, la más inestable en el repertorio del llamado canon Pucciniano, ha programado el Teatro alla Scala desde 1940, año en que llegó por primera vez a la Sala del Piermarini, 23 después de su estreno. Magnífica dirección de Riccardo Chailly que se propuso resaltar la frase de Victor de Sabata sobre La rondine "La partitura más elegante y refinada de Puccini". Una delicia todo lo que surgió del foso. Muy estimable tanto en lo vocal, a pesar de unos medios justos y un agudo problemático, como en lo dramático, por su entregada y creíble creación la actuación de Mariangela Sicilia, cantante sensible y musical. La española Rosalía Cid, desenvuelva y lozana LIsette, sorda en centro y graves, sólo timbra, de momento en la zona alta. El tenor Lippi correcto, digno, pero insulso. Bello y elegante el montaje de Irina Brook,
-13-4-24. Nápoles, Teatro San Carlo. La Gioconda (Amilcare Ponchielli). Con todos los reparos a mí me ha gustado mucho Anna Netrebko, con unos espléndidos actos segundo, y sobre todo, cuarto. Muy entregada dramáticamente, vuelvo a subrayar que resulta milagroso que una soprano lírico-ligera de origen, que ha abombado y oscurecido tanto el centro, además de fabricarse un registro grave impactante, mantenga la franja aguda y la capacidad para filar sonidos y regular intensidades. La Netrebko pone en juego unos medios vocales de gran opulencia, calidad y riqueza tímbrica, que se unen a un infalible carisma e intensidad dramática. En el segundo, la Netrebko fue toda una leona, que se enfrenta a su rival -una mezzosoprano sin temperamento y justita de voz- con fiereza en "L'amo come il fulgor del creato", flamígero pasaje en el que solo se oyeron los graves de la soprano. A pesar de alguna nota calante -remarco que es toda una proeza llevar la voz al agudo con semejante centro y grave- y siendo consciente de que los graves exagerados de Netrebko pueden no gustar a todos - a mí me encantan esas notas voluptuosas que incluso encarnan dimensión erótica-, pero no se puede dudar del impacto de su interpretación un aria tan exigente como "Suicidio!" en el acto cuarto. Apabullantes las bajadas al grave en "fra le tenebre" -Do por debajo de la última línea del pentagrama- y los saltos a la zona alta, junto a su entrega dramática. El aria fue recibida por una interminable ovación del público, incluidos gritos desaforados pidiendo el bis. Deben ser todos tontos o sordos. Kauffman está al límite, con el timbre muy empobrecido, y trampas aquí y allá para acceder a los agudos. Portamenti di sotto, falsetazos blanqucinos y falta total de efusión y calor. Hay buenas intenciones en el fraseo, pero la voz ya no acompaña, Muy solvente el Barnaba de Tézier, pero sin atemorizar a nadie. La Hubeaux sin graves ni agudos, ni una nota con mordiente. Ya me dirán cómo se puede cantar Laura sin garra ni registro de pecho en L'amo come il fulgor del creato". Es una cantante fina, muy elegante y con encanto en escena, pero que debería dedicarse a otros repertorios. A destacar la espléndida dirección musical de ese gran director que es Pinchas Steinberg.
-14-4-2024. Roma, Teatro Constanzi-Opera de Roma. La Sonnambula de Vincenzo Bellini. Segunda función de esta edición que consagra el debut de Lisette Oropesa como Amina y sólo cantó el primer acto. Yo la noté fría en la salida, pero ya en la cabaletta Sovra il sen la man mi posa, desgranó muy interesantes variaciones y brillantes notas picadas. Sin embargo, en el descanso se anunció repentina indisposición y salió a escena la española Ruth Iniesta que salvó la papeleta muy lanzada, aunque con sobreagudos abiertos y desabridos. John Osborn, buen estilo y concepto del canto, pero medios escasamente actractivos. Dislate total la puesta en escena, otra tomadura de pelo encargada a especialistas audiovisuales, que no saben nada de melodrama y sólo plantean una excusa para colocar sus videos y proyecciones.
_________________ "El canto como la belleza que se convierte en verdad" (Friedrich Schiller)
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